jueves, 12 de marzo de 2020

(Publicado en La República.es en marzo 2020)

SIGAMOS CON LOS POPULISMOS Y LAS TEORÍAS LÍQUIDAS. PARA QUE NADIE SE LLAME A ENGAÑO.

Son muchos/as los responsables de la elaboración, difusión, y mantenimiento de las concepciones populistas y liquidas "progresistas", pero ni sé, ni puedo, ni quiero abordarlo todo, solo ver algunos de los más significativos, importantes y determinantes personajes que las difunden. Y para que no haya engaños desde el principio, no lo hacen por valores morales, por construir un mundo más solidario y de justicia social, más democrático y pacífico, sino, simple y llanamente, porque quieren un mundo a la medida de sus intereses de clase dominante, camuflados en propaganda humanista. Hablé en otro artículo del politólogo Laclau, como uno de los creadores intelectuales de las tesis que activaron los populismos y las teorías líquidas en las izquierdas, intentando cambiar las concepciones clásicas sobre la economía y su peso en la política, la lucha de clases entre los representantes de la propiedad y el capital y la clase obrera, según bases marxistas  objetivas, no consignas burocráticas y de adoctrinamiento. Al difunto Laclau no lo considero representante de ningún tinglado de intereses económicos y financieros del capital, sí el teórico de tesis que van creando  progresivamente, y posiblemente sin pretenderlo, una concepción claudicante y entreguista a la filosofía de la clase dominante para así poder arrancar, según defendía, de la producción y economía  que esta genera una parte para un reparto más igualitario de la riqueza. Laclau, al rechazar el "determinismo económico marxista y de lucha de clases como antagonismo crucial", que él rechazaba  afirmando que lo impulsaban  dogmáticamente los marxistas actuales, defendía la neutralidad de las fuerzas productivas como algo genérico, en la práctica  sin amo ni señor.
Hoy no quiero hablar de Laclau, sino de los que tienen y controlan fortunas ganadas con los métodos de siempre del capital: con las plus valías de los que venden su fuerza de trabajo en el mercado, con la especulación financiera sin escrúpulos, con la producción de armas y las guerras, con el saqueo de las fuentes de riqueza de energías de todo tipo, con el petróleo en primer lugar hasta aquí, con todo tipo de metales, los preciosos de siempre y los nuevos metales de diversos tipos, necesarios para la investigación y desarrollo de nuevos productos científicos y de consumo generalizados.
Desde el norteamericano Gene Sharp, teórico de las "revoluciones" pacíficas, sin tanques ni fusiles, solo con la propaganda sinuosa y permanente que se encargue de erosionar gradualmente a los que se quiere liquidar políticamente por ser "dictadores", "autoritarios" y, en definitiva, "indeseables". Y cuando estén bien erosionados y considerados canallas a eliminar, las "masas" que sustituyen a las organizaciones de las clases obreras y trabajadoras, harán el resto. Lo hacen con Lula o con Bashar al Assad, con Sadam Husein o con Muamar al Gadafi, con Chávez o con Viktor Yanukóvich. Con una variedad de personas que tienen planteamientos diversos que no comulgan con los intereses del régimen. Y hasta aquí, cuando no vale la "revolución pacífica", utilizan las bombas en Yugoslavia, Iraq, Libia o Siria......
Quiero centrame en George Soros, un especulador financiero multimillonario, con sólidos cimientos en capitales de EEUU y del mundo, que intervino con toda brutalidad en Serbia creando ONGs que prepararon las condiciones para lanzar la guerra contra Slobodan Milosevic, de acuerdo con Bill Clinton y la OTAN, dirigida entonces por Javier Solana; que ha impulsado la intervención en Ucrania, potenciando los movimientos nazis y reaccionarios, con la consecuencia de una nueva guerra; que ha participado, apoyado y financiado las "primaveras árabes" que sirven a sus intereses y a los de la oligarquía del capital, con el acuerdo y beneplácito de EEUU y de Hillary Clinton, la dirigente máxima de Obama, que tuvo que reconocer la responsabilidad de su país y la propia en armar y financiar a los terroristas en Siria y en toda la zona. Y así podríamos continuar en la descripción de las hazañas de este personaje. Pero ahora quiero referirme al papel de Soros más cerca de todas nuestras realidades, las del mundo que nos afectan y las propias de Europa y España. Y en España, Catalunya. Soros ha creado ONGs y Think Tanks de acuerdo con las principales organizaciones yanquis de este tipo, algunas impulsadas directamente por la CIA. La más importante es la Open Society Foundation, una fundación que ha intervenido directamente en Catalunya apoyando a los nazional-secesionistas, sin escrúpulos de ningún tipo.
Y George Soros, millonario impulsor y financiador de todas estas cosas, fue valorado hace tres años por Alberto Garzón como un filántropo, o sea un benefactor, por haber participado Garzón en unos cursillos o algo parecido financiados por Soros. Esto para poder entender un poco más qué pasa en la "izquierda española,  la catalana incluida". 
Y lo penúltimo del personaje en España. El primer visitante de postín que tuvo Pedro Sánchez en España después de la moción de censura contra Mariano Rajoy, que le permitió ser elegido presidente del gobierno,  fue  George Soros. Debió de ser muy importante y sustancial lo que hablaron, habida cuenta de los acontecimientos que se han ido sucediendo después.
Y escribo todo esto por varias razones: una es que lo que se considera la izquierda en España, salvo el PSOE que es un centrismo variable, es lo que ha surgido en los últimos años con Podemos y sus derivados. Son la "izquierda" populista, o "progresía conservadora", que liquida el mejor pensamiento y prácticas de clase, racionales y adecuadas a las nuevas realidades económico-sociales, políticas y culturales, y lo sustituye por una ficción que un día defiende una cosa como si le fuera la vida en ello y al día siguiente la contraria sin pestañear, organizando al mismo tiempo su buena vida como una casta cualquiera, y desde la siempre absoluta descalificación de todos lo demás, inventándose consignas y acciones "contra el fascismo españolista", enfrentándose al feminismo histórico de clase que defiende, en común con los hombres, la emancipación de todos y todas, sin olvidar la defensa de los homosexuales, gays, lesbianas o transexuales, algo que nunca ha dejado de hacer. O apoyando a los reaccionarios secesionistas en Catalunya, sin decir nada del papel que estos han jugado en el salto espectacular de VOX y del pensamiento de  extrema derecha, ni mucho menos que entre esta extrema derecha y los secesionistas hay una importante similitud de métodos, actitudes y objetivos. 
Para no ir más lejos, ayer en las manifestaciones del 8M, hubo gritos y expulsiones por parte de un sector de "feministas  queer", "femenismo  machista"  lo llamaría yo, contra las feministas que han ejercido en las épocas más difíciles, defendiendo sus reivindicaciones de mujer y de clase. A mí me ha parecido una burla a las 120 obreras asesinadas en 1857 por la policía de Nueva York cuando  se manifestaban contra los salarios de miseria y las jornadas extenuantes en la industria textil; o a las 146 calcinadas en marzo de 1911 en el incendio de la fábrica textil Cotton de Nueva York por efecto de  las bombas incendiarias que les arrojaron por luchar contra las infames condiciones de trabajo que soportaban. 
Llego a la conclusión de que si los reaccionarios independentistas de Catalunya lanzan sus "pijoprogres" acomodados contra los que no compartimos sus risibles historietas, los reaccionarios disfrazados de izquierda de España se lanzan también contra los que no bailan su agua corrompida al grito de "que se vayan al Burger King". 
Todo muy coherente con la degradación de las ideas, de la ética y de la política de esta "izquierda populista y liquida". 
Y luego Pablo Iglesias, en una nueva boutade de las que nos tiene acostumbrados, se atreve a decir que los medios de comunicación que chupan las almorranas del poder, tienen que estar en la cárcel.

domingo, 8 de marzo de 2020


Resultado de imagen de cartel de arnau sobre el dia de la mujer trabajadora

UNA NOTA SOBRE EL DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA.


El primer día de la mujer trabajadora, decidido por una Asamblea  de mujeres en 1908 para denunciar los crímenes del capital contra ellas, su brutal explotación, marginación, represión y la absoluta falta de derechos elementales sobre el trabajo y como persona con derechos humanos iguales a los de los hombres, se realiza el 19 de marzo de 1911. 
En 1975, la ONU declara el Día Internacional de la Mujer, desapareciendo el concepto de trabajadora y situándolo en la práctica como un día festivo en sustitución de la jornada de lucha y reivindicación de los derechos plenos de la mujer trabajadora que el movimiento obrero y el feminismo de clase decidió históricamente, como  así se realizaba.
Quede claro, pues, que el Día de la Mujer Trabajadora parte de una concepción de clase contra la explotación y opresión de la que es objeto la mujer trabajadora, lo cual no excluye, sino que presupone, la defensa al mismo tiempo de la total igualdad de derechos de mujeres y hombres en todas las cuestiones y sean cuales sean sus ideas, edad, raza y condiciones sociales diversas.
Resumiendo, derechos de la mujer trabajadora en sus condiciones de asalariada, que vende su fuerza de trabajo en el  mercado, frente al capital y sus  métodos de explotación y liquidación de básicos derechos laborales y sociales aplicados por sus poseedores y poseedoras. Y, asimismo, defensa de los derechos humanos de igualdad en todo para todas las mujeres en la vida colectiva en la sociedad.

viernes, 6 de marzo de 2020

(Volvamos al asunto o las letras se vacían y mueren)

OTRO REPASO A UNA REALIDAD DE POPULISMO Y CAOS LÍQUIDO.


No pretendo desarrollar un hondo estudio ni sentar cátedra de nada sobre lo que acontece en la rúa, sí hablar de lo que creo que  pasa y de cómo afecta a personas, hechos y cosas.
Hace ya mucho tiempo que se ha venido gestando a nivel general en el mundo, con efectos y repercusiones variadas en cada región y país según las condiciones económico-sociales, culturales y humanas diversas. Pero sí hay algo que lo define y marca todo, al haberse convertido en una filosofía prácticamente única sin posible respuesta contradictoria: es lo que podemos llamar, no sé si acertadamente del todo, populismo y teorías líquidas, o políticas vacías de realidades materiales, sustentadas en frases vacías y gestos como manoteos en el aire. Y mientras la otrora izquierda, "izquierda" o "progresía" en la actualidad, vegeta a la sombra del sistema, capitalista por supuesto, y obviamente neoliberal, este va imponiendo su ideología a  toda la sociedad, creando ilusiones ficticias de consumo, "libertad" y "derechos humanos".
Aquí no se trata de acusar ni descalificar gratuitamente y por sistema a todo y a todos, sino intentar acercarse a las realidades concretas para entender con datos intelectuales, materiales  y políticamente verificables, qué pasa realmente y porqué, e intentar aportar algo en el ámbito en que cada cual se mueve para defender la mejora de las condiciones de vida ahora y corregir lo  más urgentemente posible los brutales desajustes socioeconómicos y desigualdades, y avanzar todo lo necesario en impulsar la construcción de una perspectiva objetiva de cambio en profundidad que mejore las condiciones de vida y de trabajo en las que se ejerce la vida en cada país y en general. Tarea gigantesca y difícil, muchos/as dicen imposible, pero no hay  alternativa a esta vía.  
Bajando a lo más concreto. Si hay una acción cultural y política sólida organizada colectivamente y movilizada por objetivos posibles por imprescindibles, no sobrevivirá la actual fase de confuso tacticismo permanente. Y para ello, repito, se debe tener una visión clara y estratégica que sepa leer y entender las contradicciones actuales, que han cambiado en la mayoría de casos  por las profundas transformaciones producidas en el sistema productivo y comercial y en la mentalidad colectiva a causa de la imposición de las concepciones capitalistas  de clase y la dejación progresiva y generalizada del sentido internacionalista de los trabajadores/as y de sus organizaciones sindicales y políticas. Actualmente, ver cómo se articulan las clases e impulsar las nuevas formas de estar ante la organización del trabajo y actuar en consecuencia para recuperar la influencia social perdida en las nuevas realidades, es la única forma.
En relación a lo anterior, es preciso decir cuatro cositas. La primera, que el capital no perdona y degradará tanto como pueda las condiciones de trabajo y sociales en tanto le sean útiles y sirvan para que funcionen sus métodos de explotación y dominio. Hace tiempo, diversos componentes del capital productivo y financiero no solo no tuvieron reparos en que surgieran organizaciones teóricamente transformadoras y hasta revolucionarias, sino que hasta las potenciaron. En España, visto con la perspectiva transcurrida, fue notorio lo que surgió progresivamente desde aquellos días del 15 M con las manos arriba. Y también la cancha que se daba a propagandistas de las teorías líquidas en los grandes medios de  comunicación de la derecha. El caso más claro fue el de Pablo Iglesias y un nutrido grupo de sociólogos, polítólogos y profesores diversos que iniciaron una carrera política con claves muy concretas. Surgió Podemos, en un sonado congreso apoyado hasta por Julio Anguita, en enero de 2014, antes de las elecciones europeas de mayo-junio, en el momento en que todos los sondeos y encuestas señalaban una gran subida en influencia política y votos de IU, debido básicamente al buen trabajo realizado durante años, a pesar de las muchas dificultades a las que se había enfrentado y enfrentaba. En aquel momento, al capital español le preocupaba que una organización de clase, con numerosa militancia y rica experiencia social, lo que no excluía sus contradicciones y errores, pegara un salto importante y tuviera la posibilidad de incidir en la realidad económica y social. Y nació Podemos. 
Y como a mí me gusta refrescar la memoria a los desmemoriados, lo hago. Podemos nació y se consolidó con un primer mensaje repetido: el PCE e IU son la carcundia del pasado; huelen a viejuno y fracasado; se pueden meter las hoces y martillos donde les quepan; no queremos saber nada con ellos, solo aceptamos a Alberto Garzón para pactar y que entre en Podemos con el carnet en la boca, ya que es la "modernidad". Está todo escrito aunque ahora se camufle y se mienta sobre todo aquello. Y entre Iglesias, Garzón y los subalternos de cada sitio se cargaron progresivamente a IU y al PCE, dejando residuos grupusculares para los museos de figuras de cera.
El concepto y la palabra comunismo quedaba proscrita en el nuevo lenguaje posmoderno de las teorías líquidas. Podemos ha sido un bluff creado expresamente, que empezó "asaltando los cielos", ha acabado llamando al timbre, vegetando y prescindiendo de una política sólida a la izquierda y negociando silloncitos para afirmar que, finalmente, la izquierda entra en el gobierno por primera vez.
Y para más regodeo, Iglesias y los que decían aquello de la carcundia de las hoces y martillos comunistas, ahora hasta levantan el puño a veces para que así VOX, el PP, Cs, la derecha y la extrema derecha española, acompañada siempre de la curia secesionista que la ayuda a subir, pueda calificar al nuevo gobierno de dictadura comunista, Para carcajearse, si no fuera que esto degrada aún más el sentido colectivo racional de las clases trabajadoras y convierte la política en un barrizal que sirve para los máximos beneficios de los ricos y poseedores, en el menor tiempo posible, y para campar los oportunistas, vividores y corruptos.
Y hoy aquí lo dejo en este reencuentro con el lenguaje de mi blog.      
          

sábado, 8 de febrero de 2020

EN LA MESA DE LA RATAFÍA Y EL CHINCHÓN: TORRA- SÁNCHEZ.


Repetir las mismas vaguedades por un lado y por el otro, es una inútil muestra de aparentar que se hace algo para solucionar cosas que, a mi entender, solo tienen una vía de solución, que más adelante resumiré brevemente. Es un nuevo episodio del culebrón, un día no toca hablar de nada ya que está todo dicho y al día siguiente cambia todo por ensalmo porque a uno de los interlocutores, que no ha hecho nada útil para los catalanes que se dice que "gobierna", ni representa nada con una cierta entidad política aceptable democráticamente en ningún sitio, se le ocurre convocar unas elecciones, quién sabe cuándo, después de que le aprueben unos presupuestos. Y por el lado del gobierno presidido por Pedro Sánchez, una retórica edulcorada, variable según intereses del momento, lenguaje tramposo por parte del presidente y de sus marionetas más cercanas, que muchas veces hasta se equivocan al definir las cosas o lo hacen adrede para que nadie les trinque  los juegos políticos malabares para ir tirando del carro mientras dure.
Por tanto, en la mesa de la ratafía-chinchón, la misma forma de abordar el problema que nos ha traído hasta aquí: el intento de los nazional-secesionistas catalanes de independizar Catalunya, sin atender a ninguna ley democrática colectiva: ni Constitución, ni Estatut, ni las más elementales normas de funcionamiento de las instituciones de representación colectiva, como demostraron de forma contundente y definitiva con la aprobación los días 6 y 7 de septiembre de 2017, de una especie de "constitución de su republiqueta", que competía con ventaja con las normas del franquismo. Y ya sería hora de que todo el mundo que se llama constitucionalista y que tiene una presencia pública en la sociedad y crea opinión, dijera lo que piensa con claridad sobre cada cosa. Y estoy pensando en los que dicen tener y defender una concepción legal de la democracia, o sea que ésta tenga normas colectivas aprobadas por consenso o amplia mayoría: Constitución, Estatutos, y la legislación consecuente y correspondiente y que, a veces, parece que naveguen en las aguas estancadas de la equidistancia. Y de equidistancias en el asunto del golpismo independentista catalán, en los últimos años ya hemos asistido a demasiadas, desde las del PSOE de Zapatero y sus regalos envenenados, a las del PP y volver al PSOE. La otrora izquierda alternativa, la catalana y la de toda España, no corta ni pincha, salvo cuando tiene que hacer de palanganera o de auxiliar de las demostraciones de fuerza nazional secesionista en las calles o aprobar alguna resolución parlamentaria conjunta, siempre pretendidamente muy avanzadas socialmente, muy federalista o vaya a saber qué, y anti fascista, sin acercarse nunca ni por casualidad a analizar de dónde viene y cómo se produce este salto espectacular, hasta hoy, de la extrema derecha en España. 
Y así, entre tirios y troyanos, ya tenemos la derecha catalanísima de los Pujol, Mas, Puigdemont, Torra, Aragonés, Junqueras, Laura Borrás, Clara Ponsatí, Elsa Artadi....., contribuyendo a levantar y dar más vida a la derecha españolísima de Abascal, Ortega Smith, Espinosa, Rocío Monasterio, Casado...De todas estas cosas muchos de los constitucionalistas declarados y practicantes hablan poco y no las ponen en relación. Hablan del VOX, PP, Cs, de la Corona y de la Justicia en España, pero de Catalunya hablan del maestro armero, citando de pasada la última mamarrachada de Torra, y va que chuta.
La solución solo puede ser la aceptación clara de las leyes, la Constitución en primer lugar, y si se tienen que introducir reformas de la misma, hágase de la única forma posible, con el debate colectivo buscando el consenso democrático y luego adecuando los estatutos y demás leyes correspondientes a la situación prácticamente federal que vivimos, que en algunos aspectos que deben ser de carácter universal para todos los españoles, incluso excesivamente fragmentados. En consecuencia con lo que digo, el lenguaje del gobierno, de la Justicia y de las organizaciones políticas deber ser claro e inequívoco: la democracia parlamentaria funciona con leyes colectivas y La Constitución es el marco que las engloba y ordena todas.
En consecuencia con todo lo dicho y aunque no sirva de nada: !!Qué país, qué paisaje, qué paisanaje!! Pero debe haber arreglo.
   



martes, 4 de febrero de 2020

SOBRE NACIONAL-CATOLICISMOS.


Podemos estar satisfechos, estamos avanzando en el camino del fortalecimiento del nacional-catolicismo. Con Franco teníamos al nacional-catolicismo inquisitorial franquista, fascista, o como quieran llamarle: continuamos teniendo ese nacional-catolicismo, aunque no abarca a todos los miembros de la iglesia, que se expresa regularmente en torno a asuntos de mucho interés para la vida y convivencia; y a él se le ha unido el nacional-catolicismo catalán, antes participante directamente del franquista, incluidos sus tercios en la guerra civil contra la Segunda República, roja para todos ellos. Ahora, bajo una bandera u otra, utilizadas las dos como trapos para la confrontación, defienden cada parte una concepción reaccionaria de la religión y de la política. 
En Catalunya, la iglesia oficial que manda, desde Montserrat a Vic, pasando por los capuchinos de Sarriá, por Girona o Tarragona, se envuelve en la "estelada" moviliza a todos sus vicarios: obispos, curas, monjas de clausura, seglares...y no para de intervenir en todos los asuntos relacionados con el secesionismo: manifiestos de apoyo a la independencia, visitas de los obispos a los golpistas encarcelados,  ayunos de curas, monjas y seglares pidiendo al cielo el paraíso en Catalunya. Junqueras es capaz hasta de dialogar públicamente con su "Jesús amoroso y revolucionario" . En el sentido humano, social y político y en las costumbres supongo que todos igual de carcas que siempre. 
Y por el lado del otro nacional-catolicismo, el que envuelve la cruz en la bandera bicolor española, a la que dicen aceptar constitucionalmente y no le vuelven a añadir la gallina, mantiene con los colegas catalanes una actitud contraria a la secesión y distante en lo religioso. Una significativa representación de su plana mayor, no renuncia al adoctrinamiento religioso en las escuelas, ni al privilegio de  su financiación por el estado; continúa su campaña contra el aborto, se ha posicionado con el abad reaccionario del Valle de los Caídos contra la exhumación de la momia de Franco, hace permanentes declaraciones de homofobia....Más o menos como los colegas catalanes, pero sin disimular. 
En resumen, tenemos dos nacional-catolicismos envueltos en sus banderas, que en vez de ser un elemento positivo, en Catalunya y en toda España, para contribuir a la superación de los enfrentamientos históricos y a la defensa de unas condiciones de vida y de trabajo más dignas para las clases trabajadoras, son otro importante elemento para la división entre territorios, personas y clases. ¿Qué harán los buenos dirigentes religiosos cristianos, que los hay, y los cristianos de base, para defender soluciones justas a los problemas planteados. Este es el dilema. No pueden permanecer parados mientras todo se degrada. 

jueves, 30 de enero de 2020

SOBRE COMUNISMOS Y ANTICOMUNISMOS.

La derecha y, sobre todo, la extrema derecha, entierran y desentierran, flotan y hunden el comunismo a conveniencia de sus intereses.Toda la parafernalia reaccionaria, de orientación populista fascista, saca a relucir el comunismo cuando piensa que el sistema no domina totalmente el panorama y deja colarse a peligrosos rojos en áreas de poder. Áreas de poder gobernadas por grupos y gentes que no cuestionan nada de fondo del sistema en el que desarrollan su actividad, que tienen de comunista lo que yo de fraile. Y esa extrema derecha va a los lugares, barrios y zonas de fuerte presencia de trabajadores asalariados y de histórico voto a la izquierda, la sociedad que vende su fuerza de trabajo en el mercado para vivir, a prefabricar y vender sus mentiras de soluciones milagrosas a sus duras condiciones de vida, frente al deterioro del pensamiento de clase e internacionalista que nunca deberían perder los grupos, organizaciones y personas que intentar representar, defender y organizar a las fuerzas del trabajo. Antes de continuar la argumentación sobre esto, una breve disertación sobre el sistema.
El núcleo de pensamiento capitalista dominante y sus escuelas de adoctrinamiento y publicidad social son capaces de enterrar y desenterrar cualquier tesis o discurso en pro siempre de decir lo que hay que decir o callar para mantener el predominio de su poder, especialmente  en las mentes. Hace décadas, después del derrumbe de la Unión Soviética, enterraron definitivamente el comunismo, descartando cualquier otro sistema económico, social y político que no fuera el capitalismo en sus diversas formas, según los cambios formales que necesitare su realidad. Pero, resulta que a la más pequeña lo desentierran, al grito de que "vienen los comunistas". Ahora, en España hay, según ellos, un gobierno "rojo". 
Y lo más paradójico es que tienen colaboradores de esos "rojos". Los que hace años dejaron de llamarse públicamente comunistas con naturalidad, por aquello de que caída la URSS se tenían que buscar otros referentes y otros nombres, lo desentierran,  a conveniencia de una teórica "clientela" que creen tener, y lo camuflan y esconden cuando de hablar con los diversos representantes del sistema se trata. Ya saben  de "asaltar el cielo"  a tocar el timbre, de pasar de Vallecas a Galapagar, de ser duros contrincantes a disputar el poder al PSOE, a integrarse en un gobierno presidido por un presidente que lo manipula todo, diciendo un día una cosa y al siguiente otra, y que no hará nada más que lo que ordenen sus amos. Y aquí están con Podemos  los subordinados que salvo alguna declaración retórica de vez en cuando defienden lo mismo. 
Y aunque pueda parecer incorrecto, me gustaría que esta extrema derecha que recoge votos prefabricados por sus mentiras y defiende las actitudes más reaccionarias en España y en el mundo, estuviera lo más cerca posible de las puertas del sumidero político que ya no del patio de presidio. Y para hacer esto posible, no sirven de mucho las declamaciones anti fascistas de los "buenos", mientras se hacen la foto con los otros reaccionarios nazional independentistas que son los que han hecho surgir con fuerza a VOX. 

domingo, 26 de enero de 2020

MANDAR A LA DERECHA A LA SENTINA POLÍTICA. POR UNA IZQUIERDA QUE RECUPERE SENTIDO ÉTICO, DISCURSO POLÍTICO VERAZ Y CREÍBLE, SIN ECHAR MANO DE TANTOS EMBUSTES Y RECURSOS CÍNICOS. 


A los jefes de VOX que quieren hacer retroceder España a una Dictadura cutre de palo y silencio, al facineroso Ortega Smith que vomita su miseria moral y política contra las "13 Rosas"  que sus criminales antecesores asesinaron; a los degenerados subalternos medios que como Fidel Valcarce, de VOX de  Bétera en Valencia, para justificar su voto en contra del homenaje a cuatro vecinos del pueblo que fueron confinados en los campos de exterminio de la Alemania nazi, tiene el cinismo, merecedor de presidio, de decir "...igual sufrieron los de un bando que los del otro", poniendo al mismo nivel a los verdugos nazis, responsables de millones de crímenes, que a los que lucharon contra el nazi-fascismo y fueron internados, torturados y asesinados. No pongo de momento  más ejemplos de los muchos que ha dado en poco tiempo la extrema derecha de VOX, apoyada por la derecha del PP y de Cs, potenciada por la derecha nazionalista catalana y secundada por la inutilidad verborreica  de la "izquierda" palanganera.
Pero sí quiero hablar de algo que se está desarrollando estos días en Madrid, por obra y gracia del gobierno de las derechas: Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad, y José Luís Martínez Almeida, alcalde, reciben al golpista venezolano Guaidó. Y al mismo tiempo Felipe González clama que este individuo es el presidente legítimo de Venezuela, mientras Pedro Sánchez, que ya reconoció a Guaidó  hace un año, ahora se mantiene en segundo plano discreto y envía a recibirle al ministro de Exteriores. Hace tiempo que los dirigentes del PSOE han coincidido con la derecha en defender a los golpistas venezolanos. Ahí están las fotos que lo atestiguan. Y la "izquierda" pone el grito en el cielo contra la derecha, como lo pongo yo, pero olvida fácilmente esos hechos y aquellos tiempos en que Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, recibía al padre del golpista Leopoldo López, celebraba la salida de su embajada en Caracas de Lilian Tintori, esposa de López,  y pedía la libertad de los golpistas Capriles, Ledezma y compañía. O sea, que se hace lo mismo sin dejar de hacer el discurso que interesa a cada cual y en cada momento, sea verdadero, falso, o una cosa y la otra.
O sea, que es casi un deber mandar a la extrema derecha y a sus ayudantes al sumidero, pero para que ello sea posible es imprescindible la existencia de una izquierda, sin comillas, que recupere plenamente su sentido ético, un discurso y una práctica veraz y creíble que elimine la retórica inútil y descarte el cinismo, la mentira y el oportunismo arribista. Es lo único que puede recrear la imagen de la política ante la ciudadanía como el instrumento colectivo para cambiar las cosas en sentido social.