Miguel Hernández es ya uno de los más grandes poetas en lengua castellana de todos los tiempos. Es,asimismo,uno de los grandes en cualquiera de las lenguas. A pesar de haber sido asesinado, como muchos otros, en las cárceles franquistas antes de cumplir los 32 años. Si a esta edad escribió lo que escribió,en condiciones de necesidad económica y de guerra, podemos imaginar lo que hubiera sido su creación si su vida se hubiese desarrollado hasta una edad avanzada.
Miguel Hernández tenía un don, era poeta con una gran intuición para convertir sus impresiones sobre la realidad humana y social, sus deseos, amores, penas, en las
más bellas metáforas e imágenes poéticas y literarias. A pesar de las dificultades iniciales que tuvo para desarrollar su actividad poética las superó con una voluntad de hierro para ejercer su libertad de pensar y crear, aprendiendo, leyendo, amando y cultivando con pasión el idioma. El Miguel Hernández, poeta universal, se forma desde su don natural, su intuición y su trabajo incansable. Su compromiso social y político, inicialmente por su cercanía con los más pobres, explotados y marginados por las clases dominantes, por su actitud contra la injusticia que golpea al mundo del trabajo, a obreros y campesinos, contra los yugos que humillan a las personas, se convierte en compromiso militante organizado.
Miguel Hernández se hace comunista. El poeta quiere unirse con la colectividad que sufre y lucha, con los trabajadores y trabajadoras manuales e intelectuales que no solo contemplan la realidad para denunciarla y maldecirla sino para transformarla. Es consciente de que frente al capital expoliador, frente a los brutales asesinos que son capaces de cometer todas las barbaridades para no perder ni uno solo de sus privilegios, solo hay un camino: organizarse, unirse y luchar por un cambio social que restituya la riqueza creada por el esfuerzo, el sudor y el sacrificio a sus verdaderos dueños. Fue un honor para el Partido Comunista de España y militantes contar en sus filas con Miguel Hernández. Es un honor para los militantes del PCE y para muchos comunistas poder llamarle camarada. Nunca aceptaremos las muestras de hipocresía que homenajean al poeta en el centenario de su nacimiento, intentando convertirlo en un icono de la beatería cultural y del mercado, de la misma manera que lo hicieron con Dolores. Miguel Hernández fue un poeta del pueblo,por el pueblo y para el pueblo,como muy bien dicen sus versos:
"Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta...."
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