Michele Bachmann, aspirante a candidata a la Presidencia de Estados Unidos por la extrema derecha del Partido Republicano, no muy lejos en conjunto de la extrema derecha, afirma que ganará las elecciones presidenciales del próximo año y, además de rebajar los impuestos, siempre son los de los ricos, de privatizar hasta el aire, de reducir y privatizar servicios públicos como la sanidad, la educación, el sistema de subsidio de paro, o lo poco que queda de todo ello en el sistema público, defenderá que el país vuelva a Dios, combatiendo el laicismo, persiguiendo la brujería moderna y predicando desde el poder que las mujeres vuelvan a ser sumisas con sus maridos, como mandan los sagrados textos. Todo un programa de modernidad y renovación.
Otros candidatos, como Rick Perry, actual gobernador del estado de Texas, con el mismo programa económico y social que la anterior, afirma con la contundencia del fanático reaccionario que los males del país vienen porque la ciudadanía se ha alejado de Dios y como todos los derechos emanan de Dios, no de las conquistas sociales históricas producidas por la lucha de la clase trabajadora, ni por las leyes, parece ser que estos males son el castigo dívino producido por este Dios cruel y despiadado que castiga a la humanidad desencarrilada y perversa.
El resto de candidatos republicanos del Tea Party o de los aledaños, incluidos los más moderados, van en una línea parecida en lo económico, lo social, lo político y lo ideológico. Para todos ellos y ellas Obama es un peligroso socialista, para algunos hasta comunista. Algunos de los máximos exponentes del Partido Demócrata imitan a sus colegas republicanos, especialmente en privatizaciones, impuestos y reducción de derechos sociales. Hasta aquí América, la de EEUU. ¿Y Europa?
En Europa practicamente todos los dirigentes conservadores, liberales, cristiano demócratas y social liberales, antes socialdemócratas, van en la misma línea. Pero hoy quisiera hablar de un potente aliado, o socio, o accionista: la iglesia católica, que al igual que en EEUU protestantes, evangélicos o católicos, defienden en su mayoría las tesis de sus políticos más conservadores, aquí hacen algo parecido. Ratzinger, El Vaticano, la mayoría de jerarcas, combaten activamente el aborto, el preservativo, la homosexualidad como tara o enfermedad a curar, y el laicismo como una de las principales causas de la depresión europea, llegando a afirmar sin rubor que el problema principal no es la crisis, no mencionan el capitalismo del que forman parte indisoluble, sino el laicismo, la falta de fe, el ateísmo, las ideas materialistas que inducen al consumismo, que ellos sostienen con riquezas y boatos, arremetiendo en todo caso contra el materialismo que reflexiona sobre otro mundo posible, el socialismo, el marxismo... El cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach alentó a los "peregrinos" en su paso por La Sagrada Familia a difundir la fe contra el laicismo. Lo siento mucho, pero la obra social de la que alardea la iglesia jerárquica es más el resultado del trabajo abnegado de mucha buena gente, que no el fruto de la acción de la iglesia, la de antes y la de ahora. La limosna no debería servir de coartada para, a continuación, poder defender el capitalismo como el valladar contra el socialismo y el comunismo, cuando es precisamente este sistema económico y social el causante principal de todas las crisis y sus consecuencias sobre gran parte de la humanidad.
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