En los años 50 del pasado siglo, Franco y su régimen empezaron a vender partes de España a los Estados Unidos para que instalaran bases militares y armas. Zapatero termina la venta más de 50 años después. Franco y Zapatero han seguido una misma línea contínua de subordinación a los EEUU. Y no crean que exagero al ponerlos en el mismo saco, contengo mucho el lenguaje. Franco tenía dos motivos, entre otros, para llegar a un acuerdo con EEUU: romper el ya muy relajado aislamiento internacional del régimen, en plena guerra fría, y continuar combatiendo el comunismo, representado entonces por la URSS. El acuerdo con el militarismo de EEUU y socios tenía justificación para continuar defendiendo la Dictadura. Zapatero, un político tonto, ambicioso, desastroso y fracasado, se va y nos deja los misiles de EEUU y de la OTAN, el Estado del mundo y la organización militar más terroristas.
Zapatero, el que encabezaba manifestaciones contra Aznar y no se levantaba cuando desfilaba la bandera yanqui, es el gran fraude contra la paz, la convivencia entre los pueblos y la política para dirimir los problemas, cuando los hay, entre éstos. Zapatero, Rubalcaba, Jiménez y Chacón, su gobierno y el PSOE, acompañados del PP, que ha mostrado su pleno acuerdo, por "la obligación ineludible de defender el territorio", me imagino de CiU y de otros que ya hablarán, acaban de enterrar total y definitivamente varias cosas: los acuerdos de OTAN SÍ, sin estar en la estructura militar, resultado del Referéndum y los resultados de las luchas contra las bases militares, que redujeron la presencia militar imperialista en España. Zapatero, el PSOE, el PP y los cómplices necesarios simbolizan el nuevo franquismo, con formas diferentes pero con contenidos que incluso agravan algunas de sus políticas. Son el neoliberalismo y el pensamiento único, camuflados en la "democracia representativa". Ni siquiera disimulan.
El acuerdo con la OTAN para instalar de forma permanente buques de guerra en Rota, que pueden llevar misiles nucleares, con lo cual España está en la diana permanente, y 1300 soldados más, ha ido acompañado de la promesa de Zapatero de que eso quizás crearía mil puestos de trabajo. Hay que ser miserables, él y los dirigentes de su gobierno y partido, para jugar en estos momentos con la promesa de puestos de trabajo mintiendo y embaucando a la gente que no los tiene o puede perderlos, y prostituyendo su mentalidad. Los y las que confien en la palabra de ese gran embustero y le crean, ya no es que sean ingenuos, simplemente se rebajan a su altura.
En un solo día se han producido dos bufonadas: una cutre, ofensiva para pobres, parados y trabajadores/as, el bodorrio de los Alba e invitados; y otra peligrosa, la venta del país para almacén de armas para matar y la compra de conciencias por cuatro chavos. Zapatero, al igual que González, Aznar, otros políticos y los ex-directivos de las cajas, se prepara el porvenir millonario. De la política quiere sacar, como los otros/as, el máximo rendimiento. Se lo pagaremos entre todos. Vuelvo al título: bastardos.
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