CULTURA BURGUESA.
Se ha agotado hace tiempo el impulso cultural de la sociedad liberal-burguesa y ha desaparecido aquel esquema de "convivencia" basado en un pacto social controlado, con un cierto reparto de responsabilidades, con determinados derechos laborales y sociales, con un sector público operante en la economía, con una mano de obra "respetada". Queda claro que todo ello fue acordado, después de la segunda guerra, entre la izquierda socialdemócrata y el capital con la condición de no cuestionar el capitalismo. La izquierda real, que no aceptó esto, fue entrando poco a poco en la dinámica de mejoras económicas, laborales y sociales, perdiendo de vista el horizonte del cambio social revolucionario, o socialista. No es ninguna crítica al papel de la izquierda real, sino la descripción de una realidad, que, en el marco de la guerra fría, hacía muy defícil la acción y lucha contra un capitalismo keynesiano, con ciertas normas, controles y tinte social. La existencia de la URSS y del llamado campo socialista, a pesar de sus contradicciones internas, era un real contrapoder que impedía la realización íntegra del programa neoliberal por el cual pugnaban las fuerzas dominantes del capital, con sus intelectuales orgánicos al frente, (léase escuela de Chicago y otras). Caida la URSS, se desmandaron y gritaron "ha llegado la nuestra", o sea, el neoliberalismo sin ley. Y en esas estamos. Sólo queda el ejército de reserva, más numeroso y desvalido que nunca, el paro o el trabajo precarizado, la privatización, del sector empresarial hace tiempo, de los servicios ahora, una clase media empobrecida y muchos pequeños y medianos empresarios fracasados. Resumiendo, la libertad absoluta del capital, el fascismo blando, o liquidación del pensamiento colectivo organizado, la amenaza y el boicot contra el disidente y la guerra cuando es necesario para vender armas, controlar y saquear. En la cúspide de esa realidad todos los grandes medios de comunicación-propaganda para inyectar la "verdad" en el cerebro.
Cuando sus planes son contestados, como ocurre en Grecia, utilizan todos los mecanismos para liquidar las protestas, incluida la violencia del estado, o de la Unión Europea si es necesaria, o la provocación de los encapuchados, infiltrados y agentes directos de la reacción. Una advertencia ante ello, aunque la violencia social la crea el sistema, no responder con la misma violencia, sino con millones de personas en la calle, con propuestas concretas y programas políticos para construir, pacientemente pero sin parar, una alternativa al capital. Seguramente reitero cosas dichas y conocidas, ojalá que su repetición contribuya a avanzar en ese camino.
SOBRE ALGUNOS CONTENIDOS DE REVISTAS "ALTERNATIVAS".
Me sorprende que a estas alturas de la guerra de Occidente y jeques medievales contra el pueblo libio y después de las brutales imágenes de última hora, todavía haya revistas de ¿izquierda? que mantienen en sus redacciones a defensores de la guerra con la excusa, cada vez más desacreditada, de las rebeliones árabes, convertidas por esos apologetas en revoluciones, que nunca han existido.
Como también es inmoral la versión difundida para engañar a la gente, de que la intervención de la OTAN es la que hubiera deseado el pueblo cuando Franco y el fascismo español se sublevaron contra la IIª República. Franco fue apoyado militarmente por la Alemania nazi y la Italia fascista, mientras las democracias occidentales inventaron la "no intervención" y giraron la espalda a la República. Sólo la URSS y México, además de las gloriosas Brigadas Internacionales, apoyaron a la IIª República. Hoy, los llamados rebeldes libios y sus amos son la versión actualizada de los franquistas, y la OTAN, en representación de las mismas democracias que inventaron la "no intervención",es el equivalente al fascismo alemán e italiano, el que bombardeó las ciudades españolas asesinando a miles de personas, igual que la OTAN bombardea las ciudades libias asesinando a otros miles de seres humanos.
El pueblo español deseaba de las democracias la intervención democrática y armas para defenderse, no bombardeos. La República cayó y Franco impuso el nacional-catolicismo. Los mercenarios libios, con el beneplácito de la OTAN y del Occidente canalla, imponen la sharia.
Me ha gustado mucho su entrada. Intentando no extenderme mucho: espero que los comunistas rusos consoliden su ascenso, seguramente eso ayude a la reorientación de la izquierda europea -Ud. mismo ha señalado recientemente la necesidad de alianzas regionales, aunque me pregunto cuál será la reacción (o reacciones) de la/s izquierda/s europea/s, si llegara a ocurrir. Si la actual Rusia sigue siendo en cierta medida un contrapoder está claro que es porque tiene la historia que tiene.
ResponderEliminarEn cuanto a las revistas “alternativas”, totalmente de acuerdo: un artículo -de un nicaragüense, creo-, publicado paradójicamente en rebelion.org, indicaba que Libia era la prueba del algodón de la izquierda -o algo similar. Por mi parte, a pesar de haber sido un lector -y en cierta medida difusor- asiduo de rebelión y kaos, desde que empezaron con la política de “una de cal y dos de arena” con respecto a Libia ni los piso -salvo muy accidentalmente y porque Google no ofrece alternativas. Sobre algunos intelectuales -léase más significadamente Alba Rico, aunque obviamente no es el único- lo ha dicho usted mejor, más claro, y seguro que con mayor fundamento, que nadie.
Creo que la izquierda en España necesita un medio de comunicación -de masas, o sea, TV-, y aunque sea haciendo una colecta – seguro que muchos lo apoyaríamos- y lo más modesto del mundo habría que intentarlo.
Un saludo, gracias,...y siga insistiendo, que nunca es bastante,
interino2