NACIONALISMOS, INDEPENDENTISMOS E INTERNACIONALISMOS.
Desde hace bastante tiempo no hablo sobre ETA, ni sobre Batasuna, ni sobre la recién constituída marca Amaiur. De eso ya se encargaban de hablar el PP, el PSOE y los propios independentistas, cada uno defendiendo sus intereses. A mí me importaba muy poco ese debate. Después de las elecciones de mayo y las generales del 20N, parece que para algún sector de irredentos revolucionarios de salón, que ven a Amaiur casi como el centro de gravedad de la revolución española, si no aplaudes hasta con las orejas el éxito espectacular de esa organización, coalición, o lo que sea, es que eres un maldito centralista, españolista o fascista.
Voy a hablar, aunque sea sólo por una vez, de unas cosas para mí elementales, que hasta hoy había obviado de mis escritos y urgencias. Algunos apoyos políticos, morales, y hasta ideológicos, ponen a Amaiur, antes a Batasuna, como la alternativa revolucionaria de la izquierda, válida para comunistas e izquierdismos variados. No creo en nada de eso, mi experiencia personal y colectiva, del PCE y de IU, en relación a ETA, Batasuna y otros, ha sido absolutamente negativa y ha agotado mi credibilidad. En el PCE pensábamos hace muchos años en la construcción de una izquierda vasca de orientación socialista en la que Batasuna iba a jugar un gran papel cuando se terminaran los tiros y las bombas. Nuestros contactos con ese mundo resultaron siempre un fiasco ya que a los interlocutores abertzales sólo les interesaba hablar de la independencia y de que cuando ésta se consiguiera sería el momento de hablar de programas sociales y económicos. Después de muchos años, nada, el llamado Movimiento de Liberación continuaba rozando, siempre en la imaginación, sus objetivos históricos. Posteriormente vino el Pacto de Lizarra, en el que el PCE e IU apostaron firmemente para encontrar una via política que permitiera acabar con el terrorismo, lucha armada o patriótica, dicen otros. Una pequeña anécdota poco conocida, unos meses antes de la firma del Pacto en septiembre de 1998, si no recuerdo mal, llegó al PCE un mensaje con una petición de entrevista con ETA, a la cual, discretísimamente, contestamos que sí. El interlocutor iba a ser yo. Pasaron los meses y no se supo nada; luego nos enteramos de que los contactos previos a Lizarra fueron con el PNV, tal como salió posteriormente publicado en documentos de ETA. Lo que hablaron o negociaron se tradujo, previsiblemente, en el Pacto de Lizarra, un pacto que no sirvió para avanzar hacia la paz y que fue negativo para IU como firmante, cuando ETA lo rompió reanudando los atentados. Mucho después vino el proceso de paz con el gobierno Zapatero, que ETA volvió a dinamitar con el atentado a la T4 de Barajas y la muerte de dos personas. El PCE e IU apoyaron este proceso, a pesar de los precedentes negativos. El PCE e IU denunciaron con claridad el terrorismo de estado, el GAL y las torturas, cuya expresión más brutal fue el asesinato de Lasa y Zabala, después de haberlos torturado, o el secuestro de Marey, entre otras fechorías. El PCE e IU votaron también en contra, y denunciaron, la Ley de Partidos.
A mí, personalmente, se me acabó la cuerda. Creo que ETA ha contribuido mucho a que la sociedad española se volviera más conservadora y reaccionaria en relación a asuntos tan importantes como la pena de muerte y la cadena perpetua, cuya abolición en un país con 40 años de dictadura fascista fue importante. Su acción, después de la amnistía de 1977 y del intento de golpe de Tejero, ha sido absolutamente negativa para la lucha del movimiento obrero, para avanzar hacia niveles más altos de democracia, e incluso para situar con más fuerza la lucha por la memoria histórica y juzgar el período franquista, con sus asesinatos, torturas y juicios, como ilegal, para su condena definitiva, acabando con el silencio de la transición. El terrorismo de ETA lo ha enturbiado todo, dificultando la denuncia más contundente de la etapa franquista al tener que hacer frente a la reacción popular que levantaba los atentados de ETA en la sociedad vasca y española.
Amaiur y el conjunto del abertzalismo dicen que se desenganchan definitivamente de esta etapa de "lucha armada", para defender sus posiciones politicamente. Bienvenida sea la decisión. Suerte y política, a mí no me causa ni frío ni calor. Estoy abierto al futuro. En todo caso continuaré defendiendo una España federal y republicana con orientación socialista y me entretendré poco en conocer el impulso social de Amaiur, que dice que viene al Parlamento a defender los derechos de Euskal Herría. Yo, como comunista e internacionalista, prefiero continuar defendiendo los derechos de toda la clase trabajadora, la vasca, la española, la europea, la africana, la americana y la asiática. Considero que los derechos políticos, sociales, de lengua y cultura, en Euzkadi y en el resto de España, están reconocidos y son vigentes desde hace mucho tiempo. Yo seguiré abierto al futuro para analizar y juzgar los hechos.
(I)
ResponderEliminarHe leído con mucho interés esta entrada suya y es de agradecer, por ilustrativo en torno a esta cuestión, que cuente con tanta claridad cuáles han sido sus experiencias y su postura actual en base a éstas. Estaba escribiendo algunas ideas que me han ido surgiendo a partir de la lectura de su texto y de otros -buscando otro texto me he topado, por pura casualidad, con el texto de Lenin El problema nacional en nuestro programa que no conocía y que, creo, resulta clarificador en este sentido - pero creo que resultaría largo y además innecesario. Lo que sí me gustaría señalar es que resulta evidente que, al igual que en el resto de España es IU la formación que aglutina a la izquierda y no el PCPE o cualquier otra, en el País Vasco es Amaiur la que ahora aglutina a la mayoría de la izquierda allí. Hay que añadir que la izquierda abertzale tiene además una capacidad de convocatoria que es, creo, indiscutible -es decir, que están convencidos de que ese es el camino y lo apoyan sin fisuras- por lo que la indiferencia con respecto a Amaiur es indiferencia con respecto a la mayoría de izquierdas en el País Vasco -como en todas partes, imagino, unos serán más de izquierdas y otros menos, como de hecho señalan algunas “corrientes” de la IA que coinciden en el análisis que usted hace sobre el predominio de los planteamientos independentistas sobre los relativos a la transformación económica (p.e., http://www.rebelion.org/hemeroteca/izquierda/ehk201101.htm ). En cualquier caso, si están errados o no con respecto a la independencia como primer objetivo o como parte indispensable para la transformación social, puede ser discutible -yo diría que si remotamente su propósito es el socialismo, en el contexto de una Europa capitalista y enmarcada en la OTAN, sí que están errados, pero esa es mi opinión. En definitiva, estén o no equivocados, el independentismo per se, entiendo, no tiene por qué ser ni erróneo como estrategia ni incompatible con el internacionalismo, como parece que usted señala, dependerá de las circunstancias y son esas las que, en todo caso, cabe analizar conjuntamente y llegar a conclusiones, más aún cuando no existen ya las dificultades que usted señala en su escrito.
Por supuesto, no cabe tampoco tildar de “españolismo” defender la tesis de la unidad con España siempre que esto se haga, como evidentemente es su caso, desde una perspectiva de clase -de hecho en el texto anteriormente referido de Lenin parece pesar más el planteamiento unionista que el independentista, independientemente de que se admita el derecho a la autodeterminación en función de las circunstancias y lo mismo puede decirse de un texto de Marx que citan, precisamente, en la web de EHK ( http://www.nodo50.org/ehk/index.php?option=com_content&view=article&id=210:es-tiempo-de-los-comunistas-abertzales&catid=51:editoriala-ehk&Itemid=197 ) en el que éste defiende de forma contundente la unidad alemana en la constitución de la república frente a autonomismos y autodeterminaciones (curiosamente también en la web mencionada dejan en inglés “self-determination”). Cierto es también que en España, mientras más a la derecha, más fuerte es la oposición a los planteamientos independentistas y esto incluye seguramente también al PNV y a otros grupos de derecha en otras autonomías (p.e., CIU), cuya estrategia real parece ser mantenerse dentro pero obteniendo beneficios en sus negociaciones con el Gobierno central. También esto último es significativo y debería entrar dentro del análisis, me parece a mí.
(continúa)
(II)
ResponderEliminarEn cualquier caso, como argumento en contra de la independencia como estrategia para la consecución del socialismo, si es que es ese el propósito de Amaiur o de sus componentes mayoritarios, parece innegable que los procesos de división de antiguas confederaciones o la obstaculización a la creación de unidades políticas mayores son buscadas precisamente por el imperialismo como una forma de debilitar la respuesta ante éste, por lo que se hace difícil explicar que en este caso concreto la situación deba verse de forma distinta. Aquí mismo, en España, vemos por ejemplo cómo las políticas contra los trabajadores del sector público realizadas en una comunidad autónoma son repetidas posteriormente en otras comunidades. En mi opinión, la propia división de los trabajadores en comunidades autónomas a lo que lleva es a dar una respuesta más débil por parte de los trabajadores ante unas políticas que son las mismas o muy similares en distintos territorios y que son llevadas a la práctica con mayor facilidad, precisamente, por la falta de cohesión de los trabajadores de esos distintos territorios y por efectuarse dichas políticas en momentos también distintos: lo que ocurre allí no me incumbe, parece pensarse, pero cuando eso mismo llegue aquí ya existe, entre otras cosas, el precedente de allí, de modo que a los siguientes se les hace mucho más complicado hacer frente a la agresión.
En fin, no me extiendo más, un saludo y gracias, en cualquier caso, por su reflexión,
interino2
Recomiendo leer:"Kissinger en el asesinato de Carrero" en Crónica Popular. Y "La Transición española se diseñó en la sede central de la CIA".
ResponderEliminar"La Transición española se diseñó en la sede central de la CIA" la he leído en La República"
ResponderEliminarHe leído "Kissinguer en el asesinato de Carrero". Por lo que dicen los documentos ,tanto el PNV como ETA, colaboraban con la CIA. Es curioso que se enteren ahora, cuando hasta Vazquez Montalban escribió una novela sobre el gobierno vasco en el exilio, sobre Aguirre y la colaboracion del PNV con dicha agencia durante muchos años ,infiltrándose en los movimmientos de izquierda de Latinoamérica como exiliados republicanos y denunciando y entregando a muchos de sus militantes y líderes, a los que la CIA entregaba a los dictadores de cada pais para ser torturados y asesinados.La novela de Vazquez Montalban fué un éxito.Y estaba basada precisamente en las investigaciones que hacía una universitaria norteamericana sobre la desaparición de uno de éstos agentes creo recordar, y encuentra numerosa documentacion que la conduce a desentrañar ésa tela de araña creada por los movimientos independentistas vascos.Por cierto Arzalluz en una entrevista que le hicieron en un diario aleman cuando le preguntaron si era verdad qu el PNV había colaborado con la CIA respondió afirmativamente. Su excusa:que les prometieron la independencia del país vasco. Todo está publicado hace mucho tiempo,pero parece que nadie quiere enterarse.Por cierto que parece que la izquierda de América latina tampoco quiere conocer ´la Historia ¿O Sí?.En éstos asuntos de servicios secretos todo es posible y por éso se denominan secretos ¿no?
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