Felipe González no tiene bastante con ir a Venezuela en época electoral a hacerse la foto con Capriles y apoyar a su partido de la derecha "socialdemócrata" y a todos los amigos del social liberalismo, rememorando la relación fraternal que tuvieron en el pasado Carlos Andrés Pérez de Acción Democrática y González del PSOE en la "Internacional Socialdemócrata". Ahora da un paso más: se va a Venezuela a ofrecer sus servicios de abogado para defender a los implicados en los reiterados intentos de golpe de estado contra el gobierno de Hugo Chávez primero y ahora de Maduro. Y, cómo no, se le une rapidamente Vargas Llosa, el representante del PP y de la derecha mundial en todas partes. Los dirigentes del PSOE, empezando por Pedro Sánchez, y los del PP, con Aznar y Rajoy a la cabeza, se les unen y aplauden por defender, dicen, la democracia y los derechos humanos en Venezuela. No importa que unos y otros estén enfangados hasta las cejas en la corrupción y en el clientelismo, ni que en Venezuela hayan habido más elecciones que en cualquier país "democrático", incluido un referéndum revocatorio, algo inexistente en Europa. No importa que el PSUV y sus aliados hayan ganado limpiamente todos los procesos electorales, como han tenido que reconocer los numerosos observadores internacionales que controlan las elecciones.
Haciendo un breve relato de la historia de Venezuela de las últimas décadas nos encontramos que Carlos Andrés Pérez, de Acción Democrática, fue elegido presidente dos veces, y acusado de corrupción en la primera en la segunda tuvo que salir casi por piernas por los mismos motivos. A la par, Acción Democrática y el COPEI, demócrata cristiano, tuvieron la responsabilidad del empobrecimiento de la mayoría de la población en un país que nadaba en la abundancia económica por el precio del petróleo, abundancia económica de la que sólo se beneficiaban las clases dirigentes. Se produjo el "caracazo" en 1992, explosión social de los más pobres que se saldó con numerosos muertos por la represión. Posteriormente, en 1998 Hugo Chávez ganó las elecciones y se puso en marcha por primera vez en Venezuela un amplio programa económico-social, educativo, sanitario y de vivienda que, en pocos años, tuvo resultados espectaculares en la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores, en la eliminación del analfabetismo, y en el avance de la atención sanitaria y la construcción de viviendas, algo que las propias agencias de la ONU han reconocido sin ambages.
No es el peligro de que Venezuela dé un golpe de estado contra EEUU lo que mueve a todas las derechas mundiales a intentar liquidar el proceso venezolano, acusación cómica y patética si no fuera porque estos pájaros no amenazan en vano, sino el peligro de que Venezuela sea un ejemplo para América y el mundo. Denunciar las operaciones de Felipe González y de Vargas Llosa, que pide la intervención de los "países democráticos" de América Latina contra la "dictadura" venezolana, y mostrar la solidaridad con el pueblo y el gobierno bolivariano es la tarea de los revolucionarios y demócratas de verdad, que no se escudan detrás de este concepto para camuflar sus fechorías
SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO Y EL GOBIERNO DE VENEZUELA.
NO A LA GUERRA. NO A LA OTAN. 25 ABRIL TORREJÓN.
LIBERTAD PARA CHELSEA MANNING, ASSANGE Y SNOWDEN.
Haciendo un breve relato de la historia de Venezuela de las últimas décadas nos encontramos que Carlos Andrés Pérez, de Acción Democrática, fue elegido presidente dos veces, y acusado de corrupción en la primera en la segunda tuvo que salir casi por piernas por los mismos motivos. A la par, Acción Democrática y el COPEI, demócrata cristiano, tuvieron la responsabilidad del empobrecimiento de la mayoría de la población en un país que nadaba en la abundancia económica por el precio del petróleo, abundancia económica de la que sólo se beneficiaban las clases dirigentes. Se produjo el "caracazo" en 1992, explosión social de los más pobres que se saldó con numerosos muertos por la represión. Posteriormente, en 1998 Hugo Chávez ganó las elecciones y se puso en marcha por primera vez en Venezuela un amplio programa económico-social, educativo, sanitario y de vivienda que, en pocos años, tuvo resultados espectaculares en la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores, en la eliminación del analfabetismo, y en el avance de la atención sanitaria y la construcción de viviendas, algo que las propias agencias de la ONU han reconocido sin ambages.
No es el peligro de que Venezuela dé un golpe de estado contra EEUU lo que mueve a todas las derechas mundiales a intentar liquidar el proceso venezolano, acusación cómica y patética si no fuera porque estos pájaros no amenazan en vano, sino el peligro de que Venezuela sea un ejemplo para América y el mundo. Denunciar las operaciones de Felipe González y de Vargas Llosa, que pide la intervención de los "países democráticos" de América Latina contra la "dictadura" venezolana, y mostrar la solidaridad con el pueblo y el gobierno bolivariano es la tarea de los revolucionarios y demócratas de verdad, que no se escudan detrás de este concepto para camuflar sus fechorías
SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO Y EL GOBIERNO DE VENEZUELA.
NO A LA GUERRA. NO A LA OTAN. 25 ABRIL TORREJÓN.
LIBERTAD PARA CHELSEA MANNING, ASSANGE Y SNOWDEN.
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