Aunque no sea exactamente lo mismo sí tiene una estrecha relación. La política, esto que los clásicos llamaban lo más noble, seguramente porque es la única forma civilizada y eficaz para abordar y solucionar los problemas colectivos, tiene sus más y sus menos, sus deformaciones, aciertos y errores. La política, en mi concepción y en la de las ideas colectivas que represento, intentando no traicionarlas a las primeras de cambio, es la reflexión y acción diaria para intentar unir y coordinar sectores amplios de la sociedad, que con su decisión y su fuerza organizada, sean capaces de vencer las inercias y resistencias de los que quieren que todo siga igual porque así mantienen sus privilegios, intereses, capitales y corrupciones. Hasta aquí la política en mayúsculas, ya que muchas veces la política se convierte en burdo politiqueo pactado entre la llamada "clase política", para mantener, unos, su papel de representantes de los intereses del capital, y otros, una cota de "poder", siempre que este poder no cuestione las bases de la sociedad de clases, es decir, del capitalismo.
Y luego, como parte importante y en teoría representativa de los derechos e intereses de la clase trabajadora en sentido amplio, la clase que no vive a cuerpo de rey especulando en sistemas financieros, bolsas y grandes grupos y oligopolios, están las elecciones democráticas para que la ciudadanía determine libremente qué partido y personas gobiernan. Digo, en teoría representativa de los derechos e intereses de la mayoría, ya que, dícese, el voto es libre. Pero, mira por donde, los partidos y personas que, directa o indirectamente, representan los intereses de la clase dominante son los favorecidos por varias cosas: por la imposición forzada y, sobre todo, subliminal, de unos principios y valores individualistas y egoístas sobre los cuales se ha asentado siempre la sociedad de clases y, en la última etapa histórica de la globalización neoliberal, por la "filosofía" de la sociedad de consumo, impulsada y propagada por los grandes medios de comunicación y propaganda de masas, que son, con las leyes y la escuela burguesas, los fundamentales instrumentos de alienación y anulación de la conciencia individual y colectiva crítica.
Todo lo que digo se ha puesto de relieve, por si fuera necesario, en la pasada campaña electoral con el tratamiento que se ha dado a IU. El tratamiento discriminatorio de siempre, que se intensificó hace más de un año cuando IU estaba apuntando en el horizonte político como una real alternativa que cuestionaba el bipartidismo y las políticas conservadoras y neoliberales que practicaban PP y PSOE y sus socios nacionalistas. Las fuerzas dominantes del sistema se alarmaron y pusieron en marcha la operación "renovación" del bipartidismo, manipulando la "ira" ciudadana por el paro, la precariedad, la inseguridad y el escándalo generalizado de la corrupción.
En estas elecciones se trata de recuperar el sentido más limpio de la política como instrumento de solución colectiva de los problemas económicos y sociales. Por ello es imprescindible la más amplia participación de las candidatas y candidatos de IU en ayuntamientos y comunidades autónomas como la más firme garantía de que pueden cambiar realmente las cosas para construir una sociedad más justa, igualitaria, libre y solidaria. Y para que ello sea posible se debe votar a IU en todas partes. Si hace más de un año IU era, según sondeos y encuestas, la opción de entre un 15 y un 20 por cien de las personas que declaraban su opción de voto, ahora debería mantenerse esa opción ya que IU continúa haciendo la misma política que entonces.
VOTAD A IU PARA AYUNTAMIENTOS Y COMUNIDADES.
Y luego, como parte importante y en teoría representativa de los derechos e intereses de la clase trabajadora en sentido amplio, la clase que no vive a cuerpo de rey especulando en sistemas financieros, bolsas y grandes grupos y oligopolios, están las elecciones democráticas para que la ciudadanía determine libremente qué partido y personas gobiernan. Digo, en teoría representativa de los derechos e intereses de la mayoría, ya que, dícese, el voto es libre. Pero, mira por donde, los partidos y personas que, directa o indirectamente, representan los intereses de la clase dominante son los favorecidos por varias cosas: por la imposición forzada y, sobre todo, subliminal, de unos principios y valores individualistas y egoístas sobre los cuales se ha asentado siempre la sociedad de clases y, en la última etapa histórica de la globalización neoliberal, por la "filosofía" de la sociedad de consumo, impulsada y propagada por los grandes medios de comunicación y propaganda de masas, que son, con las leyes y la escuela burguesas, los fundamentales instrumentos de alienación y anulación de la conciencia individual y colectiva crítica.
Todo lo que digo se ha puesto de relieve, por si fuera necesario, en la pasada campaña electoral con el tratamiento que se ha dado a IU. El tratamiento discriminatorio de siempre, que se intensificó hace más de un año cuando IU estaba apuntando en el horizonte político como una real alternativa que cuestionaba el bipartidismo y las políticas conservadoras y neoliberales que practicaban PP y PSOE y sus socios nacionalistas. Las fuerzas dominantes del sistema se alarmaron y pusieron en marcha la operación "renovación" del bipartidismo, manipulando la "ira" ciudadana por el paro, la precariedad, la inseguridad y el escándalo generalizado de la corrupción.
En estas elecciones se trata de recuperar el sentido más limpio de la política como instrumento de solución colectiva de los problemas económicos y sociales. Por ello es imprescindible la más amplia participación de las candidatas y candidatos de IU en ayuntamientos y comunidades autónomas como la más firme garantía de que pueden cambiar realmente las cosas para construir una sociedad más justa, igualitaria, libre y solidaria. Y para que ello sea posible se debe votar a IU en todas partes. Si hace más de un año IU era, según sondeos y encuestas, la opción de entre un 15 y un 20 por cien de las personas que declaraban su opción de voto, ahora debería mantenerse esa opción ya que IU continúa haciendo la misma política que entonces.
VOTAD A IU PARA AYUNTAMIENTOS Y COMUNIDADES.
Mucho me temo Paco, que corren malos tiempos para la lírica y que esas marcas blancas que han surgido con actitud redentorista, están consiguiendo desorientar al personal llevándoselo al huerto. El discurso radical, enardecido, con barniz neoprogre, nos ha cogido con el paso cambiado, peleándonos o mirando hacia no sé donde. Lo dicho, malos tiempos para la lírica.
ResponderEliminarBuenas. Es usted un ejemplo a seguir, siempre Al pie del cañón, con toda la dedicación y esfuerzo para acercarse a conseguir un mundo más justo.
ResponderEliminarEspero que estas elecciones no le desanimen y que siga fuerte frente a lo que nos queda. En varios municipios ha conseguido la mayoría absoluta y eso es memorable. IU es un partido que representa a la izquierda seria pero en estos momentos ha aparecido un partido de cara nueva y limpia, es normal que la gente se decidiese a ellos. Lo importante no es el nombre sino las ideas que hay detrás. La izquierda va tomando terreno e IU debe seguir luchando por ello al igual que usted.
Le mando ánimo y cariño, un saludo camarada.
Me parece muy injusto el resultado. A pesar de todo, a pesar del carajal que han montado en Madrid; a pesar de Podemos; a pesar de la eterna hostilidad de losmedios de comunicación, los ciudadanos han cometido una tremenda injusticia, porque IU ha trabajado mucho y bien por todos nosotros. Tal vez los votantes se han creído lo de "asaltar el cielo", que deberá quedar para otra ocasión porque ahora los asaltacielos van a pactar con al "casta" y ya veremos si no van a salir de esos pactos como el gallo de Morón.
ResponderEliminarEspero y deseo que esta hora difícil sirva de catarsis para IU y que salga de ella más fuerte, coherente y unida. Ya ha tenido otros momentos duros y siempre ha sido capaz de superarlos. Y, por favor, no caigáis en la tentación de las caras nuevas, de los relevos generacionales, de las nuevas modas para elaborar programas o configurar candidaturas. Os necesitamos como sois, aunque haya que sanear algunas cosillas, como jubilar a quienes se aferran a los cargos o a quienes tienen demasiada prisa por llegar a los sillones.
Vergüenza, tristeza, asco. Definitivamente este es un país de gilipollas.
ResponderEliminarIU seguirá siendo la conciencia, la dignidad y el aguijón que recuerde las injusticias de esta podrida sociedad.
Un abrazo compañero.
No perdamos de vista que nuestro porcentaje de responsabilidad por pequeño que sea debe asumirse, hacer autocrítica y depurar responsabilidades. Con las cosas serias no se juega, o acaso, ¿queremos seguir llorando cuatro años más? Un abrazo Paco.
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