Continúan existiendo sobre el papel diversas corrientes ideológicas y políticas: la liberal burguesa; la demócrata conservadora, asimismo burguesa; la socialdemócrata, de centro; la verde, en teoría a la izquierda, en la práctica de centro; la izquierda transformadora, comunistas, socialistas e independientes de izquierda, con una actitud de lucha por la Europa de la igualdad y la justicia social frente a la del capital, por la paz y soberanía de los pueblos frente a las intervenciones imperialistas; los fascistas y ultra nacionalistas... Los liberales, conservadores y socialdemócratas forman el núcleo central y dominante. En la práctica comparten muchas cosas: consideran que fuera del liberalismo económico, neoliberalismo en su fase extrema actual, y el pensamiento único, no hay vida política. Aceptan, por tanto, el mercado globalizado, el sistema financiero especulativo frente a la economía productiva, el Tratado de Libre Comercio que da carta blanca a los grandes grupos transnacionales para pasarse por el forro las leyes internacionales y las de cada país, el consumismo en bienes parasitarios y derrochadores de energía, frente a la economía del consumo racional de bienes necesarios para una vida material y cultural digna, a nivel individual y colectivo. Aceptan también el papel de la OTAN como el brazo armado del sistema y participan junto a EEUU en todas las guerras que se han producido en los últimos años y ahora mismo, aliándose con grupos y movimientos terroristas y financiando mercenarios con tal de derrocar y asesinar a los gobernantes de países soberanos e independientes que no consideran adictos a sus intereses: Iraq, Libia, Siria y Yemen, en estos momentos.
En el resto de protagonistas con presencia en el Parlamento Europeo hay de todo: verdes que aceptan las intervenciones de la OTAN para, según dicen, defender los derechos humanos y la libertad; ultra nacionalistas y fascistas que se oponen a las guerras y que quieren expulsar a los "extranjeros"; Y, finalmente, la izquierda minoritaria que no ha abdicado de su ideología y política, que defiende la Europa de los pueblos frente a la neoliberal del capital y la paz frente a la guerra. Resumiendo, en conjunto no es la "Europa de las luces", es la "Europa de las brumas".
Eso es todo el mosaico, que se reproduce en España con variantes fuertes producidas por las aventuras nacional-independentistas. Coincidencia en lo fundamental de las políticas económico-financieras de fondo, actitud igual ante la guerra de los dos grandes partidos, acompañados del nacionalismo más conservador.
Volviendo al principio, a la calificación de la Europa decrépita,
España incluida, y al desaliento ante el bajo nivel ético y estético de la política, no es de extrañar que la mayoría de la población acepte este sistema sin otra resistencia que decir que la política es el lugar idóneo para hacer dinero, amnistiando, en gran parte, incluso a la corrupción, y no el instrumento para mejorar las condiciones de vida y de trabajo de la mayoría social que crea la riqueza con su esfuerzo. Nos encontramos con una mayoría alienada por una realidad y unos medios de comunicación que sólo hacen periodismo para que estas masas alienadas vayan siempre detrás del último espectáculo politiquero o, directamente, a los programas basura que inundan las televisiones.
Ante esta realidad, las organizaciones políticas, sindicales, los movimientos sociales y las personas que tienen, que tenemos, una actitud reivindicativa frente a las políticas neoliberales y belicistas, y/o anticapitalistas, partidarias de la democracia participativa y del socialismo, tenemos que hacer frente a la situación. Y sólo hay una manera de enfrentarse a la situación: denunciando lo que hay, el porqué y los responsables, a todos los los niveles, centros de trabajo y estudio, en la calle, recuperando sin complejos la ideología y la identidad neta de izquierdas, sin hacer concesiones al sistema de la politiquería permanente, y trabajando por la unidad popular con propuestas políticas y un programa básico que una, organice y movilice a sectores cada vez más amplios y con conciencia crítica. No hay otras alternativas si queremos que avance un proyecto de cambio social sólido. Las conversaciones electorales eternas sobre candidaturas, para no llegar a ningún sitio, sólo sirven para confundir y despistar y llevar al personal al desaliento.
POR LA UNIDAD POPULAR SIN RETÓRICAS. POR UN PROGRAMA BÁSICO DE CAMBIO.
CONTRA LAS GUERRAS. CONTRA LA AGRESIÓN A SIRIA.
CONTRA LAS MANIOBRAS DE LA OTAN. CONVERTIR LAS BASES DE OCUPACIÓN MILITAR DE ROTA Y MORÓN EN BASES PARA LA PAZ Y EL DESARROLLO SOCIAL DE LOS PUEBLOS. HAGAMOS DEL DÍA 24 OCTUBRE LA JORNADA DE GRAN MOVILIZACIÓN CONTRA LAS MANIOBRAS DE LA OTAN.
LIBERTAD PARA CHELSEA MANNING, Y SOLIDARIDAD ACTIVA CON ASSANGE Y SNOWDEN.
Si nos diéramos tiempo para pensar qué está ocurriendo, tiempo y valor. No se quiere mirar al problema de cara, así parece que lo borramos, cuando lo que se está haciendo es incrementarlo. Cada día vamos a tener menos derechos sociales, cada día nos sentamos ante un televisor para no pensar. Como bien dices, estamos perdiendo la propia identidad del ser humano. Las excusas son que no sirve de nada denunciar, gritar, luchar por nuestros derechos, y quizás, en algunos momentos, efectivamente, se siente el desaliento, dan ganas de tirarlo todo por la borda, pero eso es lo que quieren, por eso hay que seguir. Gracias por seguir.
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