ANTONIO GALLIFA.Antonio Gallifa
13:16 (hace 3 horas)
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Queridos amigos: Os reenvío el correo que he mandado a mi antigua agrupación de Técnicos y Profesionales del PC y a la de Izquierda Unida.
La estrategia “política” impuesta por las direcciones del PCE y de Izquierda Unida, y seguida a rajatabla (o exigida) por Alberto Garzón, la “estrategia” dirigida a eliminar Izquierda Unida (ya casi lo consiguen) y a convertir el partido inmensamente histórico y actual, denominado Partido Comunista, en un simple muñeco del pim-pam-pun, se ha pegado un batacazo de órdago. No hace falta dar cifras, porque, aunque enormemente expresivas, es lo de menos. Lo importante, aunque no definitivo, es que han convertido a la única formación política de izquierdas en una auténtica caricatura. Lo importante es que están a punto (pero sólo a punto) de conseguir que no exista la izquierda en el espectro político español.
Ello me causa un profundo dolor, porque he estado militando durante 54 años, y sigo militando, en el Partido Comunista. Y me duele también como antiguo militante de Izquierda Unida, hasta que su dirección me ha expulsado -ésta es la palabra, aunque se le llame “desfederalizado”- junto a la totalidad (5.000 militantes) de la organización de IU de Madrid.
Por ello, ante un hecho tan grave, me dejan asombrado el silencio y la ausencia de autocrítica de las direcciones del PCE y de IU. Una ausencia de análisis y de autocrítica que, con honrosísimas, aunque tímidas, excepciones, ha caracterizado a las numerosas intervenciones en el foro de mi antigua Agrupación de Técnicos y Profesionales del Partido. Entre alguna de estas pseudocríticas destaca la que, al parecer, comparten numerosos camaradas: la actuación de IU -dicen- ha sido una “cagada”. (Incluso Sofía García Hortelano, miembro de la dirección de la Agrupación, ha llegado a decir, con la burla de algunos de sus compañeros, que éste es el camino correcto y que hay que proseguir en él. En esto, quizá por su especial interpretación de la disciplina, repite a Garzón, que ha declarado públicamente lo mismo). Ante los enloquecidos dislates cometidos, ¿cómo pueden algunos comunistas ser tan frívolos? Esto no es una mera actuación ni una simple “cagada”; No es ni siquiera un error: es la plasmación de toda una estrategia dirigida a eliminar a Izquierda Unida e incrustar sus restos en Podemos. Basta con revisar todas nuestras actuaciones en el último período para convencerse de que, paso a paso, de manera organizada, se ha venido persiguiendo este objetivo.
¿Cómo pueden extrañarse estas “direcciones” políticas de que haya centenares de miles de militantes que no han votado esta “coalición”, por mucho que su cursi mentalidad la adorne de corazoncitos y de falsas sonrisas? ¿Por mucho que Garzón, mintiendo una vez más a la opinión pública y a sus camaradas, declare en la televisión que la coalición con Podemos ha sido votada por el 80% de sus militantes, cuando él sabe perfectamente que en ese “referendum” sólo ha querido votar el 20% de sus militantes? ¿Cómo van a votar un programa en el que, para plegarse a Podemos, se consagra la permanencia en la OTAN, en el que se incluye como aspirante de diputado a un destacado general defensor (y ejecutor) de las actuaciones de la OTAN. Y, en el que, entre sus infinitas carencias -lo que es más grave y significativo- se han “olvidado” de referirse a la clase obrera (porque “ya no existe”) y a la defensa de sus valores y objetivos. ¿Cómo van a dejar de tener en cuenta en Madrid que se ha prescindido arbitrariamente (expulsado) a 5.000 militantes? ¿Cómo van a otorgar una mínima fiabilidad a un pacto con un “aliado” cuya finalidad es destruir a IU (Monedero) o laminar a IU (Monedero); que, después de levantar como estandarte que no son ni de izquierdas ni de derechas (como José Antonio Primo de Rivera o como Perón); que, después de repetir constantemente que hay que ignorar a los “viejunos” comunistas porque defienden ideas que ya están condenadas por la historia; que no hay lucha de clases porque no existen clases sociales, sino castas; cuyo jefe, Iglesias, después de todo esto, dice en televisión y grita en su último mitin electoral que “aquí están los luchadores de toda la vida”. ¡Qué falta de vergüenza! Da igual que Pablo Iglesias salga diciendo a estas alturas: un día que es socialdemócrata; otro día que es Olof Palme; al día siguiente, que es la reencarnación de Allende; al otro día, que el mejor político que ha tenido España es Zapatero. ¿Qué más dan estas muestras de cinismo? Él sabe lo que quiere para sí mismo. Y Garzón, que sabe perfectamente lo que hay y lo que no hay, también sabe perfectamente lo que quiere para sí mismo
Todo esto veníamos diciéndolo desde hace tiempo muchos de los comunistas y militantes de Izquierda Unida, y por ello hemos recibido el silencio, la discriminación y a veces -muchas veces- la marginación organizada e incluso la persecución. Yo no soy ventajista y, por ello, aclaro que lo menciono únicamente para defender el derecho de opinión, y que si se evita o se persigue la crítica, se están cercenando las posibilidades de corregir, incluso como en este caso, los mayores errores.
Precisamente, condeno el ventajismo y la venganza, que no deben caber en nuestras filas. Pero sí planteo que hay que abandonar el enloquecimiento político al que nos han estado llevando, para regresar a la sensatez y a la razón.
Es necesario partir desde la base, en nuestro caso, de nuestras organizaciones, restañar heridas e insultos, readmitir, con todos sus derechos, a los miles de militantes que han sido expulsados y que vienen demostrando sobradamente su fidelidad a Izquierda Unida y su deseo de seguir combatiendo en sus filas.
Y, con todo ello, recuperar una Izquierda Unida que nuestro pueblo y nuestros trabajadores necesitan.
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