"UN FANTASMA RECORRE EUROPA", PRIMERA FRASE DEL MANIFIESTO COMUNISTA. ( 2º intento de redacción después del frustrado de esta mañana. No me rindo.).
Los autores del Manifiesto Comunista
y de su frase primera, redactores,
hablaban de la Europa gris y dorada.
Del gris de las barriadas y barricadas obreras,
de sus calles y plazas recorridas
por legiones de condenados en vida
a una inútil reproducción de la riqueza,
válida sólo para parásitos sociales.
Hablaban también del cielo gris matinal,
atravesando como sombras lluvia y frío,
con madrugadas de noches mal dormidas,
y albas con mesas de pan y calor vacías,
Hablaban asimismo del olor rancio
que despedían vestidos mugrientos y jirones
de balbuceos y quejidos silenciosos,
en tranvías repletos de miradas apagadas.
Los autores de "un fantasma recorre Europa"
se referían, sobre todo, a la Europa dorada,
a los edificios nuevos y pulidos de las bolsas,
con números escritos de riquezas repartidas
entre los que nunca sudaron ni sufrieron,
el grisú de una mina, la carencia de oxígeno,
el frío barro de la lluvia encharcada,
el dolor del cuerpo entero en zanja abierta,
o el apretar tuercas en las cadenas de montaje.
Se referían a los que entraban y salían alegres
de limousines y calesas ya de madrugada,
cruzando en sus indecentes desvaríos
con el apagado dolor de sus siervos
de vuelta ya a las cadenas obligadas.
De todo esto y de mucho más hablaron
los autores del Manifiesto Comunista,
resumiendo en el inicio del panfleto
su idea, sentimiento, voluntad y decisión:
"Un fantasma recorre Europa, el del comunismo",
el Manifiesto no es retórico ni banal,
ni un ejercicio de voluntarismo sin sentido.
Tenía razón ayer y la tiene hoy con más razón,
un fantasma recorre Europa, el del comunismo,
es un fantasma necesario, imprescindible,
pero los fantasmas no ganan las batallas
si no convencen al mundo al que hablan,
si no derrotan al mundo que denuncian.
Si la Francia de las huelgas generales,
de la denuncia del poder burgués y de sus leyes,
no es asaltada por un nuevo poder real,
moral, político y social, muy diferente al actual,
y se conformara con buenos deseos,
acompañados de un sobre de propina,
Y si la Europa adocenada y perpleja
no la acompaña, exigiendo y compartiendo lucha,
el fantasma continuará recorriendo Europa
pero nunca se hará la clase que dirija Europa.
y de su frase primera, redactores,
hablaban de la Europa gris y dorada.
Del gris de las barriadas y barricadas obreras,
de sus calles y plazas recorridas
por legiones de condenados en vida
a una inútil reproducción de la riqueza,
válida sólo para parásitos sociales.
Hablaban también del cielo gris matinal,
atravesando como sombras lluvia y frío,
con madrugadas de noches mal dormidas,
y albas con mesas de pan y calor vacías,
Hablaban asimismo del olor rancio
que despedían vestidos mugrientos y jirones
de balbuceos y quejidos silenciosos,
en tranvías repletos de miradas apagadas.
Los autores de "un fantasma recorre Europa"
se referían, sobre todo, a la Europa dorada,
a los edificios nuevos y pulidos de las bolsas,
con números escritos de riquezas repartidas
entre los que nunca sudaron ni sufrieron,
el grisú de una mina, la carencia de oxígeno,
el frío barro de la lluvia encharcada,
el dolor del cuerpo entero en zanja abierta,
o el apretar tuercas en las cadenas de montaje.
Se referían a los que entraban y salían alegres
de limousines y calesas ya de madrugada,
cruzando en sus indecentes desvaríos
con el apagado dolor de sus siervos
de vuelta ya a las cadenas obligadas.
De todo esto y de mucho más hablaron
los autores del Manifiesto Comunista,
resumiendo en el inicio del panfleto
su idea, sentimiento, voluntad y decisión:
"Un fantasma recorre Europa, el del comunismo",
el Manifiesto no es retórico ni banal,
ni un ejercicio de voluntarismo sin sentido.
Tenía razón ayer y la tiene hoy con más razón,
un fantasma recorre Europa, el del comunismo,
es un fantasma necesario, imprescindible,
pero los fantasmas no ganan las batallas
si no convencen al mundo al que hablan,
si no derrotan al mundo que denuncian.
Si la Francia de las huelgas generales,
de la denuncia del poder burgués y de sus leyes,
no es asaltada por un nuevo poder real,
moral, político y social, muy diferente al actual,
y se conformara con buenos deseos,
acompañados de un sobre de propina,
Y si la Europa adocenada y perpleja
no la acompaña, exigiendo y compartiendo lucha,
el fantasma continuará recorriendo Europa
pero nunca se hará la clase que dirija Europa.
UNA IMAGEN DE LAS HUELGAS GENERALES QUE CONVOCA LA CGT Y REALIZAN
TRABAJADORES Y TRABAJADORAS CONTRA LAS REFORMAS LABORALES Y LAS LEYES PARA RECORTAR LOS DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y SINDICALES DE LA CLASE OBRERA Y TRABAJADORA.
MÁS IMÁGENES.
ES VIGENTE, "UN FANTASMA RECORRE EUROPA". TAMBIÉN, "ARRIBA PARIAS DE LA TIERRA......"
Una de los hechos más curiosos (o quizás no lo sea tanto) de nuestra era actual es el retorno a Occidente del macartismo, de una rabia y una paranoia anticomunistas como nunca se habían visto antes, ni siquiera en los momentos más tensos de la Guerra Fría. Que esto se produzca en el momento mismo en que el Estado del bienestar y los derechos sociales y las libertades civiles están siendo brutalmente desmantelados en todo Occidente, no es una mera coincidencia. Da grima y vergüenza ajena ver a periodistas, políticos e intelectuales apesebrados llenarse la boca de espumarajos contra el peligro del "comunismo totalitario y terrorista" (y más ahora que IU se ha aliado con Podemos, en una coalición que busca alejarse completamente del comunismo, precisamente para ganar votos en este ambiente enrarecido y opresivo en el que vivimos). Esos mismos anticomunistas furibundos quieren cambiar la historia, al mejor estilo orwelliano, para que nos olvidemos de que el comunismo fue el causante de la liberación y descolonización de los países pobres, de la concesión de la sanidad y la educación gratuitas a pueblos sometidos desde siglos a una servidumbre feudal, de la derrota del nazifascismo y de la salvación literal de las vidas de millones de personas que iban a morir a manos de ese régimen racista, y, en definitiva, el causante de la introducción del Estado de Bienestar y del reconocimiento de derechos sociales y laborales en Occidente y en otras partes del mundo. Por no mencionar que, en España, los comunistas fueron los únicos opositores al régimen franquista, y que su papel resultó esencial para que en este país pudiera haber un mínimo de libertades y de derechos civiles. Hay que ser miserable para agitar hoy una vez más el odio anticomunista, en un país y en un planeta donde cada vez hay menos derechos, menos libertades y más sufrimiento humano, provocados por un capitalismo salvaje y sin escrúpulos.
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