BELLEZA Y JUSTICIA. 

Este era por la tarde el hermoso cielo en Madrid, vaticinando el próximo viento y frío. Gocé de su belleza pero no pude dejar de pensar que los fríos que vienen, como en cada invierno, afectarán a mucha gente sin techo, sin calefacción, con necesidades elementales no cubiertas, con soledades, sin una tierna mano amiga que las consuele. Nuestro deber de personas y de comunistas es luchar para que todos los niños/as, hombres y mujeres, aquí y en el mundo tengan pan, techo, calefacción, solidaridad. 

Un recuerdo fraternal a todas estas personas, especialmente a los refugiados, que huyen de la muerte y el hambre y se encuentran con vallas de espino, fronteras cerradas a cal y canto, y nieve, frío y hambre en campos de internamiento. Ya sabéis cuál debe ser nuestro compromiso. La solidaridad concreta hoy con todos ellos y la exigencia de que obliguemos a que paren las guerras a los que se enriquecen con ellas, a que se reduzcan los gastos militares al mínimo y se destine el dinero que se derrocha en armas, a reconstruir los países que han destruido y saqueado, y a acabar con la miseria y pobreza de tanta gente en nuestras "ricas" sociedades.