LUCHA DE CLASES EN EL MUNDO ACTUAL.
Si se repiten como una cantinela dogmática las viejas tesis "marxistas" sin tener en cuenta los cambios producidos en la sociedad, éstas se convierten en dogmas estériles. Si se prescinde de las ideas y tesis marxistas como método concreto de análisis de la realidad se cae en el más burdo pragmatismo y en la aceptación de la filosofía genérica del capitalismo, como único sistema económico, social y político posible. Si no se acompaña el pensamiento y la acción colectiva del buen sentido común gramsciano, no aceptar las cosas porque existen, si no si éstas tienen una base sólida y razonable o no, todo ello puede no servir de nada. Análisis concreto de la situación concreta, dijo el camarada Lenin para enfrentarse a la reiteración de conceptos y frases que servían tanto para un roto como para un descosido, en una situación o en otra totalmente diferentes y en un tiempo y un espacio diversos. Argumentando, además, que el marxismo era exacto porque era dialéctico y analiza los cambios que se producen en una realidad que no es estática. Ya antes, Karl Marx había dicho en el siglo XIX aquello de que "lo único que sé es que yo no soy marxista", polemizando y descalificando al marxismo de retórica dogmática que se limitaba a repetir verdades eternas e incuestionables esperando que la realidad se acoplase a ellas.
Actualmente tenemos que analizar cosas muy elementales y sacar de ellas conclusiones complejas partiendo del marxismo como dialéctica de análisis de la realidad y la aplicación del buen sentido común para no dejarse engañar por las apariencias inamovibles y ver las contradicciones que encierran. Ello nos lleva a la afirmación de que la conciencia de clase actual en el mundo y en nuestra realidad más cercana, no es la misma que existía hace un centenar de años o más, o en unas pocas décadas pasadas. La realidad productiva industrial en el mundo desarrollado se fundamentaba y se prolongó durante mucho tiempo en las concepciones y métodos productivos que se han conocido como fordistas, tayloristas y toyotistas posteriormente. El fordismo, el taylorismo y el toyotismo estaban vinculados a una forma de producción masiva en cadena con la participación de masas de trabajadores en un gran espacio.
En la actualidad hemos entrado en la sociedad de la robótica y el consumismo en el medio mundo desarrollado y de la robótica y la pobreza en el otro medio mundo del subdesarrollo en el que una persona tiene que subsistir con un dolar diario. En las actuales formas productivas con una robotización generalizada la acumulación de capital se hace en gran parte con la producción de los robots no sólo con la de los seres humanos explotados, con lo cual sobran trabajadores que pasan al paro y al trabajo precario y temporal, abaratándose aún más la venta de la fuerza de trabajo en el mercado. Vayamos reflexionando en todo ello. Recomiendo leer, o releer, "EL talón de hierro" de Jack London, que desarrolla el paso de una etapa productiva a otra, etapa en la que sólo trabaja la élite obrera mientras hay una masa crecientemente desocupada y miserable. Ello produce grandes huelgas y movilizaciones obreras, encabezadas por Ernest Everhard, un obrero revolucionario, que son duramente reprimidas por el sistema oligárquico industrial del siglo XX, hasta que, a muy largo plazo, se abre paso el progresivo avance y triunfo de un sistema social más justo, "La fraternidad del hombre".
Volviendo a nuestra realidad, es necesario plantear y defender, junto a las reivindicaciones sociales y laborales justas y pendientes, el reparto del trabajo, con impuestos a las empresas robotizadas para que haya una "Renta básica garantizada" para todo el mundo.
Actualmente tenemos que analizar cosas muy elementales y sacar de ellas conclusiones complejas partiendo del marxismo como dialéctica de análisis de la realidad y la aplicación del buen sentido común para no dejarse engañar por las apariencias inamovibles y ver las contradicciones que encierran. Ello nos lleva a la afirmación de que la conciencia de clase actual en el mundo y en nuestra realidad más cercana, no es la misma que existía hace un centenar de años o más, o en unas pocas décadas pasadas. La realidad productiva industrial en el mundo desarrollado se fundamentaba y se prolongó durante mucho tiempo en las concepciones y métodos productivos que se han conocido como fordistas, tayloristas y toyotistas posteriormente. El fordismo, el taylorismo y el toyotismo estaban vinculados a una forma de producción masiva en cadena con la participación de masas de trabajadores en un gran espacio.
En la actualidad hemos entrado en la sociedad de la robótica y el consumismo en el medio mundo desarrollado y de la robótica y la pobreza en el otro medio mundo del subdesarrollo en el que una persona tiene que subsistir con un dolar diario. En las actuales formas productivas con una robotización generalizada la acumulación de capital se hace en gran parte con la producción de los robots no sólo con la de los seres humanos explotados, con lo cual sobran trabajadores que pasan al paro y al trabajo precario y temporal, abaratándose aún más la venta de la fuerza de trabajo en el mercado. Vayamos reflexionando en todo ello. Recomiendo leer, o releer, "EL talón de hierro" de Jack London, que desarrolla el paso de una etapa productiva a otra, etapa en la que sólo trabaja la élite obrera mientras hay una masa crecientemente desocupada y miserable. Ello produce grandes huelgas y movilizaciones obreras, encabezadas por Ernest Everhard, un obrero revolucionario, que son duramente reprimidas por el sistema oligárquico industrial del siglo XX, hasta que, a muy largo plazo, se abre paso el progresivo avance y triunfo de un sistema social más justo, "La fraternidad del hombre".
Volviendo a nuestra realidad, es necesario plantear y defender, junto a las reivindicaciones sociales y laborales justas y pendientes, el reparto del trabajo, con impuestos a las empresas robotizadas para que haya una "Renta básica garantizada" para todo el mundo.
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