Repiten una mentira mil veces hasta que se la cree el que se la quiere creer. Han empezado, y continúan, comparando a los trabajadores y trabajadoras de Aena con los controladores aéreos.
En primer lugar hay que ser cínico y embustero para comparar los salarios de Aena con los de los controladores, como hacen practicamente todos los charlatanes de las tertulias ( periodistas, políticos, representantes empresariales y sociólogos de fín de semana ), salvo honrosas y argumentadas excepciones. En segundo lugar, los sindicatos y trabajadores de Aena han avisado con mucha antelación, cosa que no hicieron los controladores a los que, por cierto, no critico que en una sociedad capitalista de especuladores, grandes rentistas y directamente ladrones quieran ganar muchísimo por su trabajo. En tercer lugar, los sindicatos y trabajadores de Aena se oponen a su privatización. Seguramente por temor a la pérdida de puestos de trabajo, hecho producido siempre en otras privatizaciones pero, quizás también en parte, por la defensa de lo público frente a la paranoia privatizadora del neoliberalismo senil.
Vaya campaña la que han puesto en marcha, la que no pusieron en marcha, ni siquiera lo pensaron, para denunciar a los directamente responsables de la crisis capitalista que estamos sufriendo, exigirles responsabilidades concretas y medidas inmediatas de las instituciones políticas para que esa crisis, como todas las demás, no la paguen siempre los mismos y mismas con sus salarios, pensiones y reducción de derechos y, como mínimo, que se produzca una reforma de la versión neoliberal del capitalismo actual, la expresión más brutal de éste. Recordarán aquella broma de Sarkozi y la refundación capitalista o la retórica vacía de Obama sobre el control del sistema financiero y en qué ha quedado todo.
¿ Qué hay detrás de esta campaña de intoxicación contra la convocatoria de huelga ? Sencillamente, continuar con la misma política neoliberal, la practique el PSOE, el PP o los aliados del nacionalismo ramplón, que sirven a uno y otro, según convenga: privatización de todo, ya que como se está comprobando en la actual crisis lo público es malo y lo privado bueno y eficiente;la reducción de derechos sociales y económicos conquistados en duras luchas; la progresiva laminación de la negociación colectiva, así el trabajador aislado será más facilmente derrotado y finalmente, y no menos importante, un ataque frontal al derecho de huelga para que ese derecho sólo pueda ser ejercido cuando la patronal, los políticos del sistema, los sociólogos domingueros y los mercenarios de la comunicación-propaganda lo vean bien. Sin olvidarme de pedir respetuosamente permiso a los viajeros de Semana Santa, fines de semana de guardar y vacaciones para que no decaiga esa maravillosa sociedad de consumo, que no es capaz de salir a la calle contra los ladrones y para exigir sus derechos y, sin embargo, es una fiera para insultar y movilizarse contra los trabajadores y trabajadoras de Aena. Saben qué les digo, me solidarizo plenamente con la clase trabajadora consciente y con voluntad de defenderse.
Finalmente, es grotesco y repugnante oir esas afirmaciones de que la huelga perjudica al turismo, mucho más ahora que la crisis en el Magreb desvia turismo hacia España. Pueden pedir alguna guerra más. Y como cada vez me gusta más simbolizar, en referencia a los y las periodistas del sistema, cito a la inefable Nuria Ribó como expresión de la propaganda mercenaria ya que la he escuchado esa misma mañana. Y va de progre! Mañana miraré más protagonistas para que no pasen desapercibidos.
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