En los Estados Unidos y en Europa anida el principal foco de terrorismo y fascismo del mundo, formando parte del funcionamiento normal del sistema, aunque éste se vea forzado a una apariencia de democracia y de libertades. Es todo apariencia. Desde los EEUU y desde Europa se han impulsado, y continúan impulsándose, todos los movimientos terroristas. Intentaré abreviar y no remontarme muy lejos en el tiempo: Francia y Gran Bretaña declarando la guerra a Egipto cuando ese país nacionalizó legitimamente el canal de Suez; en la misma época, los mismos protagonistas , con EEUU de acompañante, dando el golpe de estado en Irán para liquidar a Mossadegh que, iluso, pretendía nacionalizar el petróleo; casi al mismo tiempo, principios de los 50 del pasado siglo, liquidando el gobierno de Jacobo Arbenz en Guatemala que pretendía, otro iluso, recortar el poder económico, social y político de la United Fruit and Company, norteamericana por supuesto; y seguiría Vietnam, Brasil, Chile, Uruguay, Argentina....; y continuaron en toda África, disputándose entre EEUU, Francia, Gran Bretaña y otros las riquezas y materias primas de los paises recién descolonizados; y luego armaron a los talibanes en Afganistán, creando, con la ayuda y el dinero de Arabia Saudita, el fantasma de Al Qaeda, a Bin Laden y a miles de terroristas que se esparcieron como la peste por Asia, Oriente Próximo y el norte de África y tomaron posiciones en Europa; y llegó la intervención para descuartizar Yugoslavia, bombardearla y crear "ejércitos-bandas"como la UCK, un instrumento para el narcotráfico y el crimen; e Irak, asesinando a centenares de miles de personas, destruyendo el país, creando el odio y el enfrentamiento tribal y religioso para décadas; y ahora, una nueva guerra imperialista contra Libia, en disputa competitiva entre los principales paises terroristas, por el petróleo, el dominio territorial y la perspectiva de posesión y dominio del conjunto de África. La América y la Europa terroristas y saqueadoras están sembrando de nuevo un reguero de violencia, terrorismo, fascismo, dolor y odio.
El atentado contra Gadafi con el asesinato de un hijo, de tres nietos y, seguramente, de más gente, algo habitual en los bombardeos de la OTAN, demuestra, si fuera necesario, un día después de la propuesta de cese el fuego y acuerdo, por parte del gobierno libio, que la acción criminal de la OTAN proseguirá sin importarles, ni a la OTAN, ni a los "rebeldes", ni al gobierno y Parlamento españoles, la matanza y la destrucción. El gobierno y el Parlamento españoles son corresponsables de la violencia y del crimen, con singular relevancia para las y los portavoces de los crimenes: Zapatero, Chacón, Jiménez, y el resto de representantes de la institución que votaron por la guerra. Por cierto, la prensa en conjunto repugnante y los medios progres especialmente repugnantes, caso de El País, que saca una historia del hijo muerto de Gadafi para restar importancia al crimen de la OTAN. Malditos sean todos y ojalá tengan que sufrir las consecuencias de lo que han contribuido a sembrar.
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