ROQUE DALTON
Roque Dalton, poeta, ensayista, abogado, antropólogo y comunista salvadoreño, fue asesinado en 1975, a los 40 años, por parte de los dirigentes del movimiento guerrillero Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Le acusaron de ser miembro de la CIA y también de estar al servicio de la inteligencia cubana, mentiras que luego fueron desmentidas. Uno de sus asesinos fue Joaquín Villalobos, posteriormente nombrado máximo dirigente del ERP y miembro destacado de la máxima direccción del Farabundo Martí para la Liberación Nacional.
Joaquín Villalobos y la dirección del ERP realmente se enfrentaron a Roque Dalton y le asesinaron porque este defendía la necesidad de crear una organización de masas para la lucha política, frente a la actitud estrictamente militarista predominante. Simplificando, podríamos decir que Roque Dalton era situado por sus compañeros a la derecha del movimiento mientras Joaquín Villalobos y el resto de la dirección eran la izquierda. A veces los procesos históricos de los movimientos y de las personas son realmente curiosos. Villalobos participó en 1992 en las conversaciones de paz que abrieron una nueva etapa en El Salvador, con el FMLN legal y una fuerte presencia organizada en la sociedad. Curiosamente, al poco tiempo, el duro Villalobos defendió que el FMLN se transformase en un partido socialdemócrata. Al quedar esa posición en minoría, en 1995 abandona el FMLN y crea el Partido Demócrata, al mejor estilo norteamericano, partido que desaparece en 1999 después de su fracaso electoral. Se marcha a Oxford a hacer estudios de alto nivel. Actualmente es asesor en asuntos de violencia y drogas del presidente mexicano Calderón, siendo uno de los artífices de la estrategia fracasada de éste para terminar con el narcotráfico y el crimen que, según han denunciado las propias victimas, se han multiplicado en los últimos años. Combina esas tareas con una de sus actuales vocaciones: practicar la más feroz crítica a toda la izquierda real latinoamericana, empezando por la venezolana y terminando por la de Cuba. El motivo principal de este artículo era en dos sentidos: uno, ver la trayectoria "revolucionaria" de personajes como Villalobos, ya que los hay en todas partes, habiendo participado en las guerrillas o siendo, simplemente, radicales bocazas dispuestos a cambiar de chaqueta a la más pequeña gratificación del sistema; el otro sentido era denunciar a Villalobos por escribir en El País, que el tráfico de drogas, después del éxito que se está obteniendo en México contra el narcotráfico, circulará por otras rutas centroamericanas, en concreto por Cuba.
Ahí tienen una muestra de la escoria moral y política que es Villalobos en la actualidad. No es extraño que El País, tan democrático y progre, recoja sus testimonios para poder continuar manipulando y tergiversando la realidad sobre los pueblos y gobiernos que continúan manteniendo encendida la llama del cambio social, a pesar de las dificultades que hay y que les ponen en el camino.
GRECIA
Grecia se ha convertido en un banco de pruebas doble: el de los poderes económico-financieros y sus servidores políticos y mediáticos y el de los resistentes al neoliberalismo. Los primeros van a llevar, si pueden, sus políticas antisociales hasta las últimas consecuencias, eliminando derechos económicos, sociales y políticos de la mayoría de la sociedad; los segundos deberíamos hacer lo imposible para derrotar estos planes de retrotraernos al siglo XIX.
En Grecia, fracasados las medidas de rescate de hace más de un año, que ya supusieron un fuerte recorte económico, laboral y social, el gobierno griego, la UE, el FMI y las cuevas de Ali Babá, instaladas en los tugurios de las bolsas, se disponen a la segunda gran ofensiva para doblegar a los trabajadores y al pueblo griego, hacerles morder el polvo del fracaso despidiendo a miles de trabajadores y trabajadoras, reducirles aún más los salarios, pensiones y derechos. Derrotando al pueblo de Grecia quieren dar la señal clara de que no habrá piedad tampoco para ningún pueblo europeo. Es la lucha de clases en estado puro. La izquierda no habla, o habla poco, de ella, y la derecha la practica con absoluta convicción, creyendo, por la experiencia acumulada hasta ahora, que gozan de total impunidad para ello. La socialdemocracia europea hace tiempo que ha cerrado la página de la lucha y la resistencia social, aceptando que no hay alternativa a la política del capital.
Acobardados, ausentes, o con educadas protestas, los sindicatos aceptan, o toleran, sin resistencia, las imposiciones del capital europeo y norteamericano. Los trabajadores y trabajadoras, ante esta imagen de las organizaciones sindicales y de los dirigentes de éstas, no tienen ni orientación ni dirección firme y se recluyen en el individualismo y la insolidaridad de forma mayoritaria. A pesar de ello, el pueblo de Grecia, con una combatividad y movilización ejemplares, está demostrando que no se puede ceder ni un milímetro en la defensa de las condiciones de vida y de trabajo. Que la crisis capitalista la paguen en primer lugar los causantes de la misma y que si el sistema ha fracasado como proyecto de sociedad debe construirse una nueva realidad social. La gran lucha del pueblo griego va en ese sentido. Como también va en un sentido parecido lo ocurrido en Islandia y las importantes huelgas y movilizaciones que ha habido en muchos paises europeos. Nuestra obligación es apoyarles, no dejarles solos, poner en marcha en toda Europa un movimiento parecido, coordinado y unitario, capaz de derrotar sus programas de recortes y empobrecimiento de la población trabajadora y unirlo a la defensa de una verdadera democracia que lo sea en todo: en la economía y en la política.
En Europa, los sindicatos, apoyados por la izquierda que no ha renunciado a serlo, deben convocar una huelga general urgentemente y empezar a enseñar el poder de la fuerza consciente y organizada de los trabajadores y trabajadoras y las propuestas que se defienden. Dejar solo al pueblo griego es condenarlo a la derrota y con ella la derrota de los pueblos de Europa.
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