UNA LIMOSNA PARA DOLORES DE COSPEDAL.

La recién estrenada Presidenta de Castilla La Mancha, insigne dirigente del PP, en su discurso de investidura acaba de proponer una serie de medidas de austeridad para reducir los gastos de funcionamiento de la Comunidad Autónoma. Entre las medidas anunciadas están la reducción de cargos de confianza y toda la parafernalia que hay siempre alrededor de ellos en infraestructuras administrativas, de transporte y de pluses varios. Nada que objetar al aligeramiento burocrático si ello representa ahorro y presta los servicios públicos necesarios a la población. Tendremos ocasión de hablar de la eficacia de estas medidas más adelante. Pero ahora quisiera referirme a un gasto superfluo y obsceno, que es una verdadera provocación para los millones de euristas y para los millones de medioeuristas: el sueldo de la Cospedal es de unos 230.000 euros anuales (unos 40 millones de las antiguas pesetas). Para quien tenga dificultades para los números debe saber que con este dinero se puede comprar un buen piso cada año. Cuando se conoció este sueldo hace unos meses, el PP, símbolo del ahorro y de la austeridad, se calló o lo justificó. Cospedal no sólo lo justificó,sino que lo defendió porque ella trabajaba el doble que otros. Y a mí que me pareció que esta mujer no era gran cosa, laboral y politicamente hablando. Estaría equivocado, debe ser un fenómeno de laboriosidad, aunque hasta ahora no ha podido demostrar otra cosa que no sea demostrar que puede ganar unas elecciones cuando el PSOE tiene un bajón espectacular, por sus múltiples fracasos y mentiras.
Saben qué les digo, esta mujer no me merece ninguna confianza, me parece una sinvergüenza que pone la política, en primerísimo lugar, a su servicio, que aprovecha la ocasión que le brinda un bipartidismo que se debe pulverizar, y que pronto tendremos ocasión, para los que todavía no se han dado cuenta de ello, de comprobar que detrás de la fachada Cospedal sólo hay aire de renovación evanescente y programa PP de derechas en estado puro.
Por cierto, para terminar, el 15 M, aledaños, y acompañamientos plurales, en vez de hablar en abstracto de todos los políticos como un todo uniforme, podrían empezar a diferenciar en función de lo que saca cada uno y una de la política. Sugiero que empiecen por la Sra. Doña María Dolores de Cospedal y sigan hasta el último político/a. Así, quizás, algún cabeza caliente, en vez de echar un cubo de agua a Cayo Lara, dedicaría su tiempo a conocer la realidad de las cosas reales y a no reaccionar como cualquier matón contra los y las que defienden las principales reivindicaciones del 15 M y 19 J, desde mucho antes de nacer este movimiento y casi en solitario. Una muestra de inteligencia imprescindible para ganar la credibilidad de una mayoría de la sociedad es conocer al amigo, al adversario y al enemigo.