martes, 26 de noviembre de 2019

El milagro otoñal español, cae la hoja

23/11/2019


El milagro otoñal español, cae la hoja

(Publicado en noviembre en La República. es)
EL MILAGRO OTOÑAL ESPAÑOL. CAE LA HOJA.


En verano hacía mucho calor y a Pedro Sánchez le entró el sofoco al pensar que tenía que formar una coalición con Pablo Iglesias. Un sofoco que duró todo el verano, de junio a julio, de agosto a septiembre, y de allí al 10 de noviembre. El caudillo y estratega más arribista y variable al viento que mejor puede soplar para sus intereses personales y de partido, consideró que desenterrando la momia de Franco a toda televisión antes de las elecciones y potenciando a VOX con esto y otras cosas, levantando de nuevo el peligro fascista como en abril pasado y presentándose como la única alternativa democrática, y de izquierdas claro, para evitarlo y acabar con el caos de los últimos años, pegaría un gran salto electoral y tendría mucho más margen de maniobra que con sus 123 diputados para imponer lo que considerase oportuno. Eso sí, sin pasarse nunca los estrechos márgenes en políticas socioeconómicas, laborales, internacionales y de bases sí y guerras también, que le marcan los llamados poderes fácticos, los de aquí y los de allá.
Lo que pasa es que cuando la prepotencia caudillista, sea cual sea el signo político con que se presenta, y especialmente si es de la “izquierda”, moderada o más radical, en el caso del PSOE centro-izquierda, actúa sin tener en cuenta que la realidad es más compleja que estos ejercicios de primero de política, el fracaso está garantizado. La realidad laboral y social en la actualidad, y cómo esta afecta a las clases trabajadoras, es algo concreto que exige alternativas que contribuyan a mejorar, o a no empeorar, las condiciones de vida de la gente, el trabajo y las condiciones en que se practica, especialmente el de la juventud que, o no lo tiene o lo tiene en condiciones precarias, temporales, sin relación con sus estudios y totalmente abusivas; o incluso el de las personas mayores que lo pierden y no vuelven a encontrarlo. Y en esa misma línea clara y concreta de actuación política intervenir para buscar alternativas para acabar con una situación como la que han creado los nazional-separatistas catalanes, corrompiendo la vida ciudadana en Catalunya y en España y evitar la continuación de la degradación de la política y la entrada masiva en escena del otro matonismo, el de la extrema derecha españolaza que impregna toda la sociedad y que consigue votos hasta de sectores de trabajadores que se tragan sus mentiras. Si no hay una política clara y los caudillos y partidos se bambolean de un lado a otro como una veleta, bloqueando salidas políticas imprescindibles, sin buscar acuerdos generales en cosas de funcionamiento democrático del Estado, independientemente de que se tenga en cuenta la dialéctica de la correlación de fuerzas en todas las cuestiones que afectan a las ideas, programas y propuestas de cada organización, difícilmente se saldrá del caos social. El batacazo y fracaso de Ciudadanos, y de Albert Rivera en particular, es el más claro ejemplo de a dónde conducen los caudillismos de dirigentes que surgiendo de la nada consolidaron una organización como una alternativa política más, un partido que progresivamente deja de actuar como un colectivo con ideas coherentes y coordinadas, y va al albur de las decisiones y cambios espontáneos y contradictorios diarios que se le ocurren al caudillo y a su círculo cerrado de compadres. Cs nació como un partido de centro con algunas propuestas socialdemócratas y acabó compitiendo, y gobernando, con el PP y con VOX de tanto marchar a la derecha. Sin el dramatismo del proceso de Cs, ningún partido, y más si se declara de izquierdas, moderada o radical, está exento de un final parecido.
Por todo lo dicho, está claro que los dos partidos, PSOE y UP, después de pasar todo un verano mareando la perdiz y con un Pedro Sánchez y un PSOE que lo querían todo sin dar nada a cambio, creyendo que tenían la sartén política por el mango y que iba a arrasar en las urnas, han tenido que sufrir una pérdida de más de 700.000 votos y tres diputados uno, el PSOE, y más de 600.000 y siete diputados el otro, UP. Y llegó en menos de 24 horas aquel acuerdo que no dejaría dormir a Pedro Sánchez en verano y que ahora le reconforta y permite a este y a Pablo Iglesias darse el gran abrazo de amistad eterna. Llegan a un acuerdo de 10 puntos genéricos para formar un gobierno de coalición, para el que ya han repartido sillones como medida previa, sin antes entrar a fondo en qué hacer y cómo hacerlo.
Diez puntos anunciados en titular sin concretar cómo se aplicarán, con qué presupuestos se financiarán, en qué partidos se apoyarán habida cuenta de que los socios PSOE-UP son minoría en el espectro político. Y si realmente los 10 puntos son acuerdos para que la izquierda progresivamente actúe de verdad como izquierda y vaya recuperando el espacio que progresivamente ha ido cediendo a la derecha y a la ultraderecha, cuando rimbombantes promesas sociales y laborales del gobierno de Pedro Sánchez ni siquiera se intentaron poner en práctica.
Ya sé que yo soy una persona cada vez más escéptica ante las retóricas, o palabras, que no van acompañadas de un principio de intento de realizar lo que se dice que es necesario o imprescindible para mejorar la vida de las personas que viven de su fuerza de trabajo manual e intelectual. No puedo ni quiero evitarlo. Y digo, no más, pruebas son amores. En cualquier tarea de gobierno, incluso en los momentos complejos o difíciles para llevar a cabo unas políticas más sociales que las que está dispuesta a permitir la derecha política, económica y mediática, debe quedar la impronta de la voluntad de hacer lo que se promete o acuerde, buscando el concurso, la colaboración, la organización y la movilización de las mayorías que van a recibir y gozar de las mejoras que se consigan. De nuevo, lucha de clases en estado primario. No hay más vías.

lunes, 25 de noviembre de 2019

jueves, 14 de noviembre de 2019

ALGUNA CLAVE DEL ASCENSO DE VOX.


La mejor forma de aguantar y hasta ganar en la política que tiene como primer objetivo los intereses propios, personales y de partido y no los de toda la sociedad, es convertirla en una especie de religión para crédulos ilustrados y también para crédulos sin luces. Y entonces se trata de enfrentar tu religión, fanatizada hasta donde sea posible, con las otras religiones. Es la politiquería, que no se basa en el estudio riguroso de los problemas colectivos y en la búsqueda de alternativas viables a todos y cada uno de ellos, sobre la base de las propuestas políticas concretas que propone cada organización política, sindical y social, sino en la obediencia servil fundamentada en un sentimiento irracional y no en el conocimiento y la razón. 
Lo anterior es lo que han hecho VOX y Abascal: se han envuelto en la bandera de España, la constitucional para que no sea dicho, y se han proclamado los únicos y solventes defensores de la unidad de España, al estilo de "Una, Grande y Libre", del franquismo. En esta línea han utilizado todo lo que está pasando en Catalunya desde hace años y especialmente los disturbios destructivos de Barcelona de las últimas semanas como la coartada para arremeter contra el nazional-secesionismo catalán, de características ideológicas y métodos de actuación fascio-identitarios parecidos a los suyos, para buscar la complicidad de los votantes, que desde lejos o cerca están hartos de esta situación sin ser necesariamente de extrema derecha. Y de pasada cargar contra el Estado de las autonomías, causante según VOX, de todos los desafueros. Para completar, acusan a Pedro Sánchez y al PSOE de colaboración o de complicidad silente con los secesionistas catalanes y no es necesario que descalifiquen a Unidas Podemos, Comuns y compañia ya que estos están descalificados desde hace mucho por su papel de palanganeros del nazional-separatismo y porque han entregado España a la derecha como un residuo franquista, sin defender la España histórica de toda la vida, con sus procesos contradicorios como los de cualquier país o Estado, y mucho menos la España de la IIª República, defendida por los trabajadores del campo y de la ciudad y por las heroicas Brigadas Internacionales. Para esa izquierda existe el concepto administrativo "Estado Español", no España, exactamente igual a cómo lo consideran los nazionalistas identitarios. Y los genios políticos del PSOE, con el oportunista inútil de Pedro Sánchez a la cabeza, se lo ponen en bandeja con su politiquería de mayo a junio y de septiembre a noviembre.
Pero esto, aunque facilita mucho las cosas a VOX, no era suficiente para pegar un salto electoral tan importante. Y por eso hablan de desigualdad social, de desempleo, de angustia obrera, de acabar con la inmigración que quita puestos de trabajo a los españoles. Y prometen acabar con esta situación. Pero para ello ni una sola propuesta real, solo la descalificación de los adversarios y enemigos, mentiras, manipulaciones y vagas utopías de futuro maravilloso, muy parecidas o iguales al paraíso económico y social que prometían los separatistas catalanes cuando se alcanzase la independencia. 
Todo muy parecido a lo que ha ocurrido en unos cuantos años en Francia, sin ir más lejos. ¿Alguién cree que Agrupación Nacional, hasta 2018 Frente Nacional, el partido de extrema derecha dirigido por Marine Le Pen, podría haber entrado y ser mayoría en muchos de los barrios y zonas obreras que votaban mayoritariamente socialista y comunista, si esta izquierda política, y la sindical, no hubiesen abandonado gran parte de la acción y lucha por las reivindicaciones sociales históricas del movimiento obrero? El antaño gran Partido Comunista Francés prácticamente desaparecido y el Partido Socialista le va a la zaga. Todo muy parecido a lo que pasa actualmente en España. Y, francamente, cuando oigo nombres como el de Asens, entre otros, para formar parte del nuevo gobierno de la coalición, hasta hace poco palabra maldita, de PSOE-Unidas Podemos, empiezo a temblar. 
Ya solo me queda desear suerte. Todavía no sé a qué.

Por cierto, después de publicar el artículo leo las declaraciones de Felipe VI, rey de España por la gracia de Dios, decir en clave de lección política democrática desde la tribuna de oradores, en presencia de las autoridades cubanas encabezadas por el Presidente Miguel Díaz Canel, "Es en democracia como mejor se representan y se defienden los derechos humanos, la libertad y la dignidad de las personas y los intereses de nuestros ciudadanos", después de haber afirmado "Cuál será el futuro lo tiene que dilucidar el propio pueblo cubano, los cambios no pueden ser impuestos".
Y podría estar de acuerdo con Felipe VI en prácticamente todo lo que dice si hubiera dicho lo mismo a los jeques feudales de Arabia Saudí y de otros regímenes de parecido cariz reaccionario, en las múltiples ocasiones en los que ha tenido encuentros de Estado con ellos. Parece que no ha sido así en ningún caso. 

miércoles, 13 de noviembre de 2019

 GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA. DETRÁS LOS MISMOS: EEUU, ALIADOS Y CACIQUES.
Un nuevo golpe de Estado reaccionario contra un Presidente recién reelegido, contra un gobierno y contra un partido, el MAS (Movimiento al Socialismo), que lleva muchos años haciendo políticas económicas y sociales en defensa de los trabajadores y de las personas más humildes de Bolivia, castigadas durante largas décadas por las políticas de sus caciques y ricos, de acuerdo con el capitalismo depredador de EEUU y de todos sus mercenarios.
Pero la mentira, enmascarada como "defensa de la libertad", aunque se sustente en las bayonetas y sobre las "biblias reaccionarias de los evangelistas feudales" contra las mejores culturas de los indígenas que luchan por una vida digna y libre, fanáticos religiosos criados en EEUU, acaba desmoronándose y demostrando su carácter de explotación, opresión y fanatismo.
Volverá Evo y volverán los tiempos de lucha y conquista de la libertad y los derechos sociales pisoteados.
Paco Frutos Gras.

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martes, 12 de noviembre de 2019

 YA HAY ACUERDO PSOE-UP. ABRAZO Y A DORMIR BIEN.

Parece que al final de esta corta escapada de pocos meses, a Pedro Sánchez, hasta hace poco genio indiscutible de la política, se le ha pasado el calentón del verano y se ha cansado de tener siempre razón en solitario y quiere compartir su sabiduría. Llega a un acuerdo con Pablo Iglesias para formar un gobierno de "coalición progresista", algo que él mismo se había vetado hasta hace muy poco, y para sellar el acuerdo le abraza efusivamente aceptando con cariño de este una cajita de pastillas para dormir. Menos mal, quizás así superemos muchos el insomnio que nos producía levantarnos a cualquier hora de la noche para depositar el voto antes de que retiraran las urnas.
Los 10 puntos del acuerdo hablan de las cosas normales de cualquier acuerdo, sea progresista o no: 1.- Empleo y trabajo. 2.-Corrupción, servicios públicos. 3.-Cambio climático. 4.-Fortalecer las pymes. 5.- Nuevos derechos (eutanasia, diversidad sexual...). 6.-Cultura. 7.-Feminismo. 8.-Despoblación. 9.-Convivencia en Catalunya, con la Constitución. 10.- Fiscalidad y presupuesto.
Los 10 puntos forman parte de la realidad económica, social y política española. Mas no se trata de hablar de ellos genéricamente para simular que se hace algo, sino de comprobar cómo serán tratados todos y cada uno de ellos, cómo se desarrollarán y cómo se cumplirán para ser calificados de "progresistas". Estaremos atentos a todo ello.
Yo tengo una duda, no sé si durante estos pasados meses andaba despistado políticamente y no me enteraba de lo que ocurría, ni de lo que proponían unos y otros, o si estos puntos me suenan mucho ya que formaban parte del debate político estival, un debate que se iba arrastrando de junio a agosto, de agosto a septiembre y de septiembre a noviembre. Hasta llegar al día de la bestia bien cocinadito para los abrazos y parabienes de rigor, demostrando que lo que hasta ayer era un desastre hoy es la alternativa que desbloquea una situación putrefacta y genera el optimismo. Ello a pesar de que PSOE y Unidas Podemos hayan perdido cada uno 700.000 votos desde abril y que en el Congreso de los Diputados la extrema derecha que representa VOX tenga 52 diputados, 28 más que los 24 anteriores, gracias a la contribución de la izquierda. 
Menos mal que esa izquierda identitaria, la más moderada o la más echada al parque, que no al monte, antes de llegar el frío invernal ha decidido ponerse de acuerdo. Veremos hasta dónde llega este acuerdo. Pienso y creo que el PSOE aplicará las políticas que le permitan los poderes reales y Unidas Podemos tendrá que acatar o abrirse. De nuevo ha predominado el estar en los sillones y tener unos puestecillos que no llegar a un acuerdo político, de los mismos 10 puntos si era preciso, pero para seguir y verificar su cumplimiento desde la oposición, con total lealtad con el gobierno pero también con la exigencia de que este tenga coraje político y honestidad para tomar las decisiones que correspondan sin arrugarse ante las presiones de los poderes fácticos. 

lunes, 11 de noviembre de 2019

GANAN LOS FASCISMOS ESPAÑOLAZOS Y SECESIONISTAS.

El PSOE, con su Secretario General y su dirección a la cabeza, además de fracasar en toda su estrategia de destrucción de los adversarios y de mantenimiento del sillón de La Moncloa a toda costa, nos están conduciendo progresivamente a otro desastre político. Con sus maniobras torticeras de todo tipo contra todo posible ente político capaz de hacerle sombra, ha potenciado dos cosas al mismo tiempo: la consolidación y salto espectacular de VOX, expresión directa, en clave siglo XXI, del franquismo; y en sentido complementario,  el mantenimiento ligeramente al alza de los secesionistas catalanes y de los nacionalistas de Euzkadi y Galicia y de toda España en general. En esta tarea ha contado con la colaboración reaccionaria de PP y Cs. Puede estar satisfecho. 
El PP sube 22 escaloncitos que no le permiten otra cosa que presentarse como una lejana alternativa al PSOE. Ciudadanos desaparece por el desagüe de la inutilidad política. VOX pega el salto espectacular que unos y otros le han ido facilitando. Y la otrora izquierda con Podemos-IU-PCE-en Comú y demás hierbas sigue gradualmente un proceso. No se cansa de ser palanganera secesionista y vocinglera de la retórica hasta su dilución y desaparición como entidad política con capacidad de intervenir en la vida social y ser útil para defender, según pregonaba y pregona, la mejora de las condiciones de vida y de trabajo de las clases trabajadoras y de la juventud.
O sea, que las "tácticas" estivales magistrales de Pedro Sánchez para salir del estancamiento y bloqueo de la situación política española, creados por él mismo, y que le impedían gobernar por la gracia de dios sin contar ni pactar con nadie, se derrumban como un castillo de naipes, aún sin derrumbarse el PSOE como partido. La sustitución de los colectivos dirigentes por los "Caudillos" es la forma más rápida de hundir una organización. Un colectivo puede equivocarse, y se equivoca a veces, pero siempre tiene mucha más capacidad de conocer y entender la realidad y actuar sobre ella, que no confiando solo en la suprema inteligencia del Caudillo. Hoy, el ejemplo más claro es Cs y Rivera.
Y así estamos. Y la verdad, no me apetece profundizar más en los resultados y teorizar, hablar o defender posibles salidas políticas a la situación ya que, además de no tener ideas al respecto, siento un profundo cansancio, aburrimiento y hasta asco ante una situación. que degrada y liquida el sentido más elemental de la política. Que esa actitud no tiene categoría política, claro que no. ?Y qué? 
Ya encontrarán ustedes todo tipo de análisis, sabios o groseros, teorías y alternativas en los medios de comunicación y propaganda, en las tertulias políticas, y hasta en los cotilleos de café. Eso sí, me temo que la política como el instrumento fundamental para conocer y buscar soluciones a los problemas reales de la colectividad está desapareciendo del horizonte de muchas personas, aunque continúen participando en los procesos electorales, sobre todo las que votan a la derecha. Y esto no es nada alentador.
Nota de última hora: los fascio-secesionistas de CDR, "Tsunami Democràtic" y demás banda cortan las comunicaciones con Francia. Y el govern de Torra calla o lo apoya y el gobierno de España no está. Y la policía tampoco. 

domingo, 10 de noviembre de 2019

DOS NOTAS DE LA ACTUALIDAD.

Primera nota.- Laura gómez, primera candidata de Catalunya en Comú Podem per la provincia de Girona dice con naturalidad que Puigdemont es un "vivales", calificativo muy suave tratándose de quien se trata, añadiendo a continuación "esa gente se saltó las leyes", "hace mucho que el movimiento independentista parece una homilía", tampoco nada exagerado al hablar de la dirección de este movimiento de energúmenos aventureros, que se ciscan en todas las leyes democráticas, sean Constitución, Estatut o normas parlamentarias básicas, que impulsan, lanzan y se apoyan en unos "escamots" (brigadas) de choque al estilo fascista mussoliniano de los de Estat Català de ERC en la IIª República Española, que se dedicaban fundamentalmente a perseguir obreros y sindicalistas. 
No acababa Laura Gómez de pronunciar estas palabras, cuando inmediatamente el palanganero mayor al servicio del fascio-independentismo catalán, y jefe de Catalunya en Comú, Jaume Asens, la fulmina y desautoriza diciendo que esta no es la mejor forma de dirigirse a un "adversario político". O sea, que el vividor de Waterloo es su "adversario político", no un delincuente huido de la justicia a campo traviesa para no tener que rendir cuentas ante una justicia democrática, convertido en mangante a sueldo de lo que los suyos arramblen del dinero público. 

Segunda nota.- He leído que el capitalismo es un "Imperio Corporativo" y me ha parecido que es un concepto muy acertado para definir al actual capitalismo neoliberal globalizado ya desde hace mucho tiempo. Un imperio corporativo que cuenta con ejércitos, oficiales y no, de mercenarios, y que ha intervenido y arrasado en América Latina (Chile, Argentina, Uruguay, Brasil...); en África (Sudáfrica, Angola, Congo Belga, Yemen, Somalia, Iraq, Libia, Siria....) asesinando a los dirigentes que se oponían al dominio imperial del capitalismo e intentaban el desarrollo social de sus pueblos (Allende, Lumumba, Sadam Husein, Gadafi...., entre otros). Y no creamos que son solo los EEUU que organizan estas intervenciones permanentes y sistemáticas. EEUU va acompañado de todos los países capitalistas en los cuales radican las grandes empresas y corporaciones multinacionales dedicadas al saqueo y explotación, o compra a bajo precio, de petróleo e hidrocarburos en general, de gas, uranio, cobre, oro, coltán, tierras laborables para agricultura intensiva de carácter monopolista, etc, etc... O sea que España y Europa en su conjunto forman parte también de este imperio de intereses económicos y financieros, de propiedad y de comercio, que tienen el beneficio privado como único objetivo.  
Quede claro, pues, que los ejércitos, oficiales y privados, están formados por  mercenarios al servicio de ese Imperio Corporativo que es el capitalismo. Un imperio, encabezado por una potencia económica como EEUU, que mantiene en sus propias fronteras zonas de pobreza y miseria. En EEUU, según los últimos datos oficiales, 40 millones de personas viven en la pobreza, medio millón duermen en la calle cada día, mientras el 1% más rico acumula más fortuna sin cesar. 
Por ello, no debería parecernos nada extraño que un 43 por cien de personas en EEUU consideren que el "socialismo sería algo bueno para el país" mejor que el capitalismo que padecen, y que el 51 por cien de los jóvenes de menos de 29 años preferirían vivir en un sistema socialista. Esperemos que algún día estos porcentajes se transformen en jóvenes, personas del pueblo trabajador que exijan lo suyo y conviertan su deseo abstracto en realidad.      

jueves, 7 de noviembre de 2019

VUELVE EL CARLISMO. SALTO AL VACÍO DE 1800.


Catalunya vuelve a las guerras carlistas del XIX con prácticamente toda la parafernalia religioso-ideológica-política de entonces, habiendo sustituido, afortunadamente por el momento, las balas reales por los adoquines, las hogueras con contenedores y material vario, el corte de calles, carreteras y aeropuertos, la contaminación plástica amarilla, la rotura de escaparates y el robo. Y para que quede claro, los insultos y agresiones a todo ser viviente que en la calle pase cerca de esos descerebrados y provocadores secesionistas y acompañantes de ocasión, y el enfrentamiento gratuito con la policía.
Digo que Catalunya vuelve a la parafernalia religioso-ideológica-política ya que las similitudes de lo que dicen y hacen con aquellas viejas consignas de Dios, Patria y Rey, de los carlistas en las primeras décadas de 1800, contra la Constitución de Cádiz y los liberales cuando estos en 1820 se sublevaron en Cabezas de San Juan por la reinstauración de la Constitución Liberal frente al absolutismo realista, son muy parecidas. En la  actualidad, el catalanismo reaccionario, secundado por los nacionalismos de diversos sitios, que aunque muchas veces se vistan de "progreso y de izquierda", ha renacido el viejo carlismo de curas, campesinos y combatientes de la Guerra de Independencia,  "modernizándolo" con vejestorios y clases medias que antes eran franquistas y ahora son secesionistas, y con jóvenes y niñatos formados en la cantera de adoctrinamiento impuesto en la escuela, desde el inicio de la inmersión lingüística en el catalán, deformando el sentido que tenía esta ley cuando fue aprobada en el Parlament para su total y plena recuperación como lengua oficia junto al castellano. Y la consigna Dios, Patria y Rey es sustituida en la práctica por la de "Dios, Patria e Independencia". De hecho, en los contenidos y formas, es un gran salto de la Catalunya más moderna y avanzada económica, social y culturalmente, al vacío reaccionario del pasado. Y continúa habiendo mucho de misa diaria, ejercicios espirituales y gran influencia de los curas de las cumbres sagradas del Monasterio de Montserrat, tanto tiempo franquistas, tan igualicos ellos a aquellos curas vascos del Dios, Patria y Rey del carlismo y a los actuales sacerdotes que siguen con la monserga de resolver el conflicto con el "diálogo", que sus socios catalanes de sacristía no aplican, y con la libertad de los "presos políticos" que sufren "injustas condenas".
Y para que no falte nada en el panorama, en La Llotja de Mar de Barcelona, con la presidencia de Pere Aragonés, acompañado de Bietio Lobeira del BNG, Natalia Sánchez de la CUP y Arnaldo Otegi de EH Bildu, los partidos ERC, JxC, PDeCAT, CUP, Demôcrates, La Crida Nacional per la República, EH Bildu, BNG, Esquerra Valenciana, República Valenciana, Més per Mallorca y Més per Menorca, aprueban y lanzan una declaración para un "Acuerdo político en Catalunya, por la libertad de los presos políticos y la autodeterminación, ya que todos los pueblos tienen derecho a ella". En este sentido, es también la vuelta a las carlistadas a los Cantones y al "Viva Cartagena"
Y aunque sea repetitivo, todo este lodazal "político" engorda a Vox, a una extrema derecha que en abril pasado parecía estancada y a la baja. La actitud reaccionaria de los nazional-separatistas catalanes, secundados por otros compadres y la ineptitud, incompetencia y degradación política de la izquierda favorece siempre a lo más conservador y reaccionario de la sociedad. Siempre ha sido así y continúa siendo así. Para no ir muy lejos, aunque sea algo sabido, dense una vuelta por aquellas ciudades y zonas de Francia  que antes votaban socialista y comunista y ahora votan al Rassemblement National, Agrupación Nacional presidida por Marine Le Pen.

miércoles, 6 de noviembre de 2019

¿"DEBATE"? SI USTEDES LO DICEN. ¿QUÉN GANA , QUIÉN PIERDE?

En primer lugar, la pregunta que se me ocurre es si hubo debate, o asistimos de nuevo a una colección de monólogos, de descalificaciones, unas más o menos educadas y otras más o menos groseras. Y les digo francamente que no me asustan las controversias fuertes entre posiciones ideológicas teoricamente muy diferentes, siempre y cuando salgan a relucir los problemas reales y las alternativas y propuestas concretas que hace cada organización desde sus perspectivas propias, con la voluntad de analizar y aclarar hasta donde sea posible y debatir de verdad todo lo que sería mejor para hacer frente a tal o cual problema para buscar una propuesta, consensuada o de cada organización, pero clara para la ciudadanía con sus diferentes expresiones electorales y para todo el que esté viendo y  escuchando el  debate. Queda claro, pues, que para mí es secundario quién ganó y quién perdió ya que esto es solo un incidente superficial de la política, cuando hablamos de ella de verdad. Lo interesante es que en un verdadero debate hubiera salido todo lo que está ausente desde hace mucho de la vida política.
Y como se me puede preguntar, y qué es para ti la política, muy breve y sintético digo: "La política  es analizar en común qué ocurre en la sociedad, cuáles son los problemas que afectan a las personas, y cuáles son las alternativas a ellos que ofrecen los diferentes partidos, en función del análisis y de la posición que tenga cada uno de ellos". Y aquí es donde deben quedar nítidas las opciones de cada organización en función de la ideología y del programa que defiende. O sea, ante las cosas básicas que afectan al colectivo, simplemente decir, "esto es así, no va bien por tales y cuales razones, propongo estas alternativas". 
Por lo dicho, aunque parezca simplón, es por lo que el "debate" se puede considerar ridículo, patético e inútil, tanto para encauzar el voto como para buscar las soluciones después de las elecciones. Monólogo, en el que predominó la descalificación y el tú menos o más. No es lo que necesitamos. 

martes, 5 de noviembre de 2019

PROSTITUCIÓN DEL LENGUAJE, SINTONÍA EN LA ACCIÓN


Viene a cuento de los conceptos derecha-izquierda, que utilizados fraudulentamente para deformar, engatusar y manipular en beneficio de unos intereses bastardos, o simplemente aplicados burocraticamente o de forma oportunista desde la ignorancia, sin ningún sentido de la historia, ni de la sociología, ni de la política, ni  tan siquiera de un sentido común elemental de persona adulta, unen a vividores, oportunistas y mangantes de derechas, a otros que se hacían pasar de izquierdas, o que sin necesidad de hacerse pasar se situaban en el campo de ésta. Para ir al grano y saber de qué hablo pongamos a Quim Torra y a Ada Colau de ejemplo antes de entrar a fondo en los conceptos derecha-izquierda. Una va de izquierdista y el otro de demócrata inmaculado al servicio de la "patria". Pues bien, una es  una oportunista de tomo y lomo, un descrédito para cualquier persona de izquierdas que se lo crea y actúe honradamente como tal, y el otro es un apologeta del nazional secesionismo racista con comportamienos y actuaciones fascistoides. Y no valen ya subterfugios ni medias tintas. 
Y pasemos al desarrollo de los dos conceptos, derecha-izquierda, para avanzar. Empecemos por un breve recuerdo histórico para situar cómo y cuándo nacen los conceptos derecha-izquierda. Recién realizada la Revolución Francesa de 1789, en la Asamblea Nacional de Francia se divide la posición de los participantes en dos grupos: a la izquierda  los que consideraban que el rey no tenía veto; a la derecha los que defendían que sí  lo tenía. Y desde este momento así quedó establecido: A la derecha, los partidarios del orden establecido, de las élites, de los privilegios y de las jerarquías heredadas. A la izquierda, los partidarios de la transformación de aquel régimen, con un nuevo pacto social de carácter popular. 
A partir de entonces los términos derecha-izquierda fueron utilizados de forma generalizada en el análisis de las transformaciones económicas, de los hechos y luchas sociales, de los cambios políticos y de los procesos revolucionarios. Durante los siglos XIX y XX estos dos términos políticos se cierran herméticamente en el momento de  definir, juzgar o posicionarse sobre cualquier cuestión colectiva, especialmente en la lucha de clases, en la acción sistemática por construir una vida digna para todos y todas,  en la defensa o no de la guerra para dirimir intereses diferentes  entre países o en el interior de cada país, o de la paz para el diálogo en la búsqueda de alternativas justas y válidas para todos, o en el desarrollo de derechos humanos fundamentales, como el derecho de voto de la mujer y la igualdad entre mujer y hombre en todos las cuestiones. Hemos avanzado mucho pero quedan todavía muchas cosas por reivindicar y conquistar, en nuestros países más desarrollados económica y socialmente, y ya no digamos en los países en los que, por motivos religiosos, ideologías reaccionarias y riqueza y pobreza extrema, la mujer es un burro de carga o una esclava del hombre.
Pero los términos se prostituyen progresivamente, o bruscamente en poco tiempo, cuando no reflejan realmente lo que ocurre en los planos económico, social, político o moral y se usan solo de coartada para decir que todo sigue igual y todos estamos defendiendo las posiciones de siempre ante los problemas. Actualmente los términos derecha-izquierda, además de no ser, nunca lo fueron, valores absolutos, se confunden en la mentalidad de la sociedad, e incluso son sustituidos totalmente por otros como progresista y conservador, los de abajo y los de arriba para difuminar la lucha de clases, cuando lo que antes era progresista como sinónimo de izquierdas se ha difuminado en el conservadurismo que el capitalismo ha ido imponiendo en las sociedades en función de cada momento histórico, ante la creciente aceptación de sus políticas económicas y de consumo por la mayoría, aceptación orientada por sus organizaciones, antaño sindicales y políticas netamente de izquierdas y actualmente como una pieza más del sistema, sin cuestionárselo. 
Ha habido un desarrollo económico capitalista que gradualmente ha ido imponiendo su filosofía a toda la sociedad, utilizando los profundos cambios que se han ido produciendo en las formas de producción y, consecuentemente, en el mercado de trabajo. El capitalismo ha fortalecido todos los mecanismos de control sobre la producción y el mercado laboral, imponiendo su máxima de crecer y producir al menor coste y en las condiciones laborales más precarias posibles, explotando la mano de obra en todas partes, sin excluir la mano de obra infantil, con tal de producir lo más barato posible para inundar el mercado para un consumismo irracional, en el que, en vez de contemplar las necesidades básicas, justas  e imprescindibles en salarios, horarios de trabajo y descanso, educación, salud, vivienda, transporte, respeto al medio ambiente....., se enseña a derrochar lo que sus fábricas producen y sus bancos manipulan para continuar manteniendo el control de la sociedad y los beneficios más grandes en el menor tiempo. Es la consolidación del neoliberalismo global y de su sociedad de consumo Paralelamente a ello, van procurando debilitar a la "izquierda" para que esta vaya aceptando progresivamente sus valores conservadores. Y se produce, efectivamente, un debilitamiento de la izquierda y la renuncia de esta a ejercer como tal en la defensa de las reivindicaciones fundamentales de la clase trabajadora en conjunto y al mismo tiempo orientarla, enseñarla  y organizarla en la perspectiva de un cambio social hacia una sociedad no capitalista. Una sociedad que solo puede ser de orientación socialista. Y en esta perspectiva, la izquierda que quiera hacer honor a su pasado no debe ir por el mundo como si cada una de sus tesis, propuestas y programas fuera la verdad revelada  indiscutible. La izquierda que quiera ejercer de tal debe prescindir del dogmatismo y del sectarismo y entender que en la mayoría de las sociedades actuales, los trabajadores y las personas que viven de su fuerza de trabajo material e intelectual, aunque no se organicen y voten como izquierda, tienen los mismos o parecidos problemas que los sectores que se definen de izquierdas. Es más, actualmente para avanzar hacia una alternativa más avanzada humana y socialmente, de más justicia social y dignidad, es necesaria la transversalidad de la acción para objetivos concretos comunes, pero manteniendo siempre los propios presupuestos y objetivos ideológicos y éticos. Que las contradicciones y divisiones no sean por una raya negra trazada, en la cual están del lado bueno todas nuestras ideas, alternativas y propuestas, y del lado malo lo que representa a otras opciones descartables.    
Y en ello intentamos estar las minorías que, a pesar de las dificultades objetivas y subjetivas, no hemos renunciado a contribuir a la construcción de este tipo de sociedad del que he hablado, como una necesidad cada vez más perentoria si tenemos en cuenta las necesidades comunes elementales de casi ocho mil millones de personas, de acabar con las guerras y la urgentísima exigencia de acabar con el proceso, hasta hoy imparable, de destrucción de la tierra, del mar y del aire.