jueves, 21 de junio de 2018

 PEDRO SÁNCHEZ COMENZÓ A GOBERNAR. ES UN DECIR.

De momento lo único que está claro es que de aquello de ordenar en pocos meses los papeles que Rajoy embarulló y convocar elecciones inmediatamente,  nada de nada. Aguantar mientras se pueda, hasta 2020. El nuevo presidente de gobierno ha llegado para  gobernar y, sobre todo, para estar. Abordar y buscar el principio de solución de unos cuantos problemas de fondo, ya te lo miraré más adelante. No es necesario rasgarse las vestiduras como hacen algunos que le votaron y ahora se sienten traicionados. Yo no me siento ni siquiera decepcionado ya que no esperaba gran cosa de la nueva situación, del nuevo presidente y del PSOE. Ojalá la realidad de los próximos tiempos me desmienta. Pero pensar, sí pienso y opino.
Cuando Rajoy gobernaba, a Pedro Sánchez y al PSOE les urgía la financiación de las autonomías y acusaban al gobierno del PP de no moverse de una posición cerrada que mantenía una especie de memorial de agravios compartidos entre todas las autonomías. Ya no digamos la actitud de los secesionistas de Catalunya que con su "España nos roba" ya se quedaban satisfechos para continuar robando en su casa y querer robar más a los catalanes y a todos los españoles. Ahora parece que ya no corre prisa poner en marcha un nuevo sistema que tenga en cuenta una realidad compleja y encuentre una manera más justa para repartir las riquezas colectivas y hacer frente a las necesidades de forma más razonable para el conjunto. Pedro Sánchez dice que ahora se harán unos retoques y en la próxima legislatura ya vendrá una ley pactada entre todos. Esto es válido ahora y lo era antes con Rajoy. Parece que con la Reforma Laboral, o las reformas laborales, la del PP y la del PSOE, se tiene que andar despacio también, no sea que asustemos a alguno de los socios votantes de la moción. Hay más cosas pero me quedo aquí por hoy. Pedro Sánchez llegó con galope de purasangre de carreras y acaba como burrito viejo. Pero habrá tiempo, no nos alteremos. Señores progresistas, no se pongan nerviosos, pueden continuar arreando a Rajoy y al PP y se sentirán realizados, a pesar de que ya no queda claro si el PP subsistirá como una opción que pueda aspirar al gobierno, habida cuenta del carajal interno y externo que vive. 
Y si el gobierno del PSOE necesita ayuda, ahí está Iglesias, al que no importa decir y compartir hoy una cosa y mañana la contraria, y además es un experto en convencer a Puigdemont y a las derechas independentistas de que voten a Sánchez. Estoy convencido de que Iglesias, que está de acuerdo con las bases militares de EEUU y con la OTAN, convencerá a P. Sánchez para dedicar estas bases a tareas contra incendios, a rescatar pateras y a acompañar a cruceros por el Mediterráneo. Y en cuanto a la OTAN, por qué no transformarla en una escuela para enseñar lo bien que esta organización trabaja para la paz, la convivencia y el bienestar del mundo, tal como indican los múltiples casos en los que ha intervenido o impulsado y ayudado: Afganistán, Yugoslavia, Libia, Oriente Próximo.... Y Julio Rodríguez podría encargarse de coordinar y dirigir esta función ya que experiencia tiene.
O sea, que tenemos partido para rato. Por lo que parece la política es reacia a entrar, pues la politiquería permanente y la retórica intrascendente son más fáciles de practicar y no obligan a nada.
  

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