FICCIÓN Y REALIDAD. MENTIRA  Y VERDAD.

ETA y secuelas: Cuando una organización que se llama patriótica, o revolucionaria, o hija de la madre que la parió, opera durante décadas con los métodos terroristas y fascistas, individuales y colectivos, --robo, secuestro, tiro en la nuca, coche bomba, amenaza a personas y familias enteras que no comulgan con sus "ideas", aterrorizar a los vecinos de barrios y pueblos enteros y provocar el abandono de sus hogares y su exilio lejano por temor a ser asesinados--es que tiene entraña fascista, se disfrace como se disfrace. Repito, cuando un colectivo mayor de edad hace una cosa radicalmente diferente a los principios de libertad, democracia popular, humanismo, derechos humanos y hasta "socialismo", que dice representar y defender con las armas y la violencia del terror,  estamos ante una farsa y unos farsantes, que son exactamente lo que dicen combatir. En primer lugar el fascismo. Los métodos para alcanzar un objetivo nunca pueden ser contrarios al objetivo, y que nadie venga a defender el terrorismo como si fuera lucha revolucionaria del pueblo contra el tirano, ya que no tiene nada que ver. En Euzkadi, el enemigo era el fascismo español, el de antes, contra el cual nos movilizábamos los antifascistas, el que dicen de ahora y el que dirán de siempre, y por eso no paran de continuar con los homenajes a los que salen de la cárcel con un historial de muertos a sus espaldas y sin haber dicho nunca que lo hicieron mal y que les perdonen, o disculpen, ya que estaban un poco confundidos. Y mientras, continúan amenazando, aunque a veces solo sea con la mirada para que las personas que no están con ellos sientan la congoja y sigan callando como siempre por miedo. Valiente sociedad la que construirían. Dios guarde al pueblo, si alguna vez llegaran a gobernar.

En una latitud más al Este, sin tiros ni coches bomba, si un movimiento de esos que se llama "patriótico", con un carnet de identidad racista ancestral, que dice proceder de las catacumbas de la edad media, se presenta e impone desde su poder institucional, educativo y social, minoritario además en la sociedad catalana, una serie de medidas contra toda la población, nos encontramos con el mismo problema. Su identidad racista fundamentada en la perspectiva de imposición autoritaria cuando tengan poder coercitivo y armado, en la línea de las "leyes dictatoriales" aprobadas los días 6, 7 y 8 de septiembre de 2017 en el Parlament de Catalunya, tiene una orientación fascista.

Y ante esta situación y para que no decaiga, como una réplica reaccionaria, cuando eso ocurre en partes históricamente tan importantes de España, se levanta de nuevo en todo el país una extrema derecha nacional-españolista, fascista, para enfrentarse a la otra, y lo que hacía tiempo se había convertido en una exigua minoría social sin capacidad de arrastre, salvo exabruptos episódicos sin consecuencias sociales, gana fuerza y entra en todo tipo de instituciones, aunque últimamente parece que VOX se ha  estancado, recuperando el PP votos perdidos por la extrema derecha. 
Ante todo este panorama muestro mi inquietud ante lo que representan el PSOE, Pedro Sánchez y su equipo. No me inspiran ninguna confianza y me temo que, como siempre, sean los causantes de nuevos desastres. Ya lo han demostrado sobradamente en asuntos tan graves e importantes como la guerra y la paz, "toma OTAN y Libia"!, los derechos laborales y sociales, "toma reformas"!, el amiguismo y el caciquismo, "toma EREs y clientelismo"!, el desarrollo de una España que recupere lo mejor del proyecto republicano, "toma juegos malabares con los nacionalistas independentistas para la moción de censura o para reformas estatutarias que nadie pedía, o para Navarra"!, o en la solidaridad democrática en las relaciones internacionales, "viva Guaidó y Trump, muera Maduro". 
Lo dicho, con la mosca detrás y delante de la oreja.