Más allá de los resultados electorales, en Catalunya se han impuesto los valores y la cultura creados en 23 años de pujolismo. La formación del tripartito fue un espejismo que el 28 de Noviembre se ha encargado de disipar. El nacionalismo, vestido de catalanismo, soberanismo, o con la impronta inequívoca del independentismo, se ha impuesto en diversos grados y con una consistencia diversa, por acción u omisión.
El sentido identitario abstracto de una sociedad y de un pueblo únicos, por encima de clases y capas ha liquidado progresivamente la tensión moral, social, política y cultural de una izquierda histórica, con sectores más moderados o más radicales, pero con argumentos sólidos y creíbles y una perspectiva realmente internacionalista que pasaba, y pasa, en primerísimo lugar, por una España federal, que culmine la actual realidad autonómica. El federalismo no se construye con aventuras estatutarias de reivindicación de derechos ancestrales, sino con la unidad y decisión de los sectores de la sociedad que con su trabajo crean la riqueza material y cultural. Federalismo e internacionalismo son dos ruedas fundamentales de un proceso histórico de cambio y emancipación social. Por ello, yo y el colectivo en el que milito, defendemos un federalismo republicano y de orientación socialista. No concibo, aunque naturalmente respete, en pleno siglo XXI, una izquierda nacionalista cerrada y mucho menos si ésta es independentista. Desde el tripartito se ha aceptado, en diverso grado, la filosofía del nacionalismo, con un socio independentista, ERC, otro no se sabe y el principal socio compitiendo con CiU en su terreno. No se han unido,ampliado y fortalecido los apoyos recibidos para dar un giro a la izquierda en Catalunya, sino que se han dispersado y dividido. Y llega la crisis y golpea al gobierno central y al catalán, presos ambos de una aceptación de las políticas neoliberales y de un intento inútil de ocultar la crisis o de tratarla como un fenómeno pasajero que no nos tocaría de pleno. Deriva política, falta de proyecto de izquierdas y crisis, tres elementos que conducen al fracaso.
Ha ganado la derecha nacionalista porque ha perdido el tripartito, al entregarse a dinámicas que no debían haber sido las suyas. También, como algo general, porque la izquierda ha asumido las políticas neoliberales de sus contrincantes. Si en España y en Catalunya PP y PSOE, CiU y tripartito, hacen más o menos la misma política y nadie defiende una política de izquierdas que denuncie a los responsables de la crisis y proponga otras alternativas,la sociedad trabajadora en general y la juventud en particular se desmovilizan y el cinismo, egoísmo y deshonestidad de la derecha triunfan ya que la izquierda no ha hecho lo que se espera de ella y ha jugado en el campo del adversario. Se puede perder por razones objetivas pero dejando un sembrado de ideas, de hechos y de potenciales movimientos de lucha y de futuros cambios.
Ha ganado CiU, la de las políticas neoliberales sin complejos, la de las privatizaciones más duras, la del 3%, como mínimo, de corrupción y mordida, la del Palau y otras hierbas. Mas ha pasado de ser un yuppie prepotente a un aprendiz de padrino de todos los catalanes. Ya tiene a sus mamporreros para hacer el trabajo más sucio y agresivo. Y tiene a Durán i LLeida, el más neoliberal y antisocial, con imagen falsa de diálogo, tolerancia y preocupación por los pobres. En realidad en estas elecciones ha triunfado, en la política y en la economía reales, el tripartito CiU-PP-CEOE. Hablarán catalán o castellano en la intimidad, previo pase por el inglés de Wall Street.
La situación es dura y puede serlo más pero no es irreversible. Se le puede dar la vuelta si aprendemos de los fracasos y hacemos lo que corresponde hacer. Será un trabajo a medio y largo plazo. Ahora pasa por los días 15 y 18 de Diciembre, como antes por el 29 S. En algunos casos será volver a empezar y en otros continuar lo que está en marcha. No está escrito que al final de la escapada no paguen sus desmanes los principales responsables de los mismos. Tenemos que escribirlo.
No veo autocrítica. En plena crisis económica, cómo explica el hecho de que los ciudadanos voten masivamente a la derecha? Qué está haciendo la izquierda mal? Qué es en realidad ICV? Sinceramente, no creo que el tripartito sea el problema de ICV, que sufre una constante sangría de votos desde hace años...
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