viernes, 30 de septiembre de 2016

No os engañéis: el PSOE ha triunfado.


Meme visto en Twitter, sobre la crisis del PSOE. 

Al hilo del bodevil que el PSOE nos ofrece estos días, he considerado oportuno recuperar algunos fragmentos de una entrada publicada el pasado mayo en el contexto de las elecciones generales del 26J. 

Muchos se apresuran a ver el final del PSOE en estos acontecimientos y resulta golosa la tentación de establecer una comparación con el PASOK. Grave error equiparar, en base a coyunturas electorales, ambos partidos de la Internacional Socialista; son realidades muy diferentes. Pero, además, tener una visión de la política a partir exclusivamente de resultados electorales, nos ciega e impide ver que el frente de guerra está en los distintos escenarios en los que tiene lugar la lucha de clases, la materialización de la contradicción raíz Capital/Trabajo, la oposición de intereses entre la clase trabajadora y la burguesía capitalista. Evidentemente, la política institucional forma parte de esos escenarios, pero ni es el único ni el más importante (nada puede sustituir a la calle, a la lucha en el centro de trabajo, en el barrio...). De esta forma, un análisis más sosegado de lo que estamos viendo en la arena política, exige que nos planteemos cómo está la correlación de fuerzas en la lucha de clases. En este sentido, mi perspectiva no puede ser más pesimista.

El PSOE representa el entramado socialdemócrata/socioliberal, imprescindible para el mantenimiento del status quo a partir de la alternancia cíclica con los partidos más conservadores. Es el bucle perfecto. Ese entramado, además de ser "la comadrona de los partos difíciles del capitalismo" como alguien dijo una vez, actúa de muro de contención contra la izquierda anticapitalista, domesticando el voto de la clase trabajadora, orientándolo hacia propuestas políticas inocuas. La estabilidad del sistema, la seguridad para los intereses de la burguesía capitalista, requiere de un clústersocialdemócrata/socioliberal fuerte. Esto es lo que el PSOE representa; es su esencia más allá de las peleas que sus gallos y gallinas puedan protagonizar en el corral.  Y esta esencia en estos momentos es la misma que caracteriza a la fuerza política que compite con el PSOE por un electorado común: Podemos. Ésta es la razón que me lleva a afirmar que "el PSOE ha triunfado": aquello que representa está más fuerte que nunca.

Tal idea ya la planteábamos el pasado mayo en el blog. Lo que sigue es una selección de fragmentos de aquella entrada.

*   *   *


“Nos hemos quedado solos en el campo de la socialdemocracia”,alardeaba entusiasmado Pablo Iglesias en octubre de 2015; un arrebato dialéctico para dejar claro que era más PSOE que el propio PSOE, más chaqueta de pana que aquellos que protagonizaron la gran operación gatopardista del 82.

Esta declaración de amor socialdemócrata/socioliberal del líder de Podemos (que algunos, embriagados por su ceguera, todavía interpretan como táctica), viene en realidad de atrás. Cuando era un alumno de doctorado trepillas en una facultad que siempre ha sido un búnker del PSOE, ensalzaba como un vulgar pelotas la figura de Zapatero, por entonces en el Gobierno:"Zapatero (...) se ha convertido en un referente progresista mundial y en el representante de una forma de hacer política en Europa alternativa a los Estados Unidos" (ver "El baúl de la memoria"). Apuntaba maneras. Y una vez que resultó ungido por los medios del capital, que durante más de un año le regalaron diarios monográficos de publicidad política, el Coletas reforzó todavía más su condición de vendedor de capitalismo feliz. Así, durante su exhibición por la pasarela de Wall Street, declaraba: "Los inversores deberían estar tranquilos con Podemos porque no creemos que haya alternativa al libre mercado".

El éxito de Podemos residía en convencer a un electorado potencial, formado por muchos antiguos votantes del PSOE, que el nuevo partido encarnaba en estado puro e incorrupto lo que el PSOE había significado antes de su desgaste provocado por el ejercicio del poder institucional. El camino pasaba por hacer sentir a ese votante la embriagadora ilusión narcotizante que en el pasado había experimentado con el PSOE. Y mientras estimulaba la psique de tal electorado, tirando de consignas propias de un vendedor de detergente, profundizaba en la ruta socialdemócrata con un programa económico que tranquilizaba a banqueros y empresarios. El viaje hacia la socialdemocracia incluía también actos de lealtad y fidelidad con el imperialismo de la OTAN"La OTAN es necesaria y Podemos respetará los compromisos", declaraba Julio Rodríguez (ex jefe de Estado Mayor de la Defensa con el gobierno de Zapatero, y Jefe la Misión Militar española que con la OTAN diseñó en el año 2011 los bombardeos contra Libia; un hombre a quien la CIA había avalado en Washington como fiel amigo del Imperio, según un cable de la CIA desvelado en los documentos de Wikileaks). Y para que no hubiese dudas de la comunión de Podemos con el amigo imperial, Sergio Pascual dejaba claro que Podemos mantendría el acuerdo que permite la existencia de bases americanas en España. (...)

*

(...) Una de las tremendas paradojas de esta crisis sistémica, es que finalmente se cobrará como víctima a la izquierda política. Lejos de salir fortalecida, en un período en el que el capitalismo muestra sus afilados colmillos y el más violento de sus rostros, la izquierda (de antemano débil, política y sociológicamente muy minoritaria) habrá quedado tan diezmada que será difícil encontrarla en la liminalidad en la que habita. Al menos en lo que respecta a la izquierda anticapitalista, porque es cierto que la otra (la charlatana vendedora de capitalismo feliz) goza de excelente salud.

Si al comienzo de la crisis, muchos albergábamos la esperanza de que por fin la izquierda adquiriera músculo social y fuera capaz de crear eco ideológico, el devenir nos ha mostrado lo contrario, dejándonos una izquierda sonámbula e ideológicamente anoréxica, transformada en espectral fantasma político. En buena parte ha sido consecuencia de lacondición de yonqui electoral que tiene esta izquierda, autómata ambulante a la procura de poltronas que satisfagan la ambición personal de sus burócratas profesionales, aquellos cuya razón política no es otra que la de vivir confortablemente de la política. (...)

(...) La socialdemocracia siempre desempeña un eficaz papel como bombero del Sistema. Sin embargo, un PSOE tocado y herido no era capaz de ejercer tal función con eficacia, cuando huelgas y movilizaciones inundaron el país y cuando IU, por fin, giraba a la izquierda sin complejos. Tras dispararse las alarmas, la cocina del Poder trazó una contundente estrategia, que pasaba por crear un producto que por un lado fuera capaz de ejercer ese papel de apagafuegos, y por otro lado capaz de neutralizar a una IU que se estaba desmadrando.

Fue así como, lejos de producirse un avance ideológico que incrementase la necesaria masa crítica para afrontar la lucha de clases, en apenas dos años hemos asistido a un kafkiano e inaudito retroceso ideológico. (...) En lugar de combatir la ilusión del capitalismo, la izquierda finalmente mostró voluntad de formar parte de esa ilusión, renunciando a la batalla ideológica al abrazar la retórica ciudadanista y el discurso atrápalotodo. (...)

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(...)  Es obvio que el capitalismo lleva tiempo transicionando de fase. En ese contexto, el proceso de acumulación por desposesión (inevitable en la reproducción del sistema) alcanza unos niveles que conllevan el riesgo de provocar resistencias sociales. La neutralización de éstas, desde un punto de vista sistémico, resulta una prioridad que requiere de una socialdemocracia capaz de alternar formalmente con la derecha en el ejercicio del poder institucional. El carrusel PP-PSOE ha introducido cambios que añaden atractivo color e ilusión: Ciudadanos por un lado, Podemos por otro. El problema sistémico del debilitamiento de la vieja socialdemocracia, finalmente se ha resuelto creando una nueva marca socialdemócrata -Podemos- y obligando a IU a difuminarse en la misma. Ya no hay izquierda que no abrace el credo ilusionista de la socialdemocracia. Ha sido la jugada perfecta del Poder: primero conviertes en socialdemocracia todo cuanto hay a la izquierda; luego provocas la división del voto entre la vieja (PSOE) y nueva socialdemocracia (Podemos). (...)

(...) En definitiva, la orientación socialdemócrata/socioliberal de Podemos,viene a significar el triunfo aplastante de lo que el PSOE significa: el dominio de la socialdemocracia como acaparadora del voto de la clase trabajadora. ¡Qué paradoja! (...)


Da igual quién gane el 26 de junio. En realidad ya conocemos al ganador: el Capital, la oligarquía capitalista que elige a los capataces sumisos del cortijo. Me vienen a la cabeza las palabras de Margaret Thatcher tras perder las elecciones de 1997: “No importa, ya hemos ganado, la oposición es como nosotros”. En versión española, el gran capo portavoz de los capitalistas, Juan Rosell, venía a decir algo parecido cuando con entusiasmo declaraba:
"Los cuatro [refiriéndos ea los líderes del PP, Cs, Ps y PSOE] están de acuerdo en lo fundamental y gozan del beneplácito de los empresarios, la banca y las instituciones europeas"
Lo importante es que ningún partido, "ni Podemos, destrozaría ya la política económica actual", enfatizaba el mismo Juan Rosell.  (...)


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Ratifico este pensamiento expresado en aquel momento. El PSOE ha triunfado, ¡claro que sí! Ha triunfado porque los demás quieren ser como el PSOE. La fuerza que más se beneficiaría de su hundimiento (Podemos y satélites podemizados) se mueve con las mismas coordenadas ideológico-políticas. Lo más triste es que no hemos aprendido nada de lo que pasó en Grecia con Syriza (por cierto, buena parte de los cuadros del PASOK terminaron en Syriza, ¡qué casualidad!). Por supuesto, a muchos les quedará el consuelo de echarle la culpa de todo a la Troika. El que no se consuela es porque no quiere.
(PUBLICADO EN EL BLOG DE "EL vIEJO tOPO")
ARTÍCULO DE "EL MIRADOR GLOBAL" QUE ME HAN ENVIADO PARA PUBLICAR. 
SE TITULA "LA GUERRA EN EL PSOE NO ES IDEOLÓGICA, ES UNA GUERRA PRIVADA POR EL PODER".
(Sin necesidad de estar de acuerdo en todo, me parece interesante por todo lo que está ocurriendo en el PSOE y fuera) 

La desintegración del mal llamado Partido Socialista Obrero Español a la que estamos asistiendo en los últimos días, se viene anunciando desde el miércoles 12 de mayo del año 2010, cuando el entonces presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero compareció en el Congreso de los Diputados para anunciar el paquetazo neoliberal que impondría en España por orden de la Troika, que supuso "uno de los ajustes económicos más impopulares y dolorosos de la democracia", según podía leerse en El País por aquel entonces [Dos minutos que cambiaron España, 16/5/2010].
Hacía ya muchos años (en realidad desde el Congreso de Suresnes del 74) que de la mano de Felipe González el PSOE había dejado de ser un partido "socialista", "obrero" y "de izquierdas" para abrazar el Consenso de Washington iniciado más tarde en Europa por Margaret Thatcher. Pero fue a partir de los recortes sociales de mayo de 2010 cuando muchos de sus antiguos votantes percibieron con total nitidez esa deriva neoliberal adoptada por un partido que ya no representa los intereses de las clases populares, ni siquiera los de las "clases medias" empobrecidas a las que citan constantemente. Digamos que la crisis capitalista global y la crisis del Régimen del 78 español en particular, dejaron al PSOE sin posibilidades de disimular más su sumisión ante la gran burguesía nacional y el capital financiero internacional.
La necesidad de acumular más riqueza y de incrementar la tasa de ganancia de las clases capitalistas y la oligarquía financiera en un escenario de recesión económica mundial, no permiten ningún tipo de política "expansionista" o "keynesiana" que pueda abanderar políticamente la Socialdemocracia. Mario Draghi anunció en 2012 el fin del Estado del Bienestar y del "Modelo Social" en Europa [Europe´s Banker Talks Tough,- The Wall Street Journal, 24/2/2012]. Desde entonces se cayeron las caretas y quedaron al descubierto los impostores de la política. Se agotó el maquillaje con el que disimulaban su verdadero rostro. Esa es la verdadera crisis del PSOE en España.

En estos momentos, es tal la derechización del PSOE que un exfuncionario del Banco Mundial y del FMI como Pedro Sánchez, de ideología neoliberal, pro-imperialista y enemigo del marxismo que inspiró el nacimiento de su partido hace 137 años, es presentado públicamente - tanto por partidarios como por detractores - como un miembro de la extrema izquierda radical que pretende liberar o secuestrar, según se mire, al moderado y responsable "partido socialista". Sus enemigos lo atacan para hacerle responsable en primera persona de una crisis compartida que se originó años atrás, y que es una crisis política profunda de toda la Socialdemocracia en Europa, aunque sus dirigentes y medios afines no quieran verla por puro interés particular. El editorial de este jueves de El País señalaba sin eufemismos quién era el único culpable, exonerando a todos los demás dirigentes y factores responsables de la debacle:
Ni Felipe González, ni Joaquín Almunia ni José Luis Rodríguez Zapatero se aferraron al argumento populista de convocar a los militantes para atrincherarse en el cargo. Supieron elegir el mejor momento para irse por el bien del partido. No es el caso de Sánchez, dispuesto a hundirlo en las urnas por años. [Salvar al PSOE,- El País 29/9/2016] 

Quienes le apoyan, confiados en que pueda salir vivo de esta crisis interna, lo presentan como un democrático revolucionario para tratar de dar impulso al partido de cara al futuro próximo y volver a captar el voto de la izquierda y los sectores populares perdidos estos años. Golpistas frente a demócratas, es la falaz dicotomía que plantean algunos sectores de izquierdas. En cualquiera de los dos casos y sea cual sea el futuro de Pedro Sánchez (que es totalmente irrelevante), nos encontramos de nuevo ante un fraude ideológico y un travestismo político dirigido a la audiencia ignorante para intentar conservar el poder y los miles de millones de euros que maneja una gigantesca organización como el PSOE, así como los miles de puestos de trabajo "ad hoc" que se reparten entre familiares, amigos y fieles militantes.    
La guerra interna que se está reproduciendo en el mal llamado Partido Socialista Obrero Español (PSOE) no es una guerra ideológica entre dos bandos que interpretan el "socialismo" de forma diferente. No existe ningún debate entre sus filas sobre la vuelta o no a las raíces marxistas del partido y a la forma en la que estas ideas deberían aplicarse en el escenario nacional e internacional actual. No, no se trata de eso en absoluto. Es simplemente una guerra de poder, que se traduce en dos estrategias diferentes planteadas por los bandos enfrentados, para controlar el partido (y sus recursos) y volver a resituarlo como el recambio natural del Partido Popular en el gobierno. Es decir, para tratar de resucitar al partido como un pilar fundamental del régimen bipartidista español implantado tras la dictadura fascista. En el PSOE se enfrentan dos estrategias distintas para alcanzar los mismos fines.
Llegados a este punto de "incertidumbre" y de crisis sistémica permanente, es necesario para el Régimen y la burguesía que el PSOE tenga de nuevo el monopolio electoral de la "izquierda" y el "centro izquierda", hoy repartido en varios partidos que hacen más difícil el "consenso" y la "gobernabilidad" del país. Todo ello debe hacerse para "tranquilizar a los mercados financieros", como dirían algunos.
¿Y qué dice la "izquierda alternativa", los sindicatos mayoritarios y los progresistas de este país? Pues paradójicamente (o no tanto) parecen muy preocupados por la situación del PSOE, al que siguen considerando un partido de izquierdas imprescindible para la estabilidad del país, y al que continúan mendigando un "pacto de gobierno del cambio". [La crisis del PSOE como crisis de régimen,- Pablo Iglesias (Público, 29/9/2016)] ¿Qué más tiene que pasar para que esta heterogénea "izquierda" se desvincule de una vez por todas del partido neoliberal PSOE si de verdad pretende ser "la alternativa"? ¿La alternativa a qué exactamente? ¿La alternativa a sí mismos? ¿El problema no era el bipartidismo y "la casta"? ¿Cuándo y porqué el PSOE ha dejado de ser parte del problema para convertirse en parte imprescindible de la solución?
En resumen, no deberíamos perder mucho el tiempo en los problemas privados de una organización política que defiende intereses privados. Sin embargo se impone el ruido mediático y las luchas intestinas por el poder en el sótano de la política española. Mientras tanto en el exterior el mundo cambia y se mueve a pasos agigantados sin que nosotros, los trabajadores explotados y los excluidos, tengamos nada que decir y decidir sobre el papel que queremos desempeñar como sociedad y como país en este Nuevo Orden Mundial en desarrollo. ¡Qué tristeza!

jueves, 29 de septiembre de 2016


SOBRE LO QUE PASA EN LA CALLE. 

Como si los problemas económicos, sociales y de condiciones de vida y de trabajo que afectan a amplios sectores de las clases trabajadoras no fueran suficientes; como si el reto aventurero y peligroso de Puigdemont, Junqueras, la CUP y demás hierbas, no exigiera alternativas políticas serias, solventes y contundentes; como si el mundo no viviera en el Oriente Próximo, en África y en Europa, para no ir más lejos, sobre un polvorín; como si todo ello junto no fuera suficiente para concitar toda la inteligencia política, el coraje para propuestas de solución desde la izquierda, desde la real, a la variable según el viento, o a la social-liberal que expresa el PSOE, este partido se lanza a un proceso de autodestrucción que es difícil de entender desde fuera del partido y, me imagino, desde muchos militantes de base y votantes. 
Y mira por dónde, resulta que desde unidos-PODEMOS, que ya tiene su propio berenjenal interno, y externo, hay "dirigentes", Iglesias y Garzón entre ellos, que meten cucharada dando instrucciones y órdenes al PSOE, como si fueran parte de su dirección. Eso sí, tomando partido por Pedro Sánchez que, según esos dirigentes, es la izquierda del PSOE. Hasta acusan a los llamados críticos de dar un "golpe de estado", cuando Garzón sí dio un verdadero"golpe de estado", expulsando a miles de afiliados, e Iglesias soluciona los problemas internos de Podemos disolviendo y expulsando. Y hasta ven normal que Pedro Sánchez y su equipo impida la entrada en Ferraz de los dirigentes "malditos". No dicen nunca que lo que les mueve es aquello que expresó tan claramente Iglesias en rueda de prensa hace unos meses, imponiéndose a si mismo al PSOE como vicepresidente del gobierno, con unos cuantos ministros para control de la sociedad: Interior, Justicia, Defensa, Servicios de información...etc. Bochorno ajeno. Vale más que digan claramente, gobernemos juntos para ver qué hay de lo mío. Del programa político y de gobierno que defenderemos no os preocupéis: nuestros principios son tan flexibles que si no os gusta algo que proponemos os propondremos otra cosa, sin problemas.





NO ES NADA SATISFACTORIA LA SITUACIÓN PARA IMPULSAR UNA VERDADERA POLÍTICA DE IZQUIERDAS Y NO UN MISERABLE REPARTO DE PODER. 

miércoles, 28 de septiembre de 2016

CAROLINA BESCANSA, ENTRE LA PIJERÍA Y LA CRETINIDAD.
Esta mujer, diputada por Podemos es hija de ricos gallegos, una dinastía empresarial con importantes empresas y propiedades, bien relacionada siempre con Fraga Iribarne, con el rey Juan Carlos y Doña Sofía, y con lo más granado de la gente bien gallega, o sea, una niña bien, que huele al proletario de lejos, a la que nunca le ha costado mucho hacer todo tipo de pinitos porque, si iban mal dadas, tenía las espaldas bien cubiertas. Pues bien, la señora Bescansa, socióloga y politóloga, actualmente Secretaria de Análisis Políticos y Sociales de Podemos, además de diputada en Las Cortes, acaba de declarar textualmente, "Si en España sólo votase la gente menor de 45 años, Iglesias ya sería presidente del gobierno". Y se quedó tan pancha hasta que sus socios podemitas debieron decirle que a lo mejor se había pasado un poco y matizó sus declaraciones justificándolas en un estudio sociológico. Como yo no creo en casualidades extrañas, ni en declaraciones que no salgan del consciente, del subconsciente y del inconsciente, porque en ellos están albergadas, animo a Bescansa y a Podemos a que presenten una proposición de ley en el Congreso para prohibir el voto a los mayores de 45 años. ¡Qué coño se han creído, nos hemos creído, querer votar después de los 45! Así nos liberaríamos, Bescansa también, de la ardua función de votar y podríamos dedicarnos a otras tareas necesarias para la sociedad y más propias de vejestorios. 
Hablando un poco más en serio, sería necesario enviar al PP a la oposición para un largo periodo, sino para siempre, pero, qué quieren que les diga, viendo el percal de la izquierda, "filo izquierda", y la pijo-progresía, que tan bien representan la Bescansa, Iglesias y toda la corte que les acompaña, me da vértigo pensar que si en un momento llegasen a gobernar estos pijo-progres, cocinados en la cocina del ex troksquista, amigo íntimo y muñidor multimillonario de Qatar, propietario de gran parte de la comunicación-propaganda en España, Jaume Roures, solos o acompañados de un genio de la política como Pedro Sánchez, en España podría abrirse paso rapidamente una alternativa de la ultra derecha tipo Francia o Alemania. ante su ineptitud y el caos que generarían. 
Nada, que no nos toca otra cosa que pelear para que se abra paso una alternativa seria desde la izquierda en la que los comunistas que todavía nos lo creemos, sin estar todo el día dando vueltas alrededor del silloncito, juguemos un importante papel.



lunes, 26 de septiembre de 2016

GALLEGAS Y VASCAS. NO ES SORPASSO, ES BATACAZO.

Antes de analizar lo "nuestro", vayamos a ver lo general aunque sea por encima. En Galicia el PP se consolida al alza en votos y afianza sus 41 diputados, mientras el PSOE, que se lo tenía que comer crudo, sufre un fuerte bajonazo, de 18 a 14 diputados; Mareas-Podemos, que, al estilo Pedro Sánchez-Iglesias, también tenía que arrasar y ser primero pasa al segundo puesto, empatado en escaños con el PSOE, aunque con un puñado más de votos.


O sea que, hablando seriamente de política y no a golpes de ilusionismos vanos y banales, en Galicia se fortalece el PP y con él el PP en toda España, salvo que Pedro Sánchez o Iglesias aseguren lo contrario, el PSOE sufre un descalabro, Marea-Podemos se mantiene a la baja y el BNG pierde un diputado y unos cuantos miles de votos. Resumiendo, el PP gobernará tranquilamente con mayoría absoluta, si del parlamento gallego depende y no hay convulsión social en la sociedad y en la calle; el PSOE continuará su tran-tran conducido por estrategas de tres al cuarto, haciendo oposiciones a desaparecer, si no se enmienda; y En Marea-Podemos (ya ni se habla de Anova y de EU) seguirán vendiendo victorias totales en cada proceso electoral hasta que la realidad se rinda ante tanta indomable voluntad de un voluntarismo sin futuro alentado por los preclaros dirigentes del tinglado de Podemos.


En Euzkadi, el PNV ha vuelto a ganar con dos escaños más, 29, pero sin mayoría absoluta, con lo cual no tendrá problemas para buscar acuerdos para la investidura de Urkullu y para el gobierno; EH Bildu ha sido la segunda opción, 17 escaños, perdiendo 4; Elkarrekin Podemos la tercera con 11 diputadas/os; el PSOE 9, perdiendo 7; y el PP 9 perdiendo 1. Aquí también las altas y falsas expectativas creadas por Unidos Podemos, o por Podemos, la marca que se utiliza casi en exclusiva por los medios, asegurando que serían la primera fuerza, ha fallado. Ni primera, ni segunda. Y no sólo eso: Elkarrekin Podemos ha pasado de los 408.000 votos el 20D de 2015, a los más de 330.000 del 26J y a los 156.671 el 25S. Un gran proceso hacia un nuevo sorpasso. 


Es necesario abundar en esto para entender la realidad. No se trata de ser optimista y ver la botella medio llena, o pesimista y medio vacía, sino de conocer qué hay, qué pasa y porqué pasa. Y mucho menos autocontentarse y congratularse, como hacen permanentemente Pablo Iglesias y podemitas y garzoners diversos, diciendo que en Galicia Marea Podemos es la primera fuerza de la oposición y en el País Vasco la primera fuerza estatal. Se ha pasado, en definitiva, de decirle al PSOE el gobierno que debe tener, exigir la vicepresidencia del mismo y una serie de ministros para controlarlo todo: Justicia, Interior Servicios Secretos....a aguantar lo que se puede, siendo una parte destacada de la "clase política", de aquella casta que Podemos decía que iba a enterrar.


Y ya al final de la jornada sale Pedro Sánchez, el tipo que induce a creer que la política está en fase de extinción, postulándose para nuevos fracasos de él y de su partido. Con estos mimbres, Sánchez, Iglesias, y los demás componentes de la llamada izquierda, son los principales avaladores de la permanencia del PP en la escena política como principal protagonista, a pesar de sus multi corrupciones, recortes, y dirigentes-flauta como Hernando o Cospedal, que cada vez que abren la boca dan oxígeno a sus adversarios.  
Resumiendo, no hay sorpasso, el sorpasso ha sido simplemente un mantener los muebles a la baja por parte del podemismo militante y socios, un trancazo para el PSOE, y un balón de oxígeno para el PP. 
No me he olvidado de Ciudadanos. Lo que pasa es que Ciudadanos no ha pintado nada en estos dos procesos electorales. En un mañana político quizás deberemos volver a hablar. 
         


sábado, 24 de septiembre de 2016

¡JORNADA DE REFLEXIÓN? IMPOSIBLE. PRIMERO ES IMPRESCINDIBLE  PENSAR. ¿NOS DIERON MOTIVO?

Escucho a Mariano Rajoy, Rafael Hernando, Dolores de Cospedal, Esperanza Aguirre, Saenz de Santamaría, y a las amortizadas Rita Barberá, cobrando más en el grupo mixto del Senado que en el del PP, o a Bárcenas....y a muchos más, hablando de que gracias al PP el país va mejor, se remonta la crisis económica, hasta impulsan, como antes, ¡¡¡Construid, construid, malditos!!!, van a crear millones de empleos, mantendrán y mejorarán los servicios, reforzarán las libertades, y un largo etcétera, y me quedo anonadado ante mi universal ignorancia por no haberme enterado de las profundas políticas sociales del PP, ni de que en España pasara todo lo que cuentan los cuentistas de milagros a buen sueldo. Y llego a la conclusión de que deberíamos acabar con esta etapa política tan maravillosa  del PP, ya que tanta felicidad no es buena en una España y un mundo tan convulsos. Perdonadme la licencia, Dios nos podría castigar. Y miro a otros lados.
Y hete aquí, que escucho a Pedro Sánchez gritar más que hablar, repitiendo generalidades, banalidades huecas y propuestas de hacernos felices a todos/as, reiterando aquello del gran líder Zapatero, también en Barcelona, dirigido a los dirigentes del PSC, "Haced un estatuto de autonomía nuevo, que yo os lo aprobaré tal cual", a pesar de que en Catalunya no lo pedía nadie.Y convirtieron un estatuto de 57 artículos en un mamotreto constitucional de 223. De aquellos polvos vinieron los actuales lodos, que ahora no saben cómo limpiar. Hoy en Barcelona, Miquel Iceta, el secretario del PSC, al que hace un tiempo le tenía respeto político, vociferaba más que Sánchez con una especie de "Sálvanos Pedro, sálvanos del PP", y Sánchez prometía de nuevo al PSC lo que había negado Rajoy a Catalunya. Francamente, me hago cruces de que el histórico PSOE del siglo XIX, con sus aciertos, errores, miserias y virtudes, en el XX, que de todo hay, llegue a convertirse en un timo de trileros con vocación suicida. Se habla en los medios de la incógnita Sánchez cuando, a mi entender, la incógnita principal es ¿cómo es posible que Sánchez sea aún el Secretario General del PSOE, con un partido al borde del contenedor de residuos políticos históricos? Estaré atento para no perder detalle de lo que ocurra.
Y otro protagonista, CDC, O PDC, o lo que sea, y el tiempo que dure sin caducar del todo, en una situación desesperada, de no se sabe qué y para qué. Después de haber pactado a tope con el PP, y también con el PSOE,  todas las políticas más neoliberales, de más recortes, de más privatización, dando un ejemplo a toda España de lo que es gobernar desde la derecha económica y política sin complejos, ahora se descuelga con defender lo que sea y a quien sea con pretendidas actitudes sociales para que le aprueben sus líneas de contención nazional- independentistas, creyendo librarse así de entrar en el sumidero de la historia. 
Y, finalmente Iglesias, Errejón, Bescansa, Mayoral..., y subalternos haciendo triquiñuelas y engañando a todo el mundo, ellos que empezaron jurando y perjurando que eran el partido de la transparencia y que iban a acabar con la casta e instaurar la verdad en la política. Y están en un berenjenal disputándose el espacio, el poder y los dineros con los peores métodos de la peor casta. No hay para sentirse muy optimista sobre el papel regenerador de entuertos de la política este domingo previo a las gallegas y vascas con este personal suelto. 
Publico esto y quizás mañana amplie y ponga más santos al artículo para que sea menos pesado. 






jueves, 22 de septiembre de 2016

TONI ALBÀ, DICEN QUE ES UN ACTOR CATALÁN.
                                                         TONI ALBÀ.

Pero como yo tengo una concepción diferente del actor, sea cómico o dramático, considero que Toni Albá es un bufón, y no muy bueno. Este individuo va a hacer un pregón, su pregón, en las fiestas de La Mercé de Barcelona, alternativo y contrario al que el ayuntamiento ha encargado a Javier Pérez Andújar, escritor español nacido en Sant Adrià del Besós, al lado de Barcelona. El bufón Albá dice que lo hace porque Pérez Andújar escribió un texto en el que decía que las DIADAS, las celebraciones del 11 de septiembre. con sus cortejos, simbología y esteladas, organizadas al estilo militar que recordamos de otras manifestaciones de Europa y de España, eran el "parque temático del independentismo". Y añadía a continuación Albá, "El Estado español nos odia", "¿Qué os pasa españoles, estáis enfermos?", El español "es como un racista, un facha, o un nazi, odia a un negro o a un judío por el hecho de serlo". Y rubricaba con estas dos perlas escogidas, entre otras muchas: "El Estado español es un grupo terrorista igual que el Estado Islámico" y alegrándose de la muerte del "gran hijo de puta Peces Barba". Una delicia de actor para que actúe en las cloacas del nazional-independentismo. Pero detrás de todo esto hay bastante más sobre el escritor Pérez Andújar, que les duele a estos tipos. Este escritor ha escrito bastante pero uno de sus libros más conocidos y leídos es "CATALANES TODOS", libro en el que en forma de novela rompe el montaje propagandístico de que el levantamiento franquista fue contra Catalunya y de que lo realizaron los malvados españoles, igual que en 1714, siendo los catalanes inocentes víctimas de aquel acto fascista. Pues bien, Pérez Andújar demuestra en este libro con datos y argumentos que con Franco había muchos catalanes, financiando el levantamiento unos cuantos millonarios, alistándose en el ejército franquista muchos miles, recibiéndole miles y miles en la Diagonal de Barcelona, en 1939, derrotada ya la IIª República Española, y siendo franquistas, activos o pasivos, durante la larga noche franquista hasta que, al final del régimen, muchos se hicieron convergentes y hasta independentistas, a ver cómo les iba. Queda claro, pues, que en Catalunya pasó lo que pasó en todas partes: resistencia antifranquista, por las libertades y en defensa de los derechos sociales eliminados por La Dictadura por una gran parte de la población trabajadora y apoyo al levantamiento, a la guerra y al franquismo por otra que, junto con la intervención de la Alemania nazi y de la Italia fascista, liquidaron la importante experiencia histórica que representó la IIª República Española. Toni Albá y los medios de comunicación públicos catalanes que le dan cobertura a él y al nazional-independentismo actúan exactamente igual que los medios de comunicación franquista, todos al servicio de una idea totalitaria, el fascismo entonces y sus historias e historietas inventadas ahora. Historietas identitarias ancestrales de pura sangre y de hechos como el 11 de septiembre de 1714 falseados, deformados y manipulados, como la celebración este año del 40 aniversario de la gran concentración de la clase trabajadora de Catalunya, de origen y de adopción, por la "LLIBERTAT, AMNISTÍA I ESTATUT D´AUTONOMÍA", acto que no tuvo nada que ver con la manipulación independentista de este año. Y para colmo, la presencia en ella de los tres argentinos Pissarello, Gabancho y Fachín, a lo que parece los jefes de "En Comú, ICV-EUiA, Podemos-Podem", que hacen de lacayos del "dret a decidir" y del soberanismo independentista. Mejor que se vayan a Argentina a luchar contra Macri, y de pasada pueden defender la independencia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fé, Neuquen..., y sus respectivas regiones, a ver cómo les irá. Saben qué es lo más grave de todo esto, además de lo anterior, que personajes como Toni Albá y los medios de comunicación-manipulación e instituciones que les avalan y financian, están envenenando con mentiras la mentalidad de los niños en Catalunya, que sólo se enteran de la "verdad" deformada o falsa que les cuentan. Como en el adoctrinamiento del franquismo crean personas alienadas desde la infancia.
"TODOS CATALANES", LIBRO DE JAVIER PÉREZ ANDÚJAR. 

FOTOS DE PÉREZ ANDÚJAR, LA PRIMERA, Y DE TONI ALBÁ LAS OTRAS.

Foto de Francisco Frutos Gras.

                          JAVIER PÉREZ ANDÚJAR


Foto de Francisco Frutos Gras.
Foto de Francisco Frutos Gras.
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miércoles, 21 de septiembre de 2016


UNA COSA CURIOSA. ¿O NO TANTO?
Ayer el Rey Felipe VI hizo un discurso en la ONU en el que defendió la solución política y negociada de la guerra de Siria, sin fragmentar el país y manteniendo la unidad del Estado sirio. No hizo ningún ataque al "régimen", ni acusación por el ataque al convoy de la ONU. Yo escuché un retazo de su intervención ayer sobre estos temas y hoy intenté encontrar el discurso completo. Pues bien, los "grandes" medios de comunicación-propaganda españoles, "progres" y conservadores, sólo reproducían sus palabras sobre la cisis política en España, suprimiendo todo lo dicho sobre Siria, Oriente Próximo, África, Ucrania, etc...He tenido que buscar la versión íntegra del discurso en Internet. Ni siquiera el Rey les merece confianza y le censuran lo que no comulga exactamente con sus políticas.

DESPEDIDA De BAN KI MOON COMO SECRETARIO GENERAL DE LA ONU, HACIENDO EL ÚLTIMO SERVICIO A SU AMO. 
Acusa al presidente sirio de haber sido el que ha matado más sirios en esta guerra de agresión contra Siria, aprovechando el atentado de falsa bandera contra un convoy de la ONU, al que acusan a Siria y a Rusia, a pesar de que la ONU dice que no puede decir cómo se ha hecho el atentado y quién lo ha hecho porque no tiene pruebas . En vez de haberse disculpado por su actitud durante su mandato, contemporizadora y al servicio del crimen de los países creadores del terrorismo en Oriente Próximo, en Libia y Siria en la última etapa, o sea el Occidente imperialista con EEUU, Francia y Gran Bretaña a la cabeza , Arabia Saudí y Qatar, Israel, Turquía y demás cómplices y auxiliares necesarios, se destapa en su despedida de servidor del amo, acusando al Presidente de un país y, en definitiva, a su gobierno, ejército y pueblo, de ser el responsable de la mayor parte de los crímenes cometidos en este país por los mercenarios y terroristas que Obama, Clinton, Hollande, Cameron y demás han organizado, armado, preparado y financiado para dominar la zona y sus riquezas, fragmentar Siria y controlar el Mediterráneo, como ya ha reconocido publicamente una de las principales autoras de estas fechorías, Hillary Clinton.
Después de la matanza de entre 60 a 100 soldados sirios y decenas de heridos, por el bombardeo consciente y premeditado de los aviones de los EEUU, éstos y sus compinches, entre los cuales se cuenta Ban Ki moon, inventan la historia del bombardeo del convoy humanitario de la ONU por los aviones sirios primero y por los rusos después, al conocerse que los sirios no tienen aviones capaces de volar por la noche y que, además son disparos de mortero. Después de la matanza de soldados sirios tenían que hacer algo muy sonado para culpar a Siria y Rusia del crimen. Han inventado un atentado de falsa bandera, utilizando a sus terroristas para ello, en una zona que éstos controlan.
Al lado de las declaraciones del cómplice del crimen, Ban Ki moon, contrastan las de la ONU y las del gobierno alemán diciendo que no pueden atribuir a nadie el atentado porque no hay pruebas para ello. Creo que sí saben la autoría pero no se atreven a acusar a EEUU.





RECUERDOS DE VERANO.
Y llegó el otoño furtivo
como viejo huésped conocido,
con las luces más opacas
nubes, lluvia, temporales,
en ciudad, mar y montañas.
Y pensé en lo sucedido,
en lo propio y en lo conjunto,
todo es parte de mi vida,
todo enmarca mi futuro
personal y colectivo.
Y me asalta una sospecha,
que confirma lo que veo,
de banalidad en banalidad
palabras sin ideas desperdigadas
en el tiempo de luz perdidas.
Hay luchas imprescindibles
sin las que no existe vida,
hay peleas tabernarias
para derrochar energías
sin ley, dignidad y armonía.
Y nos entrará el otoño
con gallegas, vascas o terceras,
y sentiremos poco a poco
que las hojas ocres y secas
hacen hogueras de palabras y de ideas.
Y decido no enfurecerme,
mirar de qué va la tontería
y entender por qué política
se ha convertido casi
en saqueo y satrapía.
Elevar la mirada por encima
de palabras inútiles y huecas,
refrescar con el aire otoñal
viejos pensamientos de octubre
sin dogmatismos vigentes.
Cerró el verano y sus ruidos
llegó el otoño y sus silencios,
no hagáis caso de estaciones
ni de la primavera que viene.
Pensad, hablad, organizad.
Pensad en qué hacer de verdad,
en hablar a la clase sin engañar,
organizando su fuerza y voluntad,
dando confianza a su soledad
con nuestra entrega y honestidad.
Nada es simple y sencillo
para cambiar la vida colectiva
de mujeres y hombres que laboran
y mantienen el mundo en que vivimos
a pesar de la explotación y el vacío.
Recorramos el camino otoñal,
seco, mojado, con sol o viento,
acompañando nuestro paso
de miradas de apoyo y ternura,
de palabras sabias, sentidas.
¿Palabras fraternales? Pues sí fraternales,
aunque los vividores nos llamen antiguos.









martes, 20 de septiembre de 2016

Derechos torcidos



Un fantasma recorre España en general y Cataluña en particular. No es una mera metáfora burlesca, como la que introduce el Manifiesto Comunista de Marx y Engels. Es un fantasma muy serio. Pero fantasma igualmente.Se le han dado dos nombres, uno avalado por cierta tradición política muy respetable inaugurada al alimón por el presidente norteamericano Woodrow Wilson y por V. I. Ulianov (Lenin): derecho de autodeterminación; otro, improvisado sobre la marcha (a ninguna parte) por ciertos políticos catalanes deseosos de garantizarse completa libertad de acción en defensa de los intereses, reales o imaginarios, de los sectores sociales por ellos representados (o que ellos pretenden representar): derecho a decidir (expresión no totalmente original de “casa nostra”, pues ya fue acuñada, al parecer, hace unos años por el ex-lehendakari Juan José Ibarretxe).
Empezando por este último “concepto”, lo primero que conviene dejar clara es su total falta de claridad. Porque ¿acaso hay algún derecho cuyo contenido no sea la capacidad de decidir algo? Así, el derecho a la salud implica la posibilidad de decidir curarse y de que la sociedad ofrezca los medios para ello; el derecho a la educación, la posibilidad de decidir instruirse (o de que los padres o tutores lo decidan por los menores a su cargo) y que la sociedad ofrezca los medios; etc. De modo que, si todo derecho implica alguna capacidad de decisión, la expresión “derecho a decidir” es, por un lado, redundante y, por otro, si no se especifica el contenido, vacía.
Parece claro, pues, que quienes pusieron en circulación semejante pseudoconcepto, o no tenían las ideas claras o pretendían confundir al público al que iba destinado. El principio de “caridad” obliga a excluir lo primero, pues equivaldría a llamarlos ignorantes. Por lo tanto, hay que concluir que buscaban lo segundo. ¿Con qué propósito?
Sin duda para lograr un apoyo mayoritario a la idea de que hay que poner a discusión, con la intención de modificarla unilateralmente desde Cataluña, la estructura administrativo-territorial del actual Estado (ese cuyo nombre oficial es “Reino de España” o, simplemente, España). Y ¿por qué se supone que hay que modificarla? Supuestamente porque, desde el auge de los movimientos nacionalistas iniciado en el siglo XIX en gran parte del mundo, y su agudización en la posguerra de la Primera Guerra Mundial, viene habiendo un sector de la población de Cataluña que, por diversas razones (económicas y/o culturales), aspira a la constitución de un Estado propio independiente del resto de España. Ese sector, hasta hace muy poco, no pasaba de un 15% de la población, como máximo. Pero sus líderes políticos e intelectuales han encontrado, gracias a determinados cambios producidos en la sociedad catalana (fuerte disminución relativa de la clase obrera industrial y correlativo aumento del sector servicios, cuyos asalariados son más receptivos a las ideas y actitudes interclasistas, entre ellas el sentimiento de “identidad nacional”; crisis económica; detención o incluso descenso del “ascensor social” para las nuevas generaciones; etc.), han encontrado, digo, la manera de reforzar ese contingente de adeptos al separatismo mediante el expediente de decir algo así como: Es evidente que en Cataluña existe un segmento importante de la población desafecto respecto a España (segmento formado, de entrada, por los mismos que dicen eso y los que asienten, con lo que tenemos un típico caso de discurso “performativo” o —como diría un servidor— “ejecutivo”: discurso que, por el simple hecho de enunciarse, realiza lo que enuncia). Por tanto —siguen diciendo— es de justicia reconocerles a los catalanes (los censados en Cataluña, aunque más de un nacionalista catalán discreparía y delimitaría un subconjunto según criterios étnico-culturales) el derecho a pronunciarse sobre la continuidad o no de su permanencia en el Estado español .
Dejemos a un lado, de momento, pues lleva a un callejón sin salida, la espinosa cuestión de si Cataluña es o no una nación (sin Estado) y si, más aún, tiene sentido hablar de naciones que no estén constituidas como Estados, es decir, de naciones meramente étnicas, no políticas. De entrada, lo que se ha conseguido con el discurso arriba mencionado es incorporar a la discusión, primero, a un nuevo contingente de personas que, golpeadas por la crisis o temerosas de verse golpeadas por ella, atribuyen a la pertenencia a España todos los males y ven en la secesión una posible escapatoria; y en segundo lugar, a un número importante de personas que jamás hasta ahora se habían planteado el asunto y cuya implicación en el debate está motivada: a) por su talante democrático, que las predispone a prestar atención de entrada a la reivindicación nacionalista como lo harían con cualquier otra reivindicación surgida de la sociedad en la que viven; o b) por la inquietud que les produce la posibilidad de que el movimiento separatista gane terreno y acabe alterando de forma negativa su situación social. Esas diversas motivaciones, aun siendo bien distintas, convergen en la disposición a aceptar un mecanismo que permita a los censados en Cataluña pronunciarse sobre la cuestión, aunque muchos (especialmente los del último grupo) se pronunciarían negativamente sobre la posibilidad de secesión.
Pero, así como la lógica que rige la vida de los “famosos” (artistas de cine, cantantes, etc.) tiene como uno de sus principios que “lo importante es que hablen de uno, aunque sea mal”, así también en este asunto los partidarios de la secesión consideran de entrada ventajoso que un gran número de personas quieran pronunciarse al respecto. Propicio a sus intereses les parece, en efecto, poder decir, como se dice (aunque sería interesante analizar las encuestas que presuntamente lo avalan), que “el 80% de los catalanes está a favor de que se realice un referéndum vinculante sobre la pertenencia o no de Cataluña al Estado español”. Y ése es justamente el significado implícito que se le atribuye a la ambigua expresión ‘derecho a decidir’. La medida, sin embargo, en que ese significado se hace explícito varía según el contexto y según quién lo invoca. En todo caso, cuando se dice, sin más, que un 80% está a favor del derecho a decidir, cualquier observador ajeno a lo que aquí se cuece quedaría pasmado al oír que en Cataluña hay un 20% de ciudadanos que han renunciado a tomar decisiones…
A ese presunto 80% se lo mima y halaga con la idea de que la democracia exige que cada ciudadano pueda pronunciarse y decidir sobre cualquier asunto que le afecte. Lástima que ese celo democrático no se manifestara con ocasión de la modificación del artículo 135 de la Constitución, en que quedó estipulado que el cumplimiento del pacto de estabilidad financiera acordado por la UE tiene prioridad sobre cualquier otro objetivo de política económica, modificación que fue avalada sin rechistar y sin exigir ningún tipo de referéndum por gran parte de los mismos que ahora exigen a todas horas referendos de autodeterminación. Por lo visto, en ese caso se trataba de un asunto menor, que no afectaba los intereses de la gran mayoría de los ciudadanos. Total, 16.000 millones menos en sanidad y educación no pueden tener demasiada repercusión en el bienestar del pueblo “soberano”, a diferencia de lo que ocurre con los grandes intereses “nacionales”.
Pues bien, lo primero que hay que decir frente a la pretensión de que los censados en Cataluña tengan derecho a decidir unilateralmente si quieren seguir o no formando una entidad política junto con el resto de España es que, habida cuenta de la realidad política y social existente aquí y ahora, ese presunto derecho no se podría ejercer sin afectar a los derechos de los censados en el conjunto del país. Alguna alma bella residente en Cataluña (o fuera de ella, que tampoco faltan) que siendo totalmente contraria a una posible secesión crea que la mejor manera de acabar con la tensión creada al respecto es celebrar de una vez el dichoso referéndum de autodeterminación (vinculante, por supuesto) porque seguro que ganaría el NO , comete dos errores graves. Primero y principal: porque nadie tiene derecho a decidir por otros en un asunto que también les afecta. Y ¿acaso no afecta, por ejemplo, a un residente en Zaragoza que de un día para otro se le considere extranjero a doscientos km al Este, en un territorio en el que hasta entonces gozaba de todas las prerrogativas propias de un ciudadano? O ¿qué decir de la merma en los recursos del Estado derivada de la pérdida de una de sus zonas de mayor actividad económica? ¿Acaso no repercutiría ello en las —ya deficientes— prestaciones que reciben los ciudadanos del conjunto del territorio español? Y segundo: porque aceptar una votación solamente porque se espera ganarla es hacer burla de la democracia que se dice defender. Todo eso al margen de que la constitución vigente, ley de leyes a la que todas las leyes ordinarias quedan supeditadas, no contempla soberanías separadas para los habitantes de las diversas comunidades autónomas, sino una única soberanía colectiva de los poseedores de la ciudadanía española. Claro que las constituciones no son entidades eternas: pueden —y, con cierta frecuencia, deben— modificarse. Pero de acuerdo con los procedimientos en ellas establecidos, so pena de crear una situación de inestabilidad e inseguridad permanentes incompatibles con el bienestar general. Y, por supuesto, en situaciones extremas (cuando una constitución se ha pervertido al extremo de amparar un régimen de clara injusticia social o de opresión flagrante de unos grupos por otros) es perfectamente legítima la rebelión , con todas las consecuencias (y peligros) derivados del ejercicio de la violencia al margen de la ley.
Según lo anterior, por tanto, no sólo es que los ciudadanos censados en Cataluña no tengan, hoy por hoy, derecho a decidir unilateralmente separarse del resto de España (su presunto derecho a decidir no puede ser un derecho a dividir), sino que tampoco tienen derecho a decidir unilateralmente unirse más de lo que están (renunciando, por ejemplo, a la actual autonomía), pues ello, al implicar una reestructuración importante de las instancias administrativas del Estado, también tendría repercusiones para el resto de los ciudadanos españoles (por ejemplo, una gran cantidad de actuales funcionarios de la Generalitat entrarían en competencia con los de otras administraciones del Estado a la hora de cubrir plazas y ejercer responsabilidades).
Una de las ventajas con que juegan los partidarios de la ruptura es que muchas gentes bienintencionadas se plantean el asunto como algo circunscrito al momento presente, sin raíces históricas (como si tendieran, frente al pasado, el famoso “velo de ignorancia” que John Rawls, en su Teoría de la justicia , propone tender ante la situación de partida de una sociedad a la hora de determinar las normas que harían de ella una sociedad justa). Pero no se puede hacer abstracción de la historia, como si los “cambios de ciclo” borraran de un plumazo el pasado (aunque, paradójicamente, alguno de los principales promotores de la “nueva izquierda soberanista” presuntamente no independentista —pero ¿se puede ser lo primero sin ser lo segundo?— es de profesión historiador). La historia de este país (España), junto a unos cuantos desencuentros o choques entre las piezas que lo fueron componiendo (y la Guerra de Sucesión, pese a la nueva mitología tejida en torno al tricentenario del asedio y caída de Barcelona, fue más un choque internacional que una “guerra civil”), suma cientos de años de convivencia fructífera, con períodos tan brillantes como el reinado de Carlos III, impulsor de la red de caminos reales que aún es la base de la red de carreteras actual, también en Cataluña, por supuesto; Cataluña que conoció un período de prosperidad excepcional gracias, entre otras cosas, a la apertura de sus puertos al comercio con América, hasta entonces reservado a los puertos del Atlántico; prosperidad de que dan fe, por ejemplo, las abundantes reformas de masías datadas en esos años, así como el perceptible aumento de altura en muchas casas del casco antiguo de Barcelona, correspondiente también a esa época, en que las murallas impedían a la ciudad expandirse horizontalmente. Pero lo importante es que ese pasado común ha creado unos vínculos sociales, económicos, culturales y afectivos que no se pueden cortar de la noche a la mañana como si tal cosa. Y el que tal pretenda debe saber que no actuará como cirujano, sino como carnicero.
En cuanto al derecho de autodeterminación propiamente dicho, independientemente de que ciertas tradiciones políticas (la leninista en particular) nacidas para hacer frente a situaciones de opresión de todo tipo lo hayan incorporado a sus señas de identidad hasta el extremo de atribuirle un valor incondicionado, lo cierto es que los principios de derecho internacional más universalmente aceptados (por las Naciones Unidas, sin ir más lejos) lo restringen a situaciones de clara opresión colonial, es decir, situaciones en que una determinada población bien definida carezca de representación política libremente elegida y se vea, en cambio, gobernada por una administración sobre la que no ejerza control alguno. Que, en el caso de Cataluña, ni el más paranoico separatista “enragé” pueda invocar ese supuesto sin retorcer el argumento hasta el absurdo le debería resultar claro a cualquiera (aunque la claridad no parece ser atributo de todas las mentes).
Pero aparte de la inexistencia de una situación colonial (diga lo que diga el muy “mediático” ex-ministro griego Yanis Varoufakis, cuyo nivel de información sobre el tema no parece superar el que tenía sobre las posibilidades de lograr un acuerdo con la troika comunitaria en su etapa de ministro), lo cierto es que, aun estando la población de Cataluña bien definida ad extra o desde el punto de vista administrativo (los censados en el territorio de la correspondiente comunidad autónoma), su definición ad intra , o desde el punto de vista sociocultural, deja bastante que desear, como revelan las encuestas que hablan de diversas conciencias identitarias (quienes se sienten exclusivamente catalanes, quienes se sienten exclusivamente españoles y quienes se sienten, en diversos grados, ambas cosas). Por eso algunos venimos diciendo que, en el caso catalán, el supuesto derecho a decidir equivale al derecho a dividir . Algo que se ha visto últimamente agravado por la pretensión de ciertos sectores ultracatalanistas de acabar con el bilingüismo realmente existente en el territorio, culpabilizando del mismo, amén de a la consabida conjura españolista (que la hubo ciertamente durante el franquismo, aunque sin culpa de la gran mayoría de los españoles), a las sucesivas oleadas de inmigrantes que no han sido plenamente “asimilados”.
En cualquier caso, la historia de la mayoría de los procesos de recomposición de Estados con arreglo a presuntas identidades nacionales muestra un perfil inquietante, en el que abundan las aristas violentas. Si las “guerras balcánicas” marcaron la pauta a comienzos del siglo XX, los procesos que siguieron a la ruptura de la federación yugoeslava primero y de la Unión Soviética después no son muy aleccionadores que digamos. Pero la obsesión por la unidad étnico-cultural puede ir en dos sentidos: disgregador o integrador a la fuerza. Como ejemplo de lo segundo, no hay más que recordar el pangermanismo que reivindicaba territorios “desde el río Mosa (Bélgica) hasta el río Niemen (Bielorrusia), desde el río Adigio (en el Tirol italiano) hasta el estrecho de Belt (Dinamarca)” (como reza la primera estrofa, hoy prohibida, del himno nacional alemán); Hitler, por supuesto, se tomó muy en serio esa “grandiosa visión” de una Mitteleuropa germánica y aún la superó. En plan mucho más modesto y, afortunadamente, de manera pacífica, sin el recurso a las Panzerdivisionen , y con planteamientos sociales de izquierdas, también aquí hay quien defiende pequeñas visiones grandiosas con respecto a los llamados “ països catalans” (se trata de paralelismos meramente formales y extrínsecos: espero que nadie arguya que se está comparando en lo sustancial la CUP con el NSDAP…).
Por eso, porque está visto que abrir el melón de las fronteras estatales es como abrir la caja de Pandora, la Unión Africana, sucesora de la Organización para la Unidad Africana (fundada en 1963) tiene como uno de sus principios fundamentales respetar las fronteras heredadas del período colonial, pese a lo arbitrario de muchas o la mayoría de ellas, ya que dividen etnias todavía claramente identificables (no como en Europa, donde los perfiles étnicos están totalmente difuminados). Baste recordar las masacres perpetradas no hace mucho por ciertos grupos étnicos africanos contra otros (hutus, tutsis, etc.) para darse cuenta de a dónde puede llevar la mencionada aspiración a la “homogeneidad nacional”.
En definitiva, la pretensión de poseer el derecho de decidir unilateralmente la relación de Cataluña con el resto de España (una relación, por definición, excluye la unilateralidad) no puede sostenerse razonablemente al no poder fundamentarse en una hipotética situación de sojuzgamiento colonial ni nada que se le parezca, pese a los histriónicos rasgamientos de vestiduras por supuestos expolios fiscales, que casi nadie se atreve ya a esgrimir —aunque seguramente puede haber margen para aumentar la equidad en este punto—, o por las declaraciones extemporáneas (o así consideradas por parte interesada) de tal o cual ministro, o por decisiones del gobierno central tan tremendamente lesivas para la “cohesión social” de Cataluña como ¡aumentar el número de horas de lengua castellana en primaria de dos a tres semanales! En una democracia, incluso en una tan imperfecta como la que tenemos (pero no tanto como para que su imperfección autorice a todo el mundo a tomarse la justicia por su mano), las diferencias sólo pueden resolverse mediante la discusión y la búsqueda de acuerdos, al menos parciales, mientras la correlación de fuerzas en los órganos legislativos, incluso apoyada por manifestaciones pacíficas (huelgas incluidas), no permita otra cosa. Por supuesto, quien considere honestamente que ésa es una vía muerta (más de una vez, a lo largo de la historia, lo ha sido) siempre podrá optar por la vía insurreccional. Faltará sólo que un número suficiente de personas considere que la reivindicación lo vale. Y, por supuesto, llenar una vez al año de gente la Meridiana o el Paseo de San Juan no es una insurrección digna de tal nombre, aunque algunos así lo crean. Pero no siempre la fe mueve montañas.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Miguel Candel es el Presidente de la ASEC-ASIC, Assemblea Social d´Ésquerra de Catalunya.