domingo, 28 de agosto de 2011

LIBIA. ZAPATERO-RAJOY, PSOE- PP, GOLPE DE ESTADO SOCIAL.

LIBIA
Por fín respiran satisfechos los medios de propaganda, tanto los reaccionarios y conservadores con ganas,como los progres :"El País","Público","El Periódico","La Razón", ABC","El Mundo", RNE,TVE, COPE, "Onda Cero" "SER". Cae el "tirano", el "dictador". Nada importa el baño de sangre, ni la verdadera calaña de los llamados "rebeldes". Los medios de propaganda, progres o reaccionarios, y sus mercenarios, periodistas de despacho o enviados especiales, escriben encendidas crónicas de defensa de la libertad y de la democracia. Ahora, incluso se ven imágenes de matanzas, torturas, humillaciones, tiros en la nuca. Ahora simulan que son justos e imparciales en el juicio sobre los culpables, eso sí cargando las tintas sangrientas contra los "gadafistas", y poniendo altavoz a las peticiones de algún jefe de la banda de la OTAN, pidiendo que nadie se tome la justicia por su mano. Todavía no se han visto imágenes ni hay informaciones veraces en relación a los bombardeos de Gadafi y sus matanzas contra la población civil, denunciados durante seis meses por el eje militar, de comunicación y de intereses de la OTAN. Sí sabemos que los "libertadores" torturan, humillan y asesinan. A lo mejor, eso saben hacerlo bien, finalmente serán los "gadafistas" los asesinos, con fotos trucadas y noticias nacidas en el corazón del fascismo internacional, que es la expresión del capitalismo en su fase actual.
Yo no sé cómo acabará todo. Siento no poder augurar un futuro decente y pacífico para el pueblo libio, al que han empobrecido, destruido y enfrentado, y que quieren que sea, de nuevo, la mano de obra barata del capital interno y externo, al que le intentarán privatizar y reducir servicios fundamentales como la sanidad y la educación. Estoy convencido de algo: no lo van a conseguir, en algún momento la rebelión será real contra los nuevos amos de dentro y de fuera. No está cerrada la página de Libia.


CAMBIAR LA CONSTITUCIÓN CONTRA LOS DERECHOS SOCIALES.
No han querido cambiar la Ley Electoral para que cada organización política tenga la representación proporcional que le corresponda. La Ley Electoral es una ley que se puede cambiar, si hay acuerdo, sin pasar por la Constitución,tal como en su momento planteó el Consejo de Estado. Cambiar la Constitución, en un estado realmente democrático, no se puede hacer bajo ningún concepto, si no es a través de procedimientos participativos, referéndum como mínimo, de la misma manera que se aprobó la actual Constitución. Digo referéndum como mínimo porque, previo a su convocatoria, debe haber un gran debate nacional, con el tiempo necesario y la más amplia información, en el que participen partidos, sindicatos, centros de estudio y sectores intelectuales, organizaciones sociales, movimientos como el 15 M y otros. Sólo después de ese proceso debe convocarse el referéndum en el cual no se limitan los asuntos sobre los que decidir, sean éstos la forma de estado, el tipo de economía, o la garantía de que se cumplan derechos de la Constitución actual que han sido burlados permanentemente por el poder, cual es el caso del trabajo, la vivienda, la educación pública, gratuita y laica y la sanidad.
El actual pacto PSOE-PP ya tiene titular internacional y español: "Zapatero prepara la revolución de Rajoy". Bueno, sería mejor decir "Zapatero intensifica la contrarevolución neoliberal para que Rajoy no tenga que despeinarse". Qué final más patético el de este hombre que entró con grandes promesas y clientelismos sociales y se marcha con un golpe de estado contra la Constitución y el moderado estado de bienestar. En fín, podrá consolarse con las palmadas en la espalda de Merkel, Sarkozi, Cameron y ese gran astro con el cual, según Pajín, iba a formar una nueva galaxia, Obama.
Toca la movilización contra este acuerdo. Vamos a ver como reacciona una clase trabajadora desmotivada, desmovilizada, engañada y, en gran parte, crédula.

2 comentarios:

  1. El futuro de Libia, esta sentenciado desde el principio de la guerra: 10.000 millones de dolares para su reconstrucción, petroleo y agua dulce que rentabilizar en nombre de la paz mundial y la democracia.
    Y sobre las víctimas, los medios se encargarán de que nadie las recuerde, al fin y al cabo, solo son cuatro moros de un país que pocos saben situar en el mapa.

    Sobre el cambio de la constitución, seguro que ya está previsto que se celebre un referendum, porque lo ganarán y así será el propio pueblo (aparentemente) el responsable de las medidas que se tomen. (con la OTAN funcionó)

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  2. Estimado Sr. Frutos:

    http://www.amnesty.org/es/for-media/press-releases/libia-registros-penitenciarios-riesgo-perderse-2011-08-29

    Con todo el respeto como siempre, le envío este enlace de Amnistía Internacional, sobre la matanza que perpetró en 1996 el régimen de Gaddafi, ejecutando a 1.200 presos en unas 24 horas. Esto es sólo un botón de muestra de los horrores de este régimen que no importaron a casi nadie (especialmente desde que se convirtió en un aliado un poco estrafalario después del 11S). IU por lo menos se negó a estar presente cuando se le entregaron las llaves de Madrid.
    Pienso que condenar las intenciones colonialistas en Libia y los asesinatos de civiles por la OTAN no es contradictorio en absoluto con repudiar su régimen y reclamar los derechos de pueblo libio a librarse de este déspota, tal como defiende IU. Pero tengo la impresión que eso no queda lo suficientemente claro y a algunas personas su posición antiOTAN les lleva a posicionarse con regímenes opresores, corruptos, nepotistas y socialmente profundamente injustos como el libio y el sirio. Esta posición me parece no sólo incoherente sino profundamente insultante para los ciudadanos árabes en general y en particular sirios y libios que se han levantado por sí mismos contra las dictaduras que les oprimen y que se levantarán, como usted bien indica si los amos internos y externos pretenden simplemente heredar la estructura de poder y de acumulación de capital de los tiranos recién depuestos...

    Atentamente,

    Juan Ramón Martín Menoyo

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