De golpe Palau-CDC-Millet-Montull-Pujol........, y suma y sigue; Gürtel-Bárcenas-PP-Camps-Fabra-Costa......, y suma y sigue; ERES y sus diversos camuflajes. Vale como ejemplo de todo lo que hay en degradación económica, social y, por ende, política, que es la madre encubridora de todas las degradaciones.
Y mientras esto sucede y el hedor lo invade todo, produciéndote incluso una náusea profunda a todo lo que te rodea y que debería formar parte de una realidad colectiva cívica, con sus dialécticas sociales, ideológicas y políticas diversas, enconadas e incluso enfrentadas, pero relativamente limpias y desinfectadas, ¿qué espectáculo nos da la política, en mayúscula, en minúscula y hasta en bastardilla? Veamos.
La formación del nuevo Parlament de Catalunya, después del golpe liquidacionista de septiembre y octubre y de las elecciones del 21 D, es una imitación de formas a la baja de lo anterior, conscientes sus principales y repetidos protagonistas, no todos ya, de que se acabaron las chulerías de matones de escaño basadas en historietas y causas truculentas y sin ningún horizonte de realización. Después de todo lo ocurrido en los últimos meses, uno se hace cruces de que todavía haya desinformados, descerebrados e ilusos, que puedan creerse y votar a cuatro mangantes tipo Puigdemont, cuyo objetivo en la vida es medrar a costa de lo que sea. Para esta gente, el robo más grande producido en este país, en duración y cantidad, y el Palau sólo es la calderilla, no existe, o lo han ejecutado "els nostres lladres", dignos de la más generosa amnistía y del olvido. La CUP es un ejemplo de cómo en nombre de la "izquierda y la revolución" se puede defender, abrazar y votar a los corruptos y ladrones.
En lo que respecta al gobierno de España, al PP, a Mariano Rajoy y a su corte celestial, mostrar mi ilusa extrañeza de que mantengan todavía un porcentaje de voto y apoyo social que debería dejarnos perplejos sobre la capacidad humana de tragar con todo lo que oliendo a podrido se considere aceptable. O continuar pensando o creyendo que el Rajoy de no sabe no contesta es la mejor opción de gobierno de este país. Y mientras, Ciudadanos, tan de derechas como el PP en políticas económicas e internacionales, pero sin su carga corrupta, después de las elecciones catalanas se va creciendo convirtiéndose en el principal adversario de éste. Y, mira por donde, ahora tratan de reactivar entre PP y PSOE, los dos principales responsables de todo lo que ocurre y los dos más afectados por la nueva situación, el viejo y caducado bipartidismo que dio nacimiento al 15 M. Aquel 15 M que fue el principio del fin de las ideas fuertes y de la acción de la izquierda política, dando paso a una lenguaje de arriba-abajo de politiquería esnob, sin ninguna correspondencia con una realidad dialéctica en permanente movimiento contradictorio entre las diversas concepciones intereses y luchas de clase.
Y ahí está la ausencia, el vacío, de una alternativa de izquierdas pegada al suelo, con una política clara para hacer frente a la realidad con propuestas solventes, no con ocurrencias para procesos constituyentes y segundas transiciones ya que, dicen, estamos de nuevo en el fascismo de 1978. Y ahí están Unidos Podemos, Podemos e IU, IU y el PCE, o lo que queda de todo ello, el nombre desgastado de Podemos casi en exclusiva, cuyo objetivo esencial parece ser analizar las encuestas y sondeos electorales para ver cómo le irá a cada uno en las próximas elecciones después del fiasco del 21 D. Por eso, en los restos del PCE y de IU tocan a rebato pidiendo que les den más cancha ya que se dan cuenta de que están desaparecidos de la escena pública. Para que quede claro y nadie pueda escudarse en los designios insondables de la historia, debo decir que lo que ocurre ahora, la situación del PCE y de IU hasta quedar como cáscaras vacías, es algo largamente anunciado por los muchos que como yo lo dijimos desde el primer momento que empezaron las renuncias al patrimonio colectivo comunista y de IU y las escenas del sofá de rendición de Garzón ante un Iglesias, tan de ful y oportunista de poca monta como ahora, que se permitía la licencia de decirnos que no quería comunistas y que nos metiéramos las banderas donde nos cupieran. Y recordarán ustedes como nos descalificaron los jefecillos del PCE, de IU y de Podemos cuando denunciábamos lo que ocurría y lo que iba a ocurrir. Pues ahí tienen la realidad, no la inventamos.
Y si continúa así, me pregunto compungido, qué será de la carrera política de los Centellas, Garzón, Enrique Santiago, Mariscal, Fernando Sánchez, Cristina Simó. Carlos Vázquez, Dolores Sánchez.....No espero respuesta.
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