lunes, 4 de julio de 2016

SIGUE EL CICLO: EL ASALTO A LOS CIELOS PASA DE LA CALLE A LOS CURSILLOS, DE LA GUERRILLA A LA GUERRA REGULAR. SERÁ LA INFLUENCIA DEL GENERAL JULIO RODRÍGUEZ.

En los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid, en El Escorial, Pablo Iglesias renace como "académico" y "teórico", después de su fulgurante paso por los campos de batalla del 15 M, movimiento ya enterrado y en paz descanse, como muy bien dijeron Iglesias y entorno, con aquello de que el 15 M no respiraba en la calle porque ya estaba en Podemos. Hay que ver lo rápido que entierran un movimiento que, a pesar de su manipulación por el poder realmente existente, impulsó la actividad de sectores combativos y honestos, o sea no manipulados, que vieron en él la forma de activar la movilización social, cultural y política y crear un potente polo alternativo a lo existente. No ha sido así, aunque la existencia de Podemos lo pudiera aparentar.


 "ME ACOJONA PASAR DE PARTISANO A EJÉRCITO REGULAR. NO NOS TIENE POR QUÉ IR BIEN" P. IGLESIAS.
         EL EQUIPO AL COMPLETO ANTES DEL 26 J. "AHORA O NUNCA" DECÍAN.
Con esta vuelta a los cursillos de la universidad, y atendiendo a los contenidos de esta vuelta, no sé si felicitar a los que van a gozar de la fluida verborrea de Iglesias o compadecerles por lo mismo. En todo caso son oyentes de lo "nuevo", después de lo "nuevo-viejo", fenecido con la frase de Iglesias y entorno calificándolo de "fin de ciclo". Fin de ciclo, porque, según Iglesias, se entra en una fase más ralentizada, en una guerra de ejércitos que deja atrás una guerra de movimientos a lo partisano.
Ahora, dice el "teórico", se trata de continuar el camino emprendido y seguir construyendo un bloque histórico", junto a la izquierda histórica renovada y las "confluencias". En la izquierda histórica renovada, que ya saben ustedes quiénes la representan, encabezados por Garzón, no caben, no cabemos, los cenizos, pitufos gruñones, izquierdistas tristones y acémilas cargados de banderas malolientes. Según Iglesias, el 26 J pone fin a la guerra relámpago y entierra la hipótesis de gobierno de Podemos. Se acabó la acción en la calle y comienza la de las instituciones. Pablo Iglesias, Errejón, Anguita, Beiras, Yolanda Díaz, Domènech, Bescansa, Monica Oltra...,parecen estar de acuerdo. Son el paisanaje actual de la izquierda, o de lo que diga el politólogo reciclado a teórico, Pablo Iglesias, manoseando a Antonio Gramsci con citas como la guerra de posiciones. Veremos.





Saben qué les digo, estos términos guerreros, los podía haber utilizado Iglesias en su "debate" a cuatro, en el que ni siquiera fue capaz de denunciar una sola vez las guerras que han encabezado y defienden los tres partidos que tenía enfrente, PP, PSOE y Ciudadanos, y defender la paz como instrumento de desarrollo social pacífico y convivencia entre los pueblos. Ni él, ni nadie de la plana mayor de la máxima dirección de Unidos Podemos, denunció en la campaña, antes y después, las guerras como causa de muerte, destrucción y empobrecimiento de los pueblos. Sólo una piadosa referencia a los refugiados que, parece ser,  son entusiastas del turismo marítimo y terrestre y no personas huyendo del terror. 
Y tampoco es que dijeran, él y el resto, mucho de la lucha de clases, ese concepto que, salvo alguna cita de adorno en los mítines, parece que la izquierda ha dejado en manos de la derecha, que sí la utiliza a fondo. No sé si Iglesias la descartará ya totalmente, diciendo que es el arco y las flechas que acompañan a la guerra de guerrillas, frente a las técnicas modernas de las páginas web.


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