viernes, 2 de diciembre de 2016

AYER VÍ LA PELÍCULA "LA VERDAD SOBRE EL CASO SAVOLTA", BASADA EN LA NOVELA DEL MISMO TÍTULO DE EDUARDO MENDOZA Y DIRIGIDA POR ANTONIO DROVE. EXTRAORDINARIA Y DURA PELÍCULA QUE ME MOTIVA UNA REFLEXIÓN, A SUMAR A LA QUE PENSABA HACER HOY SOBRE LA DERECHA ACTUAL Y SOBRE LA INERCIA Y RESIDUOS DEL FRANQUISMO EN LA REALIDAD ESPAÑOLA ACTUAL, TAL COMO SE USA Y ABUSA PARA ENJUICIAR CUALQUIER SITUACIÓN.





Cuando el gobierno del PP decide cualquier cosa de carácter conservador y derechista sobre economía, servicios sociales, privatizaciones, libertad de expresión, o cuando un miembro o dirigente del partido dice una barbaridad relacionada con la libertad, las costumbres, la igualdad, inmediatamente salta el calificativo de franquista. Yo voy a hablar de franquismo, de su realidad y de los residuos todavía existentes, pero remontándome un poco más lejos, a la década segunda del siglo pasado, en plena primera guerra mundial, para demostrar que lo que ahora se considera sin más franquismo, referido en exclusiva al PP, es algo inherente al sistema de los intereses y beneficios privados sin tope, o sea, el capitalismo en sus diversas fases, formas, costumbres, acentos, idiomas y latitudes. Y que, a diferencia de un determinado "pensamiento único" de izquierdas, o de las "izquierdas", que considera que las actitudes derivadas del franquismo que "gozamos" durante casi 40 años, son algo nuevo en la historia y afecta sólo al PP, son cosas viejas que afectan a más colectivos. 
Empezando por la extraordinaria película "La verdad sobre el caso Savolta", constatar que en toda ella quedan claras varias cosas. Primera, en plena guerra mundial 1914-18, los capitalistas de cada país sólo tienen un objetivo: ganar el máximo de dinero en el mínimo tiempo e imponer para ello su nacionalismo a los demás, implicando a los trabajadores de cada país que serán la carne de cañón en la guerra, como ha sucedido siempre. Por eso los empresarios catalanes a espaldas de sus aliados y socios franceses, británicos, americanos..., venden armamento a Alemania, la potencia enemiga, aprovechando que España no es país directamente beligerante y entendiendo aquello tan sobado de que la "pela es la pela", venga de donde venga mientras sea en moneda válida. Y como las huelgas del movimiento obrero en Catalunya, encabezadas por la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), ponen en peligro la continuidad de la producción y del gran negocio que se benefician de una terrible guerra, se tiene que hacer lo imposible para derrotar al movimiento obrero y liquidar a sus dirigentes y activistas, tanto durante la guerra como después de ésta, en la que el negocio se estanca y reduce ya que tiene que competir con la producción de los estados antes contendientes. La patronal catalana, además de crear sus "sindicatos libres", con esquiroles y mercenarios, arma y financia a sus pistoleros, el pistolerismo blanco que, en pocos años, asesina a más de 600 sindicalistas, entre ellos a Salvador Seguí, conocido como "el noi del sucre" y al abogado de los sindicalistas, Francesc Layret, mientras sufre unas 40 bajas en sus filas a causa del anarquismo armado. Los empresarios catalanes, impulsores o avaladores, siempre que les interese, del catalanismo de ayer, hoy y mañana, con la Lliga Regionalista o Solidaritat Catalana, o con CDC, ERC, o  la CUP, con Omnium Cultural o Assemblea Nacional Catalana, han tenido siempre como fundamental objetivo, cuando no único, el negocio. Es el objetivo de todas las burguesías, tengan que pactar o apoyar a quien sea, según las circunstancias. Franco y los fascismos españoles y europeos, como agentes armados de sus burguesías, derrotaron  a la IIª República Española con el concurso de la gran burguesía catalana, que después de la guerra continuó apoyando al régimen y haciendo pingües negocios. El franquismo es, pues, la suma de todas las aportaciones. Por eso, a los 41 años de desaparecer Franco, 5 años más de los que él gobernó dictatorialmente en toda España, y 39 después de las primeras elecciones, la izquierda quizás debería pensar un poco más y estrujarse la cabeza para ver lo que son fenómenos estrictamente franquistas y lo que son procesos económicos, sociales, culturales y políticos de índole burgués, liberal, socialdemócrata, o producto de deformaciones de la izquierda, que afectan hasta a las organizaciones políticas y sindicales de la izquierda que se reclama de la transformación social. 






En el contexto que se estaba gestando en los últimos años de Franco y en la perspectiva inmediata de su desaparición, las políticas más sociales del franquismo, fruto de la necesidad de éste de un consenso a falta de libertades, en relación a empleo, vivienda o subsidios, debían eliminarse ya que no interesaban más al capitalismo español y mundial por demasiado caras, en su marcha acelerada al neoliberalismo más duro y porque ya no evitaban las importantes luchas sociales por las reivindicaciones obreras, sociales y políticas. Y como muerto Franco  ya no se podía continuar reprimiendo con la amenaza de la cárcel, la tortura o la muerte para evitar las luchas sociales y las huelgas obreras y al mismo tiempo formar parte de la democracia parlamentaria, eran imprescindibles otras formas.
Actualmente, la vieja y diversa derecha, desde Jiménez Losantos a Carlos Herrera o Inocencio Arias, que se lucieron ayer pretendiendo que un disidente cubano hablara contra Fidel y contra Cuba, sin que éste estuviera por la labor; o la que va del PP a la antigua CDC, siempre aliada para las políticas más neoliberales y sionistas, o al PNV, aliado de EEUU contra el movimiento obrero latinoamericano en los años posteriores a la IIª Gran Guerra, esta derecha se diferencia de los años más negros del franquismo, en que ya no se puede ser cómplice activo o pasivo de sus desmanes. Esto en cuanto a las diversas derechas por ideología, economía y talante, hablen como hablen.
                                             CARLOS HERRERA E INOCENCIO ARIAS.

Pero también hay tics de carácter llamados franquistas, o sea producto de la ideología histórica del capital,  instalados en todo el espectro social o político. La izquierda, desde la socialdemócrata a la de origen comunista, desde el PSOE al PCE e IU, o a la "nueva" de podemos, ha asumido progresivamente los valores básicos del liberalismo burgués como un pensamiento único desde el cual se debe actuar para hacerlo más social. Un pensamiento único que anula el pensamiento revolucionario, transformador o de cambio, el cual acepta en la práctica, aunque lo disfrace con un lenguaje revolucionario, que la sociedad está tan sumamente alienada que será incapaz de organizarse y defender un cambio con horizonte y perspectiva socialista. Ya no hablo del nacionalismo y el independentismo que se reclama de la izquierda, que es, pura y simplemente, un elemento auxiliar del nacionalismo burgués, secesionista o no, de toda la vida, ese nacionalismo que siempre ha tenido intereses comunes con el nacionalismo burgués español, tan bien representado en y por el franquismo. 
Y mientras sucede todo esto y mucho más, la izquierda, o centro izquierda que representa el PSOE, navega sin rumbo habiendo perdido ya los referentes esenciales de un programa socialdemócrata elemental fundamentado, al menos, en la defensa de derechos laborales y sociales considerados inalienables. Y en el terreno de su concepción de España, han echado por la borda toda la justa historia de lucha y compromiso en defensa de lo que representó la IIª República Española y su perspectiva histórica, y su nunca defendida con fuerza concepción de un Estado Federal que culminara la España de las autonomías, para corretear de un lado para otro con derechos a decidir subalternos, naciones nuevas a crear y, sobre todo, caos ideológico y político, que afecta a todas las organizaciones del PSOE. En esa misma línea, es patético ver la deriva a ninguna parte de la izquierda que no se reclama de la socialdemocracia, haciendo de servil agente del nazional independentismo catalán, con el visto bueno político de la "alta dirección actual" del PCE y de IU. O que me expliquen porqué querían un gobierno de "izquierda", encabezado por Pedro Sánchez, con la colaboración del PDC, antes CDC, o sea, el partido de la derecha catalana, aliado del PP en el neoliberalismo, y responsable de la corrupción más grave, por tiempo y cantidad, que se haya producido en España.

Concluyendo, hay tanta pobreza e ignorancia ideológica, política y desconocimiento de la historia, que lo más fácil para justificar la propia ineptitud e inoperancia, en vez de analizar y conocer la complejidad de lo que sucede, para combatir a la derecha y a las políticas de derechas, es descalificar "duramente"  al PP por franquista por cualquier motivo, venga o no a cuento, encaje o no en la realidad política actual. El PP es la derecha actual, aunque no en exclusiva. Hay otras derechas que han pactado y practicado las mismas políticas que el PP, muchas  veces siendo la vanguardia y el ejemplo para toda España en las políticas de privatización de la educación, la sanidad, los servicios públicos básicos, la vivienda.....etc. Derechas que en diversas etapas históricas se han vestido con otros ropajes, siendo directamente defensoras, cómplices  y beneficiarias de la Dictadura vencedora de una guerra.

O sea, para terminar, la izquierda, la débil o la dura, no puede tratar, o maltratar, a la historia a gusto de sus conveniencias. Recuerden que cuando vino la crisis financiera y económica, ni el PP ni el PSOE la calificaron de crisis del capitalismo. La izquierda débil, el gobierno de José Luís Zapatero y el PSOE, hablaron de desajuste. Y la izquierda dura, sindical y política, declaraciones genéricas muy contundentes sin pocas acciones prácticas. El quiero y no puedo, que expresa el nivel de mediocridad a la que han llegado los "dirigentes" que se la han apropiado. Me recuerda a las solemnes declaraciones actuales con la muerte de Marcos Ana y de Fidel Castro, o la celebración el próximo año de la Revolución de Octubre. Parece que algunos han destapado el tarro del lenguaje ultrarrevolucionario, el bolchevismo y las barricadas y las revoluciones de papel para esconder la vacuidad de su lenguaje y su acción. Díme de qué presumes y te diré de qué careces. Qué gran retroceso el de la izquierda mientras se consolida la filosofía de la derecha.


                          
TENDREMOS QUE CONTINUAR. POR HOY ES SUFICIENTE.

2 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo, me parece una reflexión necesaria. El problema (simplificando) es que es muy duro reconocer que siempre nos ha ido igual en este país nuestro, en el que hubo una leve esperanza y se esfumó tal y como vino. Un abrazo.

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  2. Muy buen artículo Paco, esclarecedor y necesario. Para compartir e invitar a la reflexión, tanto a quiénes colocan al franquismo como un proceder y una actitud reducida al PP y zonas aledañas, como a quienes se quedan en la espuma de los hechos creyendo a los "apóstoles" de la independencia, ya sin análisis de clase, de la historia y de los más elementales datos económicos que señalan sin ninguna duda a quienes se van beneficiando en cada ciclo.

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