Faltarían en estos momentos tres personas, entre otras, para ilustrar graficamente lo que está sucediendo en España, con referencia asimismo a las realidades europeas y mundiales. Don Jacinto Benavente con su "He aquí el tinglado de la antigua farsa", de su obra teatral "Intereses creados", para hablar de la farsa política actual; Don Ramón María del Valle Inclán y su estética del esperpento, resumida en su "Deformemos la expresión en el mismo espejo que nos deforma las caras y toda la vida miserable de España", realidad reflejada en los espejos cóncavos del Callejón del Gato madrileño; o, Don Antonio Machado, con su rigurosa ética para explicar y denunciar la actual corrupción moral,(decir una cosa y hacer otra), política, (utilizar el cargo en beneficio propio), y económica, (comprar voluntades y dejarse comprar, además de meter mano en el cajón). Esto, aquí y fuera de aquí, va creando gradualmente una realidad social que hace escuela, deforma y degrada la conciencia popular colectiva.
Sirva esta entrada para hablar de lo que ha pasado estos últimos días con el protagonismo de importantes personajes de la vida pública:
José Luís Rodriguez Zapatero, Presidente del gobierno.
Empezó la semana presentando en La Moncloa el "Informe económico de 2010" ante un selecta concurrencia de banqueros, empresarios de postín, presidentes y directores de empresas, altos ejecutivos y políticos varios y la ausencia esta vez de los dirigentes sindicales. Y, ?qué dijo en este informe ? Pues que las reformas laborales, la congelación y reducción de salarios y pensiones eran necesarias para calmar a los mercados,salir de la crisis y crear empleo, y que ahora se debían acometer las reformas ( contrarreformas en nuestro lenguaje ) de las pensiones y negociación colectiva, entre otras. Que se iba a cumplir a rajatabla con las imposiciones de los organismos económicos y políticos del sistema capitalista, y que sería malo que no hubiera acuerdo con los sindicatos pero peor que no se hicieran las reformas. Toda una lección magistral de un actor que hace un año representaba "Los miserables", con talante y dotes escénicas, y ahora se convierte en personaje estrella de la conjura de los necios, con capacidad para rebañar los bolsillos populares e ingresar lo recaudado en las arcas del capital. Zapatero se ha convertido en el patético representante de los intereses de los que habiendo creado, gestado y producido la actual crisis, y todas las anteriores, ahora dicen que nos sacarán de ella a costa del sacrificio de todos, que en lenguaje vulgar significa que nosotros pagamos y ellos, la selecta minoría, nos lo roban para continuar sus fechorías económicas y financieras y vivir en el lujo y en el derroche más obscenos. ¿Sabían ustedes que en estos tres años de crisis para los de abajo ellos continúan cobrando sus bonos, primas y pensiones multimillonarias como si nada pasara? ¿Sabían ustedes que en el año 2010 en una España apretándose el cinturón, con 4 y medio millones de parados, con más de un 30 por cien de trabajo temporal y precario, con deshaucios de viviendas y llenando los comedores de la asistencia social, ha aumentado la venta de coches de lujo un 16.5 por cien? Pues bien, el Presidente del Gobierno no dijo nada de todo esto, no fuera caso de que incomodase a los que le marcan el guión y los ritmos. La crisis, que afecta a la mayoría, es un fenómeno natural que cae de vez en cuando sobre los más débiles. No hay especuladores, casi todos, ni riquísimos, ni burladores de sus propias leyes, que mandan sin tener que presentarse a las elecciones y ciscándose en las urnas. El acto de La Moncloa fue un acto más de la farsa "democrática". Zapatero actor secundario.
Aznar, el espíritu que anda, y los comparsas.
Me estoy haciendo viejo ya que cada vez me es más difícil comprender algunas cosas elementales. Por ejemplo, no acabo de entender como es posible que un personaje mediocre, de prepotencia y chulería baratas haya llegado a ser presidente del gobierno. Bueno, también debería preguntarme por otros y otras. Aznar se ha convertido en una especie de bufón millonario de la política, de la economía y de las aulas. No sé qué me pasa que cada vez que le veo y oigo me entra una mezcla de cabreo, impotencia y consmiseración de la condición humana. Luego están los comparsas, los que pululan a su sombra, contra su sombra o son neutrales, porque nunca se sabe de dónde va a recibir uno/a los beneficios y los golpecitos en la espalda. Hoy, para no ir más lejos, el ex-presidente del gobierno ha hablado ex cátedra de la economía, de España, del mundo, ha pedido una mayoría absoluta para el PP después de descalificar al gobierno actual y declarar a España en quiebra. Escuchando sus sabias palabras, Cospedal y una serie de dirigentes del PP que ya tienen preparadas las escaleras y torretas medievales para el asalto a La Moncloa.
Sólo una imagen a recordar para terminar y refrescar la memoria: Aznar es aquel señor sentado al lado de Bush con los pies encima de la mesa. Sobran explicaciones.
Rubalcaba.
Se le entiende, habla con un lenguaje claro y preciso. Es el instrumento-recambio ante el gastado y retórico discurso de Zapatero. Lo han puesto en la primerísima fila para parar los golpes e intentar llegar a esto que se llama el sentido común de la gente. Ahora, en el mesa de negociación con sindicatos y patronal,elevando el rango de representación del gobierno. Rubalcaba defiende exactamente la misma política que Zapatero y Salgado aunque con más capacidad de maniobra en las formas y en el lenguaje.
Finalmente, por hoy, la mesa de negociación tripartita.
No sé porqué me parece, a lo mejor soy mal pensado, que acabará como el cuarto acto de la farsa: cambios epidérmicos en las llamadas reformas y desactivación de la protesta social. La secuencia habrá sido la de siempre: una gran patronal con el programá máximo, que sabe exactamente lo que quiere en este momento, que pondrá el grito en el cielo ante cualquier matiz del gobierno en las reformas, un gobierno que no variará absolutamente nada de lo esencial de sus reformas y unos sindicatos en horas bajas que recogerán migajas de la mesa de negociación.
Podría terminar diciendo que eso es lo que hay. No voy a hacerlo porque estoy convencido de que hay muchas más cosas a activar en una línea de resistencia y propuesta frente a las políticas neoliberales. Los sindicatos deben saber que hay un descreimiento profundo en su papel actual y ese descreimiento no es de los adversarios, sino de la clase trabajadora en un sentido amplio. Los adversarios no son descreídos, simplemente hacen lo imposible para que los sindicatos sean algo marginal para la gestión de cosas secundarias. Sería un fracaso del sindicalismo y de la izquierda no estar a la altura de las circunstancias. Confío todavía en la capacidad de cambiar la realidad actual a favor de los derechos de la clase trabajadora en su conjunto. Esto sólo puede conseguirse no representando a ésta, sino formando parte de ella, organizándola y uniéndola. Lo contrario sería un final grotesco.
Ante todo, decir que me has parecido uno de las personas más íntegras que ha habido en la izquierda española.
ResponderEliminarMe parece un buen retrato de lo que está pasando, pero hay un aspecto que normalmente pasa desapercibido a los análisis que se hacen de todo esto desde la izquierda (y yo soy votante de izquierdas, aunque hay tantas...): Ante este espéctaculo de inmoralidad diaria capitalista(como dice mi admirado Jorge Riechmann), ¿cómo es posible que un gobierno supuestamente izquierdista como el PSOE vaya a ser castigado en las urnas por aplicar medidas ecoómicas ultracapitalistas y los trabajadores le vayan a dar el voto a un partido que es el ultracapitalismo en estado puro? La izquierda se olvida de hacer un análisis psicológico de cómo funciona el ser humano y se centra (por tradición marxista) en el análisis económico, social y sociológico. En definitiva, he conocido muchos obreros-trabajadores de derechas que lo que quieren no es más tiempo libre y una producción y economía más ecológicos, sino que lo que quieren es un sistema en el que poder comprarse coches de 50.000 euros aunque sea a base de monstruosidades inmobiliarias y arribismo sin escrúpulos. Es decir, que creo que la única manera de cambiar esto es movilizar a toda la gente que no está de acuerdo con la basura del capitalismo y para ello sería necesario reagrupar a toda la gente que hay en este lado (izquierda unida, izquierda anticapitalista, partidos republicanos, partidos contra el hambre, ecologistas socialistas, ecologistas de no sé qué,...-y lo digo yo precisamente porque me defino como socialista-¡¡animalista!!...). Es frustrante ver cómo los Botín, Berlusconis, Aznares, Paco el Pocero, etc., no crean indignación en gran parte de la clase trabajadora sino admiración. Un saludo y encantado de participar