PSOE Y 19 FEBRERO. VALENCIA.

Y EL PSOE SE ENCONTRÓ EN UNA ESQUINA CON LA LUCHA DE CLASES.

Y Chacón se puso la camiseta de manifestante y se fue con su sonrisa falsa a un baño de masas. También estaban irregularmente distribuidos, Soraya Rodriguez, la nueva portavoz del PSOE, Tomás Gómez, Pedro Zerolo. La altísima plana mayor del PSOE se reserva para cuando las huellas del tiempo borren maldades muy frescas todavía. La que no tiene ningún reparo en exhibir impudicamente su camiseta todavía manchada de sangre libia es Chacón. Está convencida de que la mayoría de manifestantes no la abroncará, bien porque la propaganda que hicieron sobre la guerra dio como resultado un lavado de cerebro y mucha gente se creyó aquellas mentiras de los bombardeos y asesinatos masivos del gobierno libio y, especialmente, del Gadafi que crearon, símbolo de todas las maldades; y porque consiguieron desactivar todo el movimiento por la paz, utilizando de nuevo a aliados ultraizquierdistas de boquilla, de"ninis", que en la práctica son siempre un apoyo objetivo a los que hacen la guerra. Tampoco se puede prescindir de que el gobierno del PSOE y el partido consiguieron desmotivar y desactivar a la mayoría social de centro y de izquierda, aquella gente que en el año 2003 iba detrás de la pancarta contra la guerra, en la cual Zapatero y unos/as cuantos/as más estaban tan bien situados que dejaban poco sitio a los demás. Recordarán que el PP estaba en el gobierno, como ahora. Cuando el PSOE pierde las elecciones y el gobierno, el poder no lo ha tenido nunca porque está bien guardado en las cajas fuertes de los bancos, hay un automático reciclaje-exprés que convierte a los sensatos guardianes del capital del día anterior, en combativos defensores de la clase obrera huérfana de apoyos y acorralada por el PP. No hay nada como perder gobierno, miles de cargos y prebendas para girar la vista, ligeramente, a los de abajo.

Parece un esperpento, es un esperpento, escuchar a Rubalcaba, a Chacón y compañía, decir que el PP se va a cargar todos los derechos conquistados por el PSOE, cuando el camino, las veredas, y las autopistas para que el PP reconquistara el gobierno, las ha trazado y abierto el PSOE, haciendo el trabajo sucio a la derecha y aprobando políticas a las que nunca faltaba el aplauso de Botín, símbolo del poder realmente existente. Aparte de que atribuirse las conquistas sociales es casi un insulto a las duras luchas que fueron necesarias para alcanzarlas. Cuando las cosas han pintado bastos, por la profunda crisis del capitalismo internacional y español, el PSOE, corresponsable de esta crisis al aceptar totalmente el sistema, en vez de salir a la opinión pública a decir que no iba a hacer la política impuesta por el capital, fundamentada, como siempre, en reducir las condiciones de vida y los derechos de los trabajadores, se arrodilló ante los "mercados", expresión para el engaño y el despiste, tras los cuales están los ricos y especuladores de siempre y los auxiliares, esa pobre gente que cobra millones de euros en sueldos y en pensiones. Zapatero invitaba a Botín y a unos cuantos más a comerse los pastelillos en la Moncloa. Como se acabó la Moncloa, ahora, poquito a poco, los máximos dirigentes del PSOE irán aterrizando en las cafeterías populares a tomarse un cafelito con los obreros, previo paso por alguna que otra pancarta. Si alguien se siente tentado de darles la bienvenida que se la ahorre y se la dé a las miles de personas que, aún habiendo creído en el PSOE y apoyarle, forman parte de esa clase trabajadora y popular que no tiene sueldos y pensiones millonarias, a las que no dan plaza en un consejo de administración, y que cuando pierden su puesto de trabajo, su vida puede convertirse en una pesadilla.

El 19 de febrero abre un camino que se debe ampliar y hacer irreversible. En España y en toda Europa, impulsando la unidad, la coordinación y la más amplia movilización de la clase trabajadora y popular. Con el apoyo, en primer lugar, a las luchas griegas, que son las nuestras. El capital y sus instrumentos tienen una política implacable. O tenemos la nuestra, sin miedos ni complejos, o continuaremos retrocediendo y siendo derrotados pasivamente.

Las grandes y masivas movilizaciones de Valencia, con su repercusión activa en todo el país, son la vía, sin dejarse conducir a ninguna provocación grupuscular. Denunciar la brutal represión policial y exigir la depuración de responsabilidades políticas y el cese inmediato de los responsables debe ir acompañado de la continuación de las movilizaciones, con objetivos concretos, en la comunidad valenciana, en la que están liquidando centros de investigación y estructuras educativas, después de los derroches más obscenos que la han llevado a la bancarrota, y en el conjunto de España con fenómenos parecidos. La fuerza, contundencia social y coraje de los miles de jovenes, ampliamente arropados por la ciudadanía, son la continuación natural del 19 F. Está gestándose algo importante que debemos apoyar activamente. Y los principales protagonistas de esta nueva realidad son, de forma natural, los jovenes que, en un 45%, están en paro. Y eso es una plataforma social que debe conectar con el conjunto de la clase trabajadora, en activo, en paro o precarizada. Quizás sea difícil entender que estamos, o podemos estar, en un cambio histórico y que dependerá de todos nosotros y nosotras hacia donde se dirija este cambio. Por eso es necesario que no se vuelva a las andadas de pensar o creer que el PP es el único malo y que el PSOE, renacido de sus ruinas, recuperará los derechos perdidos. En este país, el bipartidismo, PSOE-PP, PP-PSOE, ya ha demostrado para qué sirve. El cambio nace de los millones de personas que con su fuerza de trabajo material e intelectual mueven la rueda de la historia, de la pequeña de cada día y de la grande con mayúscula.