DERECHOS ECONÓMICOS, LABORALES Y SOCIALES: FEDERALISMO, REPÚBLICA, CONSTITUCIÓN.
El actual debate político público sobre la independencia, el derecho a decidir, la recentralización, las reformas constitucionales y el federalismo, adolece de una profunda reflexión sobre cada uno de los aspectos señalados y va sobrado de superficialidad. El movimiento independentista, sobre el cual comprobaremos su consistencia real y unidad en el momento de dar trigo y no predicar, es decir cuando se pongan encima la mesa, sin las trampas ni los actos de fe actuales, qué se propone en economía, trabajo, derechos sociales etc.., es un movimiento cuya principal habilidad es haber convertido la reducción de las condiciones de vida, de trabajo y sociales de los catalanes, al igual que se ha producido en el resto de España, por las políticas del bipartidismo PP-PSOE, con la colaboración necesaria de CIU..., en un victimismo activo frente a la España que "nos roba", envuelto en un misticismo identitario y en un horizonte de independencia como solución a la crisis y a todos los males que sufre la sociedad catalana. Desaparecen de la escena política la responsabilidad de los nacionalistas por su mal gobierno y sus políticas neoliberales en Catalunya, exactamente iguales a las del sistema bipartidista neoliberal español, todos ellos serviles aplicadores de las políticas europeas más antisociales que impone la Europa del capital.
Volviendo al núcleo central anunciado en el título del artículo, el debate tramposo que los independentistas han puesto sobre la mesa, que ha servido a los poderes centrales para sacar el propio, y así obviar los graves problemas de fondo que afectan a la mayoría social, no entra ni de pasada en los contenidos de las políticas aplicadas por uno y otro. Simplemente entran en una rifi rafe por arriba en el cual los elementos fundamentales que deben formar parte de un proyecto independentista que pretende ser popular y democrático, están ausentes. Y se entra de lleno en una versión de la historia manipulada e histérica, en la cual las identidades abstractas inventadas pasan por encima, prescinden y desprecian a los pueblos reales, sus esfuerzos y sacrificios, sus luchas y solidaridades, su unidad, sus avances y retrocesos, sus éxitos y fracasos. Y así estamos.
Pues bien, con toda la modestia de un trabajo en un insignificante blog, quiero contribuir a aclarar lo que pasa. Empezaré por la gran olvidada en este asunto, la Constitución. Algo a lo que unos se refieren para abjurar de ella porque es la de un país extranjero, otros, tarde y mal, para reformarla y hacerla federal, y otros la utilizan como arma de propiedad exclusiva para un nuevo "Santiago y cierra España". En ningún caso se plantea, aparte de los títulos referentes a la unidad de España, a las nacionalidades y autonomías, o a las libertades políticas y otras cuestiones válidas para la pelea actual, al incumplimiento casi total del conjunto de medidas referentes a los derechos económicos, laborales y sociales, contenidos en los artículos que van del 39 al 52. La Constitución social se está desmontando artículo a artículo, tanto en Catalunya, incluidas las partes sociales del Estatut, como en el resto de España. Éste debería ser para la izquierda el asunto y problema fundamental en el momento de abordar el debate sobre autonomías, federalismo, independencias y derecho a decidir, elementos todos ellos que forman parte de la sobreestructura institucional en que se se basa el poder económico, social y político y su disputa clasista, o, en el caso actual del independentismo catalán, sólo en razones de "identidad ancestral de pueblo" oprimido y saqueado.
Resumen de los artículos constitucionales que van del 39 al 52:
Volviendo al núcleo central anunciado en el título del artículo, el debate tramposo que los independentistas han puesto sobre la mesa, que ha servido a los poderes centrales para sacar el propio, y así obviar los graves problemas de fondo que afectan a la mayoría social, no entra ni de pasada en los contenidos de las políticas aplicadas por uno y otro. Simplemente entran en una rifi rafe por arriba en el cual los elementos fundamentales que deben formar parte de un proyecto independentista que pretende ser popular y democrático, están ausentes. Y se entra de lleno en una versión de la historia manipulada e histérica, en la cual las identidades abstractas inventadas pasan por encima, prescinden y desprecian a los pueblos reales, sus esfuerzos y sacrificios, sus luchas y solidaridades, su unidad, sus avances y retrocesos, sus éxitos y fracasos. Y así estamos.
Pues bien, con toda la modestia de un trabajo en un insignificante blog, quiero contribuir a aclarar lo que pasa. Empezaré por la gran olvidada en este asunto, la Constitución. Algo a lo que unos se refieren para abjurar de ella porque es la de un país extranjero, otros, tarde y mal, para reformarla y hacerla federal, y otros la utilizan como arma de propiedad exclusiva para un nuevo "Santiago y cierra España". En ningún caso se plantea, aparte de los títulos referentes a la unidad de España, a las nacionalidades y autonomías, o a las libertades políticas y otras cuestiones válidas para la pelea actual, al incumplimiento casi total del conjunto de medidas referentes a los derechos económicos, laborales y sociales, contenidos en los artículos que van del 39 al 52. La Constitución social se está desmontando artículo a artículo, tanto en Catalunya, incluidas las partes sociales del Estatut, como en el resto de España. Éste debería ser para la izquierda el asunto y problema fundamental en el momento de abordar el debate sobre autonomías, federalismo, independencias y derecho a decidir, elementos todos ellos que forman parte de la sobreestructura institucional en que se se basa el poder económico, social y político y su disputa clasista, o, en el caso actual del independentismo catalán, sólo en razones de "identidad ancestral de pueblo" oprimido y saqueado.
Resumen de los artículos constitucionales que van del 39 al 52:
- 39: Protección social, económica y jurídica a la familia.
- 40: Promover las condiciones para el progreso social y económico y para la distribución justa de la renta nacional. Estabilidad económica y pleno empleo. Formación, seguridad e higiene en el trabajo, el descanso necesario limitando la jornada, vacaciones..
- 41: Régimen público de Seguridad Social para todos con asistencia y prestaciones suficientes al desempleo.
- 42. El Estado velará especialmente por la salvaguarda de los derechos económicos y sociales de los trabajadores en el extranjero y se procurará su retorno.
- 43: Compete a los poderes públicos proteger el derecho a la salud.
- 44. Los poderes públicos promoverán y tutelarán el acceso a la cultura y promoverán la ciencia y la investigación científica y técnica en beneficio del interés general.
- 45: Conservar y disfrutar del medio ambiente como deber y derecho colectivo.
- 46: Los poderes públicos garantizarán la conservación del patrimonio histórico, cultural y artístico.
- 47: Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias para acceder a una vivienda digna y adecuada e impedirán la especulación regulando el uso del suelo.
- 48: Promover la participación de la juventud en el desarrollo político, social, económico y social.
- 49: Previsión, tratamiento, rehabilitación e integración de todas las personas que tengan una carencia física o psiquica.
- 50: Garantizar las pensiones adecuadas y periodicamente actualizadas.
- 51: Defensa de los usuarios y consumidores de la salud y la seguridad.
- 52: Regular las organizaciones profesionales para la defensa de sus intereses democráticos y económicos.
He aquí un sucinto resumen de lo que son, junto a las libertades políticas, los principales elementos que conforman una sociedad de democracia representativa como la que definió la Constitución de 1978. Si se cogen artículo a artículo, a pesar de no ser derechos y deberes de carácter revolucionario o socialista, sí tienen los elementos básicos, si se cumplen, de un estado social para garantizar una vida digna. No se cumplen. La principal, por no decir elemental, exigencia de una izquierda que no se deja arrastrar a aventuras de fragmentación y enfrentamiento entre personas que viven de su trabajo y tienen los mismos problemas, residan en Barcelona o en Madrid, en Sevilla o en Bilbao, en Valencia o en Santiago, es la defensa de una sociedad igualitaria y socialmente justa. Y zanjar, aunque a algunos les parezca tarde porque, dicen demagogicamente, que ya se ha agotado esta tercera via, que no se trata de una tercera via, ni primera ni segunda. Es una forma de culminar un proceso histórico en el cual las gentes diversas de España que recuperaron sus derechos políticos básicos no quieren dejarse arrebatar los derechos sociales, laborales y económicos que conquistaron paso a paso con su lucha y solidaridad de clase y que se están vaciando de contenido en la Constitución. Y quieren mantenerse juntas para continuar defendiendo solidariamente lo que es suyo y les están arrebatando. Y no quieren entrar en un enfrentamiento entre si, al que les conducen los irresponsables, que hablando en nombre del pueblo no tienen reparo en que éste se enfrente por su lugar de nacimiento. En una palabra, el camino inverso al que se está recorriendo en Catalunya y en el conjunto de España. El federalismo y la defensa de un sistema republicano se enmarcan en la construcción de una sociedad de igualdad y justicia social.
PARTICIPACIÓN MASIVA EN TODAS LAS MARCHAS Y MOVILIZACIONES CONVOCADAS EN DEFENSA DE LOS DERECHOS.
LIBERTAD PARA LOS 4 CUBANOS, PARA MANNING, ASSANGE Y SNOWDEN.
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