UNA ESPECIE DE DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
Me considero comunista, y republicano, y de la paz entre los pueblos, y defensor de la libertad y de todos los derechos humanos, empezando por el de la vida digna. Estoy en contra del capitalismo, no soy monárquico, si la paz entre los pueblos se tiene que defender enfrentándose radicalmente a la OTAN y a todos sus servicios criminales y genocidas auxiliares, estoy a favor de ello. De momento es suficiente ya que hoy quiero hablar de algo más concreto: de la República y del lenguaje que se utiliza desde la teórica izquierda para "modernizarse" y señalar de pasada algunas prioridades para la izquierda que pasan casi desapercibidas en la acción social, intelectual y política regular.
EMPECEMOS POR LA REPÚBLICA: Yo soy laico hasta con el asunto de la República, basicamente porque no comparto la concepción taumatúrgica que se le da a ésta en el debate, muchas veces recurrente y coyuntural, sobre la forma de estado. No soy laico en la defensa a fondo, radical y estratégica de la democracia, de una República federal con normas y leyes pero participativa, basada en el cambio social y orientada al socialismo, algo a desarrollar desde las diversas experiencias republicanas y de la izquierda, con sus aciertos y errores. Soy laico también en relación a las expresiones "ideológicas" basadas en voluntarismos visionarios fracasados una vez tras otra, porque nunca se basan ni tienen en cuenta la realidad, la relación de fuerzas y la práctica política. Por eso, cuando veo la compulsividad que hay después de la abdicación en torno al dilema monarquía-república, y la quietud casi monástica ante asuntos muy graves en España y en el mundo, de los que hablo a continuación, me siento desorientado.
LOS PROBLEMAS REALES de España y para España son: paro y precariedad en fase aguda; persecución y condena de huelguistas (Carmen y Carlos a 3 años por participar en un piquete en la Huelga General de 2012. Ana y Tamara, acusadas de echar pintura en una piscina en la huelga por su convenio...); el robo perpetrado por Afal, que viene a unirse a Bankias, preferentes, Catalunya Caixa..., en el saqueo continuado de las clases trabajadoras; la impunidad para los ricos que no tienen bastante con las leyes del capital para enriquecerse y se corrompen y corrompen; la venta al gran capital internacional de todas las empresas públicas de aerolíneas, helicópteros, carga ferroviaria, autobuses de pasajeros, cruceros..., no hablemos ya de energía, hasta el punto de no quedar practicamente nada importante de las grandes empresas públicas que no esté privatizado y en manos del capital foráneo. Y muchas más cosas de la cotidianidad española a las que debemos añadir, ya que forman parte de la misma realidad, lo que sucede en Iraq con los terroristas creados por los EEUU y la OTAN, y en Libia, y en Siria, y en Ucrania. Han creado, con la participación de España, con el acuerdo de casi todas las fuerzas políticas, y la tibia oposición de la minoría de izquierdas, monstruos que matan, destruyen y derrochan en armas y guerras el dinero que en el mundo debería servir para mejorar la vida de la gente y construir la solidaridad entre los pueblos, especialmente hacia los más empobrecidos por la rapiña. Y en España, algo que nunca se dice cuando de gasto militar se habla, el dinero derrochado por Aznar, Zapatero y Rajoy en armas y en guerra, serviría para mejorar en salud, educación, vivienda, condiciones de vida y de trabajo más dignas y no recortar derechos y servicios.
Bueno, pues esto es lo que ocurre. Ante ello debo decir que estoy empachado de un lenguaje cada vez más light y más superficial: "ciudadanía", "somos el 99% contra el 1%," "somos mayoría", "Podemos, directamente del "yes, we can" del Nobel de la Guerra Obama"...etc.
Francamente, me parece un lenguaje de literatura de aventuras para adolescentes. No me considero un "integrista" de la clase obrera, de la lucha de clases y de la revolución, ni de un lenguaje acartonado. Pero hombre, cuando los ricos del mundo y sus ejecutivos dicen, unos, o lo piensan y actúan, aun sin decirlo públicamente, la mayoría, que la lucha de clases existe y la ganan, liquidando condiciones de vida y de trabajo conquistadas por la lucha social, que vengan los letrados de la Carta de las NNUU y nos ilustren con sermones desde el púlpito de que no se trata de una cuestión de derechas o de izquierdas y argumenten que lo que se debe hacer es un programilla sobre las cosas elementales que sufre la gente y contra los desfalcos y corrupciones, para que atrape a todo el mundo, sea de derechas, de centro o de izquierdas, quedo perplejo por la reducción del lenguaje al "sentido común", ni siquiera al "buen sentido común" gramsciano. Cuando los comunistas, o la izquierda practicante, defienden algo, es obvio que lo defienden para todos los hombres y todas las mujeres que viven, o intentan vivir, de vender su fuerza de trabajo en el mercado, independientemente de a quién voten o en que partido estén afiliados. La izquierda no renuncia a crear y desarrollar la hegemonía de sus ideas y propuestas en toda la sociedad, no considera que las ideas y la hegemonía conservadoras deban ser eternas. Pero sus propuestas más concretas y elementales siempre deben enmarcarse en un proceso de cambio social, alternativo a lo actual, por más prudente e inteligente que sea la forma de defenderlo. Y esto, amigos, lleva el sello de lo que en la historia se conoce como izquierda, revolucionario, alternativo al capital. Esto es encabezar la lucha por lo más elemental, educando sobre la necesidad del cambio.
RESUMIENDO, creo poco, o nada, en la guerra de banderas. Para ser exacto creo en la roja como símbolo de fraternidad entre trabajadores y pueblos, a pesar de que ahora mismo, se producen graves enfrentamientos entre China y Vietnam, ambos países dirigidos por un partido comunista y con la bandera roja como enseña. Acepto la tricolor como símbolo de una IIª República que intentó modernizar social y culturalmente España, hacerla más justa para su pueblo y sucumbió ante el asalto fascista de Franco, Hitler y Mussolini. Acepto, como no podría ser de otra manera, la bandera que cada país libremente se da, por ejemplo la bandera cubana, que resume la lucha de este pueblo por su independencia y soberanía y por el socialismo.
SIN OLVIDAR A LOS REVOLUCIONARIOS CUBANOS SECUESTRADOS EN LAS CÁRCELES DE EEUU. NI A MANNING, ASSANGE Y SNOWDEN.
RESUMIENDO, creo poco, o nada, en la guerra de banderas. Para ser exacto creo en la roja como símbolo de fraternidad entre trabajadores y pueblos, a pesar de que ahora mismo, se producen graves enfrentamientos entre China y Vietnam, ambos países dirigidos por un partido comunista y con la bandera roja como enseña. Acepto la tricolor como símbolo de una IIª República que intentó modernizar social y culturalmente España, hacerla más justa para su pueblo y sucumbió ante el asalto fascista de Franco, Hitler y Mussolini. Acepto, como no podría ser de otra manera, la bandera que cada país libremente se da, por ejemplo la bandera cubana, que resume la lucha de este pueblo por su independencia y soberanía y por el socialismo.
SIN OLVIDAR A LOS REVOLUCIONARIOS CUBANOS SECUESTRADOS EN LAS CÁRCELES DE EEUU. NI A MANNING, ASSANGE Y SNOWDEN.
Si Sr Frutos, la bandera roja es la bandera de todos los trabajadores del mundo. Es el simbolo que siempre nos ha unido. Los trabajadores del mundo deberían unirse sin banderas nacionalistas, "patrióticas" y de luchas azuzadas por las burguesias del capitall y financieras .Un solo mundo Y una sola lucha de clases.Pero cómo se despierta a una masa borreguil que corre detrás de los mensajes que le dan las grandes corporaciones con sus medios de comunicación, todos en manos del capital. Ësa es la cuestión, los partidos abdican de toda su historia porque buscan salir en los medios de comunicación y para éso tienen que decir y pensar lo que ellos quieren, sino no salen en la foto. Y lo que no sale en la foto no existe.
ResponderEliminarQue el patriotismo y la bandera hayan sido utilizados con malos propositos por Petain y Franco no quiere decir que los republicanos debamos renegar de la bandera nacional vigente.Vichy era fascista y antisemita pero ni a Hollande y a la izquierda francesa se le pasa por la cabeza intentar cambiar la bandera nacional por ello. http://blogs.periodistadigital.com/bokabulario.php/2012/05/08/title-5917
ResponderEliminarJulio Anguita, tiene razonamientos similares : "Ni siquiera la bandera, el himno o el nombre (española, hispánica, ibérica)
pueden darse como algo terminado o indiscutible."
Por eso amigo, acepto la tricolor sin fanatismo como símbolo de una república española asaltada por el fascismo.
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