Soy el máximo, sin competir con nadie, defensor de renovar todo lo que la dialéctica del tiempo ha superado parcial o totalmente tanto en contenidos, en métodos como en personas. Es elemental para cualquier aspecto de la vida y es imprescindible en la política que pretende nada más y nada menos que producir cambios profundos en la sociedad. Por tanto, en IU, y en el PCE eran, son, necesarios cambios en la política concreta a realizar, en el discurso que avala esta política, en los métodos organizativos y en las formas de participación, para que éstas, sin disminuir un ápice la eficacia de una organización sólida, unitaria y con vocación alternativa, permita la incorporación activa de miles de mujeres y hombres que sienten los colores de IU, del PCE, o de ambos a la vez, no para vestir una camiseta del club y ver los partidos desde la grada, sino para saltar a todos los terrenos de juego a ganar todos los partidos.
De lo que soy acérrimo adversario es de las prisas y los complejos porque unas y otros son malos consejeros. Diría: no quieras hacer de prisa y corriendo, presionado por los resultados electorales de una creación fundamentalmente mediática, y nada clara en su perspectiva, y por las convulsiones internas, vinculadas muchas veces a disputas y luchas por el poder interno y por el reparto de funciones dirigentes e institucionales, lo que tenías que haber hecho antes, con debate, acuerdo, tranquilidad, y el mejor rollo posible entre los y las que están en unas organizaciones para hacer política, no para hacer amigos/as, ni para vivir de la política. Dos organizaciones como son el PCE e IU, deben tener siempre presente la necesidad de programar los cambios internos y hacia la sociedad con tiempo, escuchando a todo el mundo y utilizando todos los recursos humanos. Si no se ha hecho antes con tiempo y perspectiva, hágase ahora. Ni el PCE ni IU pueden dar la sensación de que el mundo se les ha caído encima y tienen que salir corriendo hacia otro lado. Esto lo deben tener presente los cuadros dirigentes y militantes a todos los niveles y en todos los ámbitos, sean viejos, medio viejos, jóvenes y jovencísimos. Y a los más jóvenes que, previsiblemente, sino se tuercen, están destinados a jugar un importante papel en el PCE y en IU, les diría amablemente que no se pongan nerviosos y que ayuden a la solución de todos los problemas con un espíritu democrático y de fraternidad colectiva y que vayan asumiendo progresivamente cuotas de responsabilidad más grandes, en función de las verdaderas necesidades de las organizaciones, sin pensar que están predestinados por la caducidad de los demás. Hay militantes viejos que envejecen politicamente bien y otros mal, incluso algunos que no se cansan de dar lecciones magistrales desde los púlpitos
Y que tengan en cuenta los más jóvenes que dentro de 10 o 15 años, con menos de 50, también pueden considerarles caducos con los mismos argumentos que ellos/as utilizan ahora. Yo ,con un cierto cachondeo, a los más "renovadores" les propondría que, puestos a ser democráticos y a no aferrarse en el cargo, que firmen un contrato interno en el que se comprometan a no estar más de 10 o 15 años en sus cargos.
Como colofón digo que, tanto en el PCE como en IU, veo a muchos/as jóvenes militantes que no es que sean un futuro, sino que son ya un importante presente en las direcciones de IU y del PCE y en las diversas instituciones.
Para terminar. He leído unas declaraciones de Pablo Iglesias en las que valoraba la dimisión de Willy Meyer poniéndole de ejemplo ético para el PP y el PSOE. Quizás se vea como algo muy de agradecer, pero a mí me ha parecido una dosis letal de hipocresía política. Y, que recuerde, yo nunca he tenido un fondo de pensiones privado.
Y TODAVÍA, LIBERTAD PARA LOS TRES PATRIOTAS CUBANOS PRESOS DE OBAMA. Y PARA MANNING. APOYO A ASSANGE Y SNOWDEN.
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