El ejército sirio, en nombre de su pueblo, y sus aliados de Rusia, Irán y Hezbolá, han liberado la ciudad de Palmira, durante casi un año en manos de los terroristas y mercenarios. El ejército sirio ha infligido así la mayor derrota al Estado Islámico imponiendo el control sobre toda la ciudad y aledaños, y creando una nueva situación estratégica para continuar la liberación del país, mostrando al mundo de la conspiración y a sus crédulos seguidores que se creen todas las mentiras por grandes y grotescas que sean, la verdad. Asimismo, esta victoria del la civilización frente a la barbarie del feudalismo fascista y sus compinches occidentales hasta ayer, o los actuales de Arabia Saudí y otros hoy, representa también que en Palmira no podrán continuar asesinando, degollando, decapitando, y enseñando a los niños aprender a matar con el tiro al blanco a las personas. Todo ello absolutamente verificado y acreditado hasta por los medios de comunicación del verdadero régimen reaccionario del mundo, que ha tenido que decir, eso sí con la boca pequeña y noticia corta, que los malos, malos, malísimos, no eran el gobierno presidido por Bashar Al Assad ni su ejército, sino los mercenarios que calificaron desde el primer momento de luchadores por la libertad y hasta de revolucionarios por los"izquierdistas de salón", siempre cómplices vergonzantes desde la "izquierda" del sistema. Era la célebre "oposición moderada", a la que se la surtía de armamento que mayoritariamente pasaba a manos del Estado Islámico junto con los guerreros "moderados".
Palmira, una de las ciudades más ricas de la antigüedad tardía, llamada la "Novia del Desierto" por los comerciantes y viajeros de las caravanas que atravesaban los desiertos, en primer lugar liberada.
Pero no se pueden olvidar las Palmiras que aún quedan por liberar ni la destrucción de ciudades, monumentos y museos que recogen, guardan y simbolizan lo mejor de la civilización, cultura, arte, ingenio y trabajo de todos los tiempos. La Catedral armenia de los 40 mártires construida en Alepo en el siglo XV; Nimrud, del siglo XIII antes de Cristo, con restos destruidos de gran valor; Museo de Mosul en Nínive, con estatuas y esculturas también de mucho valor artístico y la mezquita y tumba del profeta Jonás; Hatra, con la destrucción de sus ruinas con 2000 años de antigüedad; varias capillas islámicas en los aledaños de Palmira, la estatua del León de Lat, el imponente templo de Bel, el Arco del Triunfo con 2000 años; el templo de Baalshemin. Toda estas ciudades, monumentos, templos, esculturas, son parte del Patrimonio Histórico de la Humanidad y de la Unesco. Queda de nuevo patente que cuando los fanáticos cometen toda clase de fechorías contra las personas, la cultura, la historia y la civilización, en Guernica, en Vietnam, Chile, Afganistán, Yugoslavia, Iraq, Libia, Siría o Ucrania..., lo que intentan liquidar es la libertad, los derechos humanos, la igualdad y la justicia para mujeres y hombres, el avance social y la cultura como elemento fundamental para la creación de una conciencia libre y crítica; en suma, retrotraer al conjunto de la sociedad a la época más negra de la historia, eso sí utilizando las tecnologías de punta, la venta de petróleo robado, y los bancos del capital para sus brutalidades. Todo ello ha quedado constatado en el Oriente Próximo en Iraq, Libia y Siria, los tres países más avanzados socialmente, en los derechos de la mujer, en servicios públicos, los tres países más laicos, respetuosos y tolerantes entre las diversas culturas, religiones y grupos humanos. Todo esto lo ha destruído en gran parte la intervención del imperio franco-británico-estadounidense, con la complicidad y los petrodólares de Arabia Saudí y Qatar para comprar armas, y la no menor participación de Israel y Turquía, como elementos imprescindibles para el crimen hoy, esperando recoger el botín mañana.
Para los todavía incautos de buena fe, recordad sólo una de las grandes mentiras del régimen de la guerra: Sadam Husseín, en Iraq, tenía armas de destrucción masiva que podían destruir el mundo y era el aliado de los terroristas. Con Gadafi y Bashar Al Assad nuevas mentiras de igual calibre también. En esos tres países, además de ser los más avanzados social y culturalmente, era donde los terroristas estaban más controlados y, muchos de ellos, bajo llave. Por eso, los hacedores permanentes de mentiras decían que había presos políticos, que no había democracia ni derechos humanos y se debía intervenir. El resultado catastrófico de esas intervenciones está a la vista de cualquier persona decente y honrada.
VIVA LA LIBERACIÓN DE PALMIRA. HASTA LA PAZ TOTAL, SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO SIRIO Y CON EL GOBIERNO QUE LE REPRESENTA. SOLIDARIDAD CON LOS REFUGIADOS, CON ACOGIDA Y ESTANCIA EN LA UE. COMO PERSONAS. EXIJAMOS A LA UE LA RUPTURA DEL ACUERDO CON EL RÉGIMEN REACCIONARIO TURCO Y EL CIERRE DE TODOS LOS BARRIZALES DE INTERNAMIENTO Y LA APERTURA DE FRONTERAS.
RECORDEMOS, EL PRINCIPAL OBJETIVO HUMANO CON LOS REFUGIADOS SE CUMPLIRÁ CUANDO PUEDAN VOLVER LIBREMENTE A SUS PAÍSES, RECONSTRUIRLOS Y REHACER SU VIDA.
Palmira, una de las ciudades más ricas de la antigüedad tardía, llamada la "Novia del Desierto" por los comerciantes y viajeros de las caravanas que atravesaban los desiertos, en primer lugar liberada.
Pero no se pueden olvidar las Palmiras que aún quedan por liberar ni la destrucción de ciudades, monumentos y museos que recogen, guardan y simbolizan lo mejor de la civilización, cultura, arte, ingenio y trabajo de todos los tiempos. La Catedral armenia de los 40 mártires construida en Alepo en el siglo XV; Nimrud, del siglo XIII antes de Cristo, con restos destruidos de gran valor; Museo de Mosul en Nínive, con estatuas y esculturas también de mucho valor artístico y la mezquita y tumba del profeta Jonás; Hatra, con la destrucción de sus ruinas con 2000 años de antigüedad; varias capillas islámicas en los aledaños de Palmira, la estatua del León de Lat, el imponente templo de Bel, el Arco del Triunfo con 2000 años; el templo de Baalshemin. Toda estas ciudades, monumentos, templos, esculturas, son parte del Patrimonio Histórico de la Humanidad y de la Unesco. Queda de nuevo patente que cuando los fanáticos cometen toda clase de fechorías contra las personas, la cultura, la historia y la civilización, en Guernica, en Vietnam, Chile, Afganistán, Yugoslavia, Iraq, Libia, Siría o Ucrania..., lo que intentan liquidar es la libertad, los derechos humanos, la igualdad y la justicia para mujeres y hombres, el avance social y la cultura como elemento fundamental para la creación de una conciencia libre y crítica; en suma, retrotraer al conjunto de la sociedad a la época más negra de la historia, eso sí utilizando las tecnologías de punta, la venta de petróleo robado, y los bancos del capital para sus brutalidades. Todo ello ha quedado constatado en el Oriente Próximo en Iraq, Libia y Siria, los tres países más avanzados socialmente, en los derechos de la mujer, en servicios públicos, los tres países más laicos, respetuosos y tolerantes entre las diversas culturas, religiones y grupos humanos. Todo esto lo ha destruído en gran parte la intervención del imperio franco-británico-estadounidense, con la complicidad y los petrodólares de Arabia Saudí y Qatar para comprar armas, y la no menor participación de Israel y Turquía, como elementos imprescindibles para el crimen hoy, esperando recoger el botín mañana.
Para los todavía incautos de buena fe, recordad sólo una de las grandes mentiras del régimen de la guerra: Sadam Husseín, en Iraq, tenía armas de destrucción masiva que podían destruir el mundo y era el aliado de los terroristas. Con Gadafi y Bashar Al Assad nuevas mentiras de igual calibre también. En esos tres países, además de ser los más avanzados social y culturalmente, era donde los terroristas estaban más controlados y, muchos de ellos, bajo llave. Por eso, los hacedores permanentes de mentiras decían que había presos políticos, que no había democracia ni derechos humanos y se debía intervenir. El resultado catastrófico de esas intervenciones está a la vista de cualquier persona decente y honrada.
VIVA LA LIBERACIÓN DE PALMIRA. HASTA LA PAZ TOTAL, SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO SIRIO Y CON EL GOBIERNO QUE LE REPRESENTA. SOLIDARIDAD CON LOS REFUGIADOS, CON ACOGIDA Y ESTANCIA EN LA UE. COMO PERSONAS. EXIJAMOS A LA UE LA RUPTURA DEL ACUERDO CON EL RÉGIMEN REACCIONARIO TURCO Y EL CIERRE DE TODOS LOS BARRIZALES DE INTERNAMIENTO Y LA APERTURA DE FRONTERAS.
RECORDEMOS, EL PRINCIPAL OBJETIVO HUMANO CON LOS REFUGIADOS SE CUMPLIRÁ CUANDO PUEDAN VOLVER LIBREMENTE A SUS PAÍSES, RECONSTRUIRLOS Y REHACER SU VIDA.
Las ruinas de Palmira
ResponderEliminarLa plaga, hijos de la ralea degenerada,
quería más ruina sobre la ruinas del presente,
en este pasado perpetuo y aciago
con el que sus amos nos aniquilan.
Pero heroicos, abnegados, anónimos,
la misma infausta sangre
que tantas veces nos ha devuelto la sangre,
de nuevo le ha doblado el espinazo a la bestia,
han arrojado otra vez sus estandartes nefandos
contra el suelo.
Los diablos rabian en un silencio de piedra
el naufragio en la arena
de su camada negra
La humanidad sin saberlo,
gracias a este esfuerzo,
alarga en el tiempo
el noble anhelo de lo verdadero,
de lo bello, de lo bueno…
La arquitectura derruida
es elevada a construcción nueva
con el triunfo ignorado de esta gesta.
Sobre lo efímero de la civilización humana,
de sus ruinas,
más breve será el reinado muerto de la ignominia.
Y eterno y generoso
el caudal humano de la vida.
Una buena entrada, como es habitual. Añado que también me gustan sus textos más literarios que viene publicando desde hace un tiempo.
ResponderEliminarUn saludo.
Todo pasará
ResponderEliminarY yo estaré allí para besar
la sangre náufraga de los ladrillos muertos. Para enjugar la última
lágrima vertida.
Estaré allí
para borrar con mi frente los escombros
y los recuerdos tristes.
Pondré una rosa y un soneto
en cada tumba colectiva.
Sí. Todo pasará...
Y vendrán nuevas madres para los niños huérfanos.
Y vendrán nuevos hijos para las madres tristes.
Y un nuevo pan
más dulce y más sabroso
desbordará las mesas de mi pueblo.
Y una nueva esperanza
desbordará los pechos reconstruidos.
Melvin René Barahona.