PALESTINA: 20 MUERTOS, MÁS DE 1500 HERIDOS. ANTE LA PASIVIDAD Y EL SILENCIO CÓMPLICE DEL MUNDO, EL ESTADO TERRORISTA DE ISRAEL CONTINÚA ASESINANDO.
Ante manifestaciones masivas y pacíficas de niños, hombres y mujeres iniciando el proceso de movilizaciones de la "Marcha del Retorno", que culminará el próximo 14 de mayo, día de la triste conmemoración del 70 aniversario de la expulsión del pueblo de Palestina de sus tierras por el Estado sionista de Israel, por graciosa y canallesca decisión de la ONU, el Israel terrorista responde con fuego.
Artillería, franco tiradores, alambres de espino, para impedir acercarse a las fronteras impuestas a golpe de cañón a los territorios usurpados. Muertos, heridos y destrucción. No es nuevo, forma parte de la práctica del sionismo, imitando con ello a los verdugos nazis del pueblo judío, matando y destruyendo lo que no pueden hacer desaparecer por arte de magia a pesar de su violencia: la dignidad, el coraje, la lucha de mujeres, hombres, niños, que no se resignan a continuar viviendo en guetos cada vez más siniestros, mientras les continúan arrebatando las pocas tierras que les quedan, su capital Jerusalén, arrancando sus olivos y derruyendo sus casas.
Y la ONU no se entera más que para repetir la misma cantinela "humanista" de siempre por parte de un funcionario, y la UE no se entera porque el sionismo está incrustado en su ADN, y los EEUU sí se enteran porque sus lobbies sionistas son los principales impulsores, financiadores y armadores de Israel. Y la izquierda, aquí y allá, manotea y exclama cuatro banalidades de protesta sin más consecuencias, ya que tiene otros grandes designios universales como defender el secesionismo racista identitario de los nacionalistas catalanes, para no ser menos que la extrema derecha y marchar al alimón con ella.
Desde nuestra perspectiva de ser defensores, de razón y de corazón, de los hombres, mujeres y niños de Palestina, saqueados y asesinados por Israel, sólo tenemos un camino: continuar expresando, o activando la pasividad actual, en la calle, en las instituciones, en los centros de trabajo y de estudio, en las organizaciones políticas y sindicales, nuestra plena solidaridad con los hermanos palestinos.
ESTE SÍ ES EL PUEBLO QUE NECESITA SOLIDARIDAD.
Artillería, franco tiradores, alambres de espino, para impedir acercarse a las fronteras impuestas a golpe de cañón a los territorios usurpados. Muertos, heridos y destrucción. No es nuevo, forma parte de la práctica del sionismo, imitando con ello a los verdugos nazis del pueblo judío, matando y destruyendo lo que no pueden hacer desaparecer por arte de magia a pesar de su violencia: la dignidad, el coraje, la lucha de mujeres, hombres, niños, que no se resignan a continuar viviendo en guetos cada vez más siniestros, mientras les continúan arrebatando las pocas tierras que les quedan, su capital Jerusalén, arrancando sus olivos y derruyendo sus casas.
Y la ONU no se entera más que para repetir la misma cantinela "humanista" de siempre por parte de un funcionario, y la UE no se entera porque el sionismo está incrustado en su ADN, y los EEUU sí se enteran porque sus lobbies sionistas son los principales impulsores, financiadores y armadores de Israel. Y la izquierda, aquí y allá, manotea y exclama cuatro banalidades de protesta sin más consecuencias, ya que tiene otros grandes designios universales como defender el secesionismo racista identitario de los nacionalistas catalanes, para no ser menos que la extrema derecha y marchar al alimón con ella.
Desde nuestra perspectiva de ser defensores, de razón y de corazón, de los hombres, mujeres y niños de Palestina, saqueados y asesinados por Israel, sólo tenemos un camino: continuar expresando, o activando la pasividad actual, en la calle, en las instituciones, en los centros de trabajo y de estudio, en las organizaciones políticas y sindicales, nuestra plena solidaridad con los hermanos palestinos.
ESTE SÍ ES EL PUEBLO QUE NECESITA SOLIDARIDAD.
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