jueves, 5 de mayo de 2011

SOBRE VIOLENCIA Y TERRORISMO.

En la historia de la humanidad la violencia ha tenido un papel destacado. Aunque se dice que, por los hechos vividos hasta ahora, forma parte de la condición humana, nunca se debe renunciar a cambiar la condición humana en todo lo que represente crear, estimular y hacer universal la justicia social, la igualdad y la solución de los problemas de convivencia con el diálogo, el acuerdo y el arbitraje por normas radicalmente democráticas cuando aparecen discrepancias colectivas o individuales importantes. Para ello debe desaparecer la división del mundo y de los paises en clases antagónicas, sin lo cual es una quimera la desaparición de la violencia ya que ésta existe desde el mismo momento en que unos pocos tienen muchísimo y lo derrochan, un amplio sector tiene lo suficiente, otro amplio sector vive en la pobreza y la necesidad y una mayoría subsiste en la miseria. En esta realidad es en donde se gesta, desarrolla y explota la violencia. Violencia ilegítima e ilegal para imponer la explotación y la sumisión; justa violencia para impedirlo y vivir digna y libremente; violencia ilegítima e ilegal para imponer la opresión de un pueblo sobre otro, de una raza, idea o religión sobre otras; violencia legitima para liberarse de la opresión. Añado que actualmente los principales estados que dicen estar contra el terrorismo y la violencia son los que practican sistematicamente el terrorismo y la violencia de estado.
En resumen, ha habido una violencia justa contra una violencia injusta, cuando los medios pacíficos no han bastado para vivir dignamente, con las necesidades fundamentales garantizadas y la posibilidad de participar libremente en la creación de una sociedad de iguales ante la ley, ante el trabajo y ante el disfrute de los derechos sociales necesarios. Diversas revoluciones a lo largo de la historia se han hecho contra esa violencia, lo cual no justifica las violencias ilegítimas producidas en los procesos revolucionarios. Ha habido una violencia justa para defender la legalidad de la IIª Republica y las libertades y derechos, cual fue la de oponerse con las leyes y las armas al golpe de estado reaccionario del general Franco, apoyado por el fascismo alemán e italiano, ante la pasividad y complicidad de la mayoría de las democracias europeas y mundiales. En fin, queda clara la diferencia que hay entre una violencia y otra. Hoy, la violencia más importante procede, como siempre pero con más brutalidad, del capitalismo y del imperialismo fracasado y en decadencia, que recurre a métodos crecientemente gansteriles para imponer su dominio, como se pone de relieve en las guerras de Yugoslavia, Irak,Afganistán y Libia por el saqueo de las riquezas y recursos y por el control territorial y político, algo que choca todavía más con la posibilidad actual de acabar con las principales miserias y servidumbres humanas con utilizando de forma inteligente y solidaria los avances científicos y técnicos y los recursos económicos y productivos creados por el trabajo y esfuerzo humanos. Hoy, más que nunca, las posibilidades de acabar con la base principal de la violencia, las desigualdades monstruosas existentes entre unas personas y otras y entre los pueblos, estarían al alcance de la mano en un plazo relativamente corto. Si ello no es posible, debemos preguntarnos el porqué, para llegar a conclusiones que nos activen moralmente, intelectualmente y politicamente.
Una aclaración final, la violencia justa de la que he hablado no tiene nada que ver con el terrorismo. El terrorismo es un fenómeno de degradación política y humana, que tiene que ver con la violencia y brutalidad fascistas, que sí practica diversas formas de terrorismo, y no con el intento de cambiar las cosas cuando todos los caminos están cerrados para hacer las cosas pacificamente. El terrorismo, aunque se intente justificar con pretendidas motivaciones justas, de libertades de un pueblo, de lucha contra la opresión, de defensa de la pureza religiosa, es terrorismo. En este intento de comprender y explicar algunos de los elementos sobre la violencia, quede claro que la mejor forma de defender los cambios sociales históricos y la construcción de otro mundo posible y necesario, es la lucha y movilización social masiva, pacífica y revolucionaria por la denuncia de lo injusto y por las propuestas o programas de cambio que se defienden.

1 comentario:

  1. cierto! tenga la funcion que tenga, el terrorismo no deja de ser terrorismo.

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