GRECIA, CONTINÚA EL SAQUEO. CONTINÚA LA LUCHA.

EN GRECIA EL CAPITAL TODAVÍA SE IMPONE.  ES LENTO EL CAMBIO.
Todos los canallas del capitalismo practicante y sus medios de propaganda están contentos con los resultados electorales. Almunia dice, "las cosas van a ser más fáciles"; Rajoy, satisfecho, repite "los griegos han acertado"; Hollande, el mirlo blanco de la izquierda de la derecha, también satisfecho. Y así, todos los jefes económicos, los que mandan, y los políticos que sumisos les obedecen: Merkel, Cameron, Obama, Rompuy, Barroso, Monti, Draghi... etc. Conservadores, liberales, socialdemócratas del liberalismo, verdes y rojos desteñidos, todos ensalzando la democracia y la sabiduría del pueblo griego, este pueblo al que primero han empobrecido y humillado. El País resumía el contento de los canallas y crétinos con un titular, "Grecia da un respiro a Europa".
Esta Europa hiede a podrido porque la política de sus clases económicas y políticas hoy dominantes, proceden de la cloaca de un sistema que cuando no puede explotar tan facilmente, fracasa y hunde a toda la sociedad con tal de mantener sus insultantes beneficios. En Grecia no ha ganado la política, ha ganado la pistola bancaria y el terror gaseado por el sistema contra la ciudadanía.
Los dos partidos que han hundido a Grecia en la miseria, en la corrupción y en la degradación social y humana van a ser los que formen gobierno para continuar aplicando las ordenes del club de Bruselas. Entre Nueva Democracia y el Pasok desarrollaron el sistema de endeudamiento, de clientelismo  y de parasitismo. Uno y otro se han repartido las prebendas y responsabilidades hasta el batacazo final. Ante la situación, que hacía peligrar los intereses del capital, enfangados en la Grecia especulativa, llega el  cuartelazo de Bruselas, imponiendo el primer "rescate", que es, simplemente, el saqueo contra las clases trabajadoras y populares; el "socialista" Papandreu se encargó de imponerlo a la población; Nueva Democracia se opuso a los recortes para desgastar al Pasok, exactamente igual que hizo el PP contra el gobierno Zapatero, defendiendo demagogicamente  pensiones y salarios;  al fracasar Papandreu, que menos de dos años antes había ganado las elecciones con el 44% de los votos, Bruselas mandó, encaramado sobre los tanques bancarios, a un cobrador del frac, un "hombre de negro", Papademos, que, como Draghi, Monti, De Guindos....., procedía de las financieras internacionales, que no sólo saquean el mundo sin crear nunca productos y servicios útiles para el pueblo, sino que son los causantes del empobrecimiento y la miseria de éste. Papademos convocó elecciones, que no salieron tal como habían planificado los burócratas del capital y de la política de Bruselas y al no poderse formar un gobierno útil a los intereses de la Europa y la América de los "mercados", se volvieron a convocar elecciones para el 17 de junio.
En Grecia, Syriza, y otras organizaciones de izquierda, en especial los comunistas del KKE, han ganado las elecciones en la parte más consciente y crítica del pueblo, la que no se ha dejado convertir en populacho dócil aterrorizado por la presión y amenazas de los batallones del terror económico, político y mediático.
Antes del 17 de junio, además de la campaña amenazando con el caos si ganaba la izquierda, hemos podido contemplar como un matón nazi-fascista, potencial asesino, agredía a una diputada de Syriza, echándole en plena mesa de debate un vaso de agua a la cara y luego pegando a la diputada comunista del KKE, cuando le recriminó su comportamiento. Este energúmeno no ha sido castigado por nadie, ni politicamente ni judicialmente, ni por la "democracia" griega, ni por la UE, "defensora" de los Derechos Humanos en Libia, Siria o Ucrania. Luego ha hecho campaña y se ha subido a las tribunas, mientras su jefe, el nazi-fascista mayor, hace ponerse de pie a los periodistas cuando da una rueda de prensa. No entiendo todavía como muchos de éstos y éstas aceptan este trato vejatorio de un verdadero criminal, ni como las autoridades lo permiten. Quizás hay una razón de fondo, oculta, que nadie se atreverá a defender hoy: la extrema derecha, el fascismo, son el balón de recambio del capitalismo cuando las cosas se le ponen feas y vale más tenerlos en la recámara, por si acaso. Esta UE y sus testaferros en cada país, cómplices de crimenes de guerra en Yugoslavia, Afganistán, Irak, Libia y Siria, y no agoto la lista, no hacen nada para evitar la persecución pública y notoria a los comunistas en países del antiguo bloque socialista, en algunos de los cuales se han vuelto a recrear fuertes tendencias como las que les unió a Hitler en la IIª guerra mundial.
Volviendo a los resultados electorales griegos, por lo que a nosotros respecta, debemos hacer dos reflexiones, o una reflexión doble: Syriza, que ha tenido un voto de apoyo a sus tesis y línea política y a su negativa a participar en gobiernos que defienden y aplican el neoliberalismo de los "rescates", debe continuar en la misma línea, fortaleciéndose políticamente y en número y capacidad organizativa entre los trabajadores, sectores populares y juventud. Y el KKE, que ha perdido en un mes la mitad de sus votos, votos que cabría considerar los más conscientes, estables y sólidos del espectro político, fundamentados además en la clase trabajadora y en los movimientos populares, debe preguntarse por qué se ha producido este bajón, qué ha fallado de su estrategia, o de su táctica, en un momento tan difícil para el pueblo griego. Y no valen fáciles explicaciones echando la culpa al empedrado. En Grecia, hoy menos que nunca, no debería haber más fragmentación de la izquierda. Al contrario, deben buscarse las formas de entendimiento y acuerdo político entre la izquierda realmente existente. Los tiempos serán difíciles y, de momento, la Europa de los valores sociales, humanos y revolucionarios está casi desactivada. Por eso, pueden arrodillar a la Grecia que nos ha dado historicamente la palabra, la cultura, la filosofía y la dignidad. Reconstruir discurso y prácticas revolucionarias, que tengan en cuenta la realidad y su complejidad, para no perderse ni en claudicaciones ni en triunfalismos, es, permitidme la expresión, nuestra modesta contribución al cambio social radical, de fondo, que necesitan Grecia y Europa.
En el próximo artículo mensual de Mundo Obrero, desarrollo algo más el tema.


DOS FRASES CASI CÓMICAS, DOS PERSONAJES.
Una frase de Elena Valenciano, la altísima dirigente del PSOE, que pide un día sí y otro también, la intervención en Siria: "Necesitamos una política grande, no podemos estar con políticas pequeñas". Y me pregunto, con ganas de ser positivo y aportar, ¿cómo se puede ser grande con una liliputiense política como Valenciano?
Una argumentación de Rajoy: "no sólo se trata de salir de la crisis, sino de preparar el futuro. La crisis es una oportunidad única". Claro, digo yo, teniendo en cuenta la política de Rajoy, una oportunidad única para la liquidación de todo lo que tenga que ver con los derechos laborales y sociales de la gente, conquistados historicamente. Y de su crisis nunca se saldrá, salvo que sea con una sociedad  empobrecida y desvertebrada. Por ello, debemos salir de sus crisis con otro proyecto de sociedad, de trabajo para todos y todas, de derechos laborales y sociales justos, de austeridad contra el derroche de los parásitos, y de desarrollo de lo básico.

¿EL PREMIO NOBEL DE LA GUERRA, OBAMA, LIBERARÁ A SUS CINCO PRISIONEROS CUBANOS?