Nuestras ideas no son el pasado, son de un futuro apremiante, pero como decía Walter Benjamin: "Encender en el pasado la chispa de la esperanza presente"
jueves, 7 de junio de 2012
Grecia, Europa, España: Es posible otra realidad si se construye
Voy a utilizar el lenguaje más neutro posible para hablar de la situación europea y española, como referencias más cercanas a la realidad mundial, dominada por el capitalismo extremo globalizador, por el neoliberalismo, o por los mercados del hampa, como prefieran nombrarlo. En Europa en general aparecen amplias zonas de hambre, pobreza y marginalidad infantil; aumenta la discriminación económica y social contra la mujer; se reducen servicios a la gente mayor y a las personas con dependencia. Grecia se hunde después de que sus salvadores la hayan “salvado” tres veces. Su gente se empobrece, sus servicios básicos son recortados drásticamente, crecen todo tipo de patologías, aumentan los suicidios. Italia se sumerge en el caos, en la corrupción general que invade la ética, la política y la economía, surgiendo de las sombras las imágenes siniestras de la violencia y el terrorismo. Francia inaugura la continuación de una etapa que, dicen, será menos traumática para sí misma y para Europa, si reduce la servidumbre a Alemania. Veremos. Alemania resucita el espíritu bismarckiano e imperial en el terreno económico-comercial, sin tener en cuenta que la debacle económica europea, en la cual tienen tanta responsabilidad sus clases económicas y políticas dominantes como la de los otros países europeos, será la suya propia. Alemania, el eje central de la actual Europa, dice a través de sus representantes que está cansada de pagar a los del Sur, indolentes y poco dados al trabajo y al ahorro, cuando han sido sus propias exigencias y políticas las principales causantes de la realidad crítica europea. En España, país que recibió importantes subvenciones europeas para el desarrollo de infraestructuras de todo tipo que, en muchos casos, no sirven para nada o para conducir por sus autopistas los productos mayoritariamente alemanes, se desmanteló, que no se reformó, un sistema productivo e industrial importante, sin crear algo nuevo de tamaño parecido, a mejorar y ampliar en diseño y tecnología con el tiempo.
No se puede estar azuzando constantemente el mercado consumista del sur, y especialmente el griego, para luego concluir que éstos han derrochado los ahorros alemanes. Y no quiero hacer demagogia con la violencia y el caos, sino resumir que la Europa del capital y del mercado ha sido un espectacular fracaso, por una sencilla razón: sólo puede haber una Europa unida, democrática, defensora de los derechos sociales y humanos e impulsora de la paz, si se construye desde abajo, por las clases trabajadoras y populares, a partir de sus justas necesidades, teniendo en cuenta la diversidad de realidades productivas y económicas, sociales, culturales y hasta de idiosincrasia. La falsa igualdad en torno al euro ha sido para Europa como la dolarización del peso argentino: un peso=un dólar, un euro igual para niveles productivos europeos radicalmente diferentes, que fueron ampliando las diferencias en vez de disminuirlas. Una estrategia del capital, aceptada pasivamente por el centro y la izquierda.
No sigo y llego a una conclusión: ¿por qué estar en esta Europa tan miserable, social y políticamente hablando, como la propia España? Una Europa en la que la Dictadura del capital, o fascismo económico, cada vez va más acompañada de rasgos políticos y bélicos fascistas? Y no crean que el peligro de los grupos minoritarios de extrema derecha, existentes y agitados como fantasmas para asustarnos, sea lo más importante, lo fundamental es la pasividad social que se instala en toda la sociedad, cuando el escepticismo es total ante la economía, la política y la corrupción, y el desprestigio de los políticos conduce al nihilismo frente a la política. O esta Europa da un giro de 180 grados, si todavía está a tiempo, o su final como UNIDAD está cercano. Vale más estar avisados y prevenidos en vez de mantener rimbombantes retóricas europeístas e inútiles acciones. Grecia puede dar ejemplo de seguir un, sin duda, difícil camino.
Y en esas estamos cuando se produce el pacto de gobierno en Andalucía entre el PSOE e IU. Antes de abrir una dinámica como la que ha abierto el pacto, se debería haber sabido exactamente cuál es la situación concreta y la perspectiva a medio-largo plazo para no caer en el más estéril tacticismo. No es aconsejable pasar del programa ante notario a un nuevo programa voluntarista, del Rebélate al nuevo Juntos Podemos. En Andalucía el voto negó la mayoría absoluta al PP, por miedo, y castigó al PSOE, por experiencia. No ganó la izquierda, como se valoró alegremente por los medios afines al PSOE y algunas propias opiniones, salvo que ya se haya decidido que IU y el PSOE son lo mismo. En esta línea, un PSOE andaluz, exultante en la noche electoral, hizo lo de siempre, lo que hacía el PSOE a nivel general desde el mismo momento que pierde las elecciones el 20 N: volverse de izquierdas, con su retórica vacía de siempre contra la derecha. Y surtió efecto, se le creyó, se le quiso creer, y se pensó que se le rectificaría y moralizaría. En un santiamén desaparecieron 33 años de gobierno y la justa crítica que casi siempre se le hizo.
Pero la realidad es tozuda. Es imposible hacer una política levemente más social sin una decidida voluntad de cambio, sin presupuesto ni forma de obtenerlo. El célebre “por imperativo legal” de Valderas y el “aquí mando yo” de Griñán ante los empresarios, que son los que mandan, es una expresión clara de la realidad, cuando el imperativo legal viene de Madrid-Bruselas-Berlín, a los que criticamos duramente y a los que no podemos plegarnos a las primeras de cambio. La imagen que queda es: Griñán manda, Valderas justifica. Reitero mi opinión, la realidad exigía: votar a Griñán con algunas condiciones y propuestas pactadas, pasar a la oposición, al PP y sus políticas, y no dejar caer al PSOE, marcando su política ante la opinión pública en caso de no compartirla y dando a conocer las propuestas de IU. A mi entender, se hizo lo peor, formar un gobierno de unidad. La explicación-justificación del porqué se entra, el debate en la investidura, e incluso las carteras asumidas, van en sentido contrario a las necesidades de IU, de Andalucía y federal, que son: trabajar por la construcción de una alternativa de izquierdas y no ser una mala bisagra. Uno no puede responsabilizarse del desastre económico-social creyendo que se protege a los más desfavorecidos, o para evitar que les vaya peor, cuando no hay margen de actuación. Uno tiene que estar con los perjudicados. En la calle y en las instituciones, en Sevilla, en Madrid y en Bruselas, IU tiene que estar con los trabajadores/as que hacen huelga o salen a la calle contra la reforma laboral y contra los brutales recortes en sanidad y educación, IU debe impulsar las movilizaciones por lo público y contra las privatizaciones… Justificar los recortes en Andalucía por “imperativo legal” es un error político, que te hace muy difícil estar en la calle con la gente. Los recortes que los impongan ellos, que los voten juntos PSOE y PP, que se retraten juntos. IU se responsabilizará de hacer frente a la situación con todas las consecuencias cuando la sociedad le dé la fuerza necesaria para que el grueso de sus propuestas puedan avanzar de forma suficiente y no ir a remolque de las políticas, en gran parte fracasadas, de los otros. IU de Andalucía y federal debieran tener en cuenta las críticas que ya han empezado a hacer diversos sectores sindicales y políticos de la izquierda.
Los principios y valores de izquierda no se pueden congelar por la coyuntura, o mandar de vacaciones para cuando vengan tiempos mejores. O se defienden, o se pierden.
¿CUANDO EL “NOBEL DE LA PAZ”, OBAMA, PONDRÁ EN LIBERTAD A LOS 5 ANTITERRORISTAS CUBANOS SECUESTRADOS EN EEUU?
Publicado en el nº249 de Mundo Obrero, perteneciente a junio de 2012
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Excelente artículo, Sr. Frutos, como siempre. Enhorabuena, es un placer leerle.
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