RESCATE O PREMIO. SYRIZA Y GRECIA. ¿ES ESPAÑA DE IZQUIERDAS ? IRAK, MÁS MUERTE.

¿ RESCATE O PRÉSTAMO ? QUÉ MÁS DA SU LENGUAJE TRAMPOSO! ES UN SECUESTRO DE LOS PUEBLOS POR LAS FINANZAS.
Escuchar al PSOE y al PP en su guerra de diccionarios es, además de perder el tiempo miserablemente con miserables disputas de quinquis, alejarse de la realidad para adentrarse en el mundo de la politiquería y del esperpento. No entiendo todavía, nunca lo entenderé, porqué personajes como Rubalcaba y Rajoy, o Cospedal y Valenciano, que en su quehacer diario y en los conceptos, palabras y argumentos que utilizan, dan muestra de que la mediocridad política no tiene límites, puedan llegar al protagonismo público al que llegan. Sí, ya sé que esto, dicen los entendidos del sistema, es la democracia, pero qué quieren que les diga, el sentido histórico y real que teníamos de la democracia se ha degradado tanto, que más que lo entendíamos por democracia, lo actual se parece a un programa-basura de la política, al estilo de los  de la tele basura, tan promiscuos en la actualidad. Al PP y al PSOE, no les van a la zaga CIU o PNV en los contenidos, aunque al ser las bisagras para un roto o para un descosido de uno u otro, son más neutros y caseros en el lenguaje.
A lo que íbamos, en el rescate-préstamo-secuestro, que yo sepa todavía no se le ha puesto la letra pequeña o, si quieren, no nos la han contado, no fuera caso que el cabreo aumentara con el calor. Ni conocemos las condiciones ni las garantías que hay que cumplir para que los benefactores nos "rescaten" o "presten". Estoy confuso, y para aumentar mi confusión, hoy he escuchado de boca de Durao Barroso, una palabra que en el lenguaje capitalista y neoliberal que nos envuelve y aterroriza, nunca había oído en serio. La palabra, refiriéndose a la crisis, al "rescate" y a todo lo que le envuelve, era SISTÉMICO. La palabra iba acompañada de tres frases: "debemos reconocer que tenemos  un problema sistémico", "no estar seguro de que esto se entienda en todas las capitales", y "la importancia de tener una perspectiva a medio y largo plazo".   O sea, que estamos ante un problema sistémico, de sistema. Hasta hoy, que recuerde, sólo conocía aquella opinión de Sarkozi que, en referencia a la crisis que se iniciaba, afirmaba la necesidad de una "refundación" del capitalismo, para depurarlo, con lo cual aceptaba con la boca pequeña que estábamos ante una crisis sistémica, del sistema. En la izquierda que no ha renunciado a actuar como tal, el concepto crisis sistémica del capitalisto es un punto de partida para situar cualquier análisis. En los representantes del sistema este término no existe en referencia al sistema, o bien sólo sirve a nivel descriptivo para indicar que, además de "rescatar", se debe trabajar a medio y largo plazo para salvar el tinglado capitalista.
Del subconsciente de Barroso ha surgido el término, pero en ningún caso está pensando en que su "perspectiva a medio y largo plazo" tenga algo que ver con algo tal elemental como PLANIFICACIÓN DEMOCRÁTICA. Los poseedores del dinero, los políticos, economistas, propagandistas y apologetas del sistema, hablan de que para solventar su crisis hace falta más Europa, pero, naturalmente, con el mismo sistema, la Europa de los "mercados" y del capital. Esta Europa como el propio capitalismo está caducada, necesita un cambio radical. Estoy de acuerdo con más Europa, pero la de los pueblos, la verdaderamente democrática y orientada irreversiblemente al socialismo; la actual, con su moneda incluida, no sirve para otra cosa que para continuar degradando las condiciones de vida de sus pueblos, para ser sumisa al belicismo de los EEUU y para competir con éstos contra los pueblos en su propio terreno, por el dominio económico, con los mismos valores de imperio. Ante esta realidad lo que nos corresponde es defender en cada espacio nacional lo básico para no permitir más empobrecimiento y degradación social. Y construir, desde cada espacio nacional, coordinando resistencias, luchas y alternativas, otra Europa.

SYRIZA.
La actitud de la Europa actual puede constatarse en el esfuerzo político, institucional y propagandístico de las fuerzas del sistema para alertar del gran peligro que se cierne sobre nuestras vidas si Syriza gana las elecciones. Los medios de propaganda del sistema, los carcas y los progres, están movilizados y en pie de guerra para defender a los dos fracasos del sistema político griego, hasta ayer bipartidista, Nueva Democracia y PASOK,(Partido Socialista Griego), como dos piezas del mismo sistema. Amenazan con el apocalipsis si gana Syriza: ruptura de Europa, destrucción del euro, "corralitos" para impedir la huida de capitales, o, simplemente, que la gente que tenga unos ahorros  los saque del banco para ponerlos debajo del ladrillo. Hay que ver la que se arma ante la posibilidad de que gane las elecciones en un pequeño país de 11 millones, una organización de izquierdas que, hasta el momento, ha sido consecuente con su línea política y programa. Ojalá se produjera el salto electoral que los sondeos atribuyen a Syriza, y que este salto se acompañara de un importante aumento de votos del Partido Comunista Griego, (KKE), que facilitara el diálogo entre dos organizaciones que, hasta el momento, están de espaldas una de otra. Ya que, no les quepa ninguna duda, la tarea que se presenta en Grecia para la izquierda, si tuviera la posibilidad de gobernar es, en estos momentos, una labor de titanes políticos unidos, que sólo sería posible con una fuerte y estrecha unidad con el pueblo trabajador, en su diversidad, y con un programa de cambio claro y concreto, que no engañe a nadie y que se enfrente al boicot de las clases parasitarias de Grecia y de Europa. Grecia puede ser una avanzadilla de otra Europa, o una derrota frustrante. La izquierda sindical, política, e intelectual europea deberá preguntarse qué hace, qué puede hacer, para impedir que la izquierda plural griega fracase y para impulsar que este pequeño país sea el inicio de otra realidad.

¿ES ESPAÑA DE IZQUIERDAS?
Hemos escuchado muchas veces por parte de la prensa y propagandistas progres que España era de izquierdas pero que, a veces, el voto, por arte de encantamiento, producía efectos contrarios a la "izquierda" y ganaba la derecha. Vamos a dejarnos de milongas e intentar aproximarnos a la realidad. Y la realidad, en mi opinión, es que, las etiquetas derecha-izquierda  no sirven de nada si no van acompañadas de valores y principios que se decanten hacia uno u otro lado. No voy a desarrollar una tesis sobre estos principios y valores pero pienso que deberían estar claros para la gente que se reclama de la izquierda: sentido de pertenecer a una clase que es la que produce la riqueza social con su trabajo; el principio de unidad y solidaridad interna de la clase; el internacionalismo solidario con los/las trabajadores/as del mundo, por encima de razas, étnias, religiones y lenguas; la lucha contra la guerra y por la paz como valor inalienable; la estricta igualdad en derechos y deberes entre hombres y mujeres; y, como colofón, la vocación  de superar el capitalismo y construir otra realidad, aunque ello sea difícil y problemático. Lo dejamos aquí.
A partir de lo anterior, ¿podemos decir que España es de izquierdas? Yo creo que no: se han aceptado progresivamente los principios y valores de la derecha, se ha desactivado la conciencia de clase, los principios y valores inherentes al cambio social, la lucha permanente por el entendimiento, unidad y solidaridad entre los pueblos, y la movilización firme por la paz y contra la guerra. La responsabilidad de este proceso en sentido inverso a la construcción de una sociedad plenamente democrática, orientada al socialismo, pacífica e internacionalista, es de las organizaciones sociales y políticas de la izquierda y de los intelectuales que crean y desarrollan teoría y opinión y que, progresivamente, han ido aceptando los valores del capitalismo y del consumismo como paradigma de bienestar. Es cierto que el hundimiento de sistemas que  estaban construyendo una realidad no capitalista tiene un importante impacto en la conciencia social al dar a entender que no hay alternativa al capitalismo y al pensamiento único,  algo que han aireado y proclamado hasta el aburrimiento los defensores del sistema capitalista. Pero, saben qué les digo, visto lo visto, el hundimiento de aquellos sistemas ha puesto más de relieve que nunca que el sistema realmente caducado es el capitalista en sus diferentes versiones y, en especial, en la más despiadada, la neoliberal.
Volviendo a España, se hace la política que se hace, por el PSOE con guante de seda, y por el PP con guante de esparto, porque se ha ido aceptando todo lo que se hacía ante la propaganda reiterada de que no había otra alternativa y con el señuelo de un consumismo irracional y la construcción de casas en las nubes. Y en esas estamos, fracasados socialmente los dos polos del bipartidismo, PSOE-PP, acompañados de sus CIU, PNV y socios menores, hay un amplio campo abierto para convertir la resistencia social, escasa e intermitente, a pesar del 29 de marzo y de la huelga minera actual, en una continuada acción y reflexión que restituya la política al lugar que le corresponde, que no es el de las rencillas carajilleras actuales entre PP y PSOE. No hay perfección política pero puede y debe haber una política que haga pensar, vibrar y comprometer a la gente, porque vea en ella la forma de cambiar las cosas y salga de su escepticismo y nihilismo actuales.

IRAK, 13 DE JUNIO DE 2012, DECENAS DE MUERTOS EN VARIOS ATENTADOS.
Donde pone los pies el fascismo bélico de EEUU y aliados, unas veces sólo occidentales de pura sangre, otras una mezcla de integrismos y terrorismos de diversa especie, no crece la hierba. Los países que tienen problemas y no son capaces de situarlos politicamente encima la mesa para buscar soluciones a los mismos sin injerencias imperialistas, están condenados a la muerte, a la destrucción, al enfrentamieno, a la humillación y al odio. Ha pasado en todas partes, últimamente en Libia y están intentando que en Siria pase lo mismo. Occidente y sus lacayos arman mercenarios para que ello sea así. Irak es un ejemplo de la herencia que dejan los EEUU y aliados en los pueblos. Evitarlo debe ser un permanente esfuerzo. Está naciendo, impulsado por Ojos para la Paz, una plataforma que intenta aglutinar personas y esfuerzos, para reconstruir y relanzar un fuerte movimiento contra la guerra y por la paz. En él debemos estar y aportar todo lo que podamos.