sábado, 12 de agosto de 2017

LA DECLARACIÓN DE LIMA CONTRA VENEZUELA.
LUÍS ALMAGRO, UN NUEVO VERDUGO DEL RÉGIMEN.

Los EEUU, ahora con Trump, mandan, y los lacayos obedecen y dicen "Sí señor". Ricardo Luna, el ministro de Exteriores del siempre, hasta ahora, corrupto y reaccionario Perú, salvo escasas excepciones temporales, presentó una declaración contra el gobierno y pueblo de Venezuela, que fue firmada por los 12 países presentes en Lima, (Perú, Paraguay, Colombia, Brasil, Panamá, Costa Rica, Guatemala, Canadá, Chile, Argentina, Honduras, México), a la que se sumaron Uruguay, Jamaica, Santa Lucía y Granada, al tiempo que los EEUU, con Trump a la cabeza, aplaudieron con las orejas al ver lo dóciles que eran los lameculos de América Latina, siempre dispuestos a ver qué les da el "el gran padrino" para enriquecer más a los ricos del continente a costa de robar aún más a sus pobres. Y mientras eso sucedía, como la continuación del gran escándalo y fraude contra la verdad sobre Venezuela, el nuevo bastardo al servicio del régimen, Luís Almagro, Presidente de la Organización de Estados Americanos, OEA, declaraba en su visita al estado terrorista de Israel, que en Israel sí hay democracia, en Venezuela no. Un individuo de esta catadura moral y política debería ser un firme candidato al presidio que se cree cuando sea posible juzgar y condenar a esos servidores del crimen.
En la firma de la declaración de Lima había tres países-- Honduras, Paraguay y Brasil- que acaban de salir de un golpe de Estado, y varios en los que se asesina a la gente como a perros rabiosos: en Honduras hace pocos meses a Berta Cáceres y algunos más menos sonados, en Colombia se continúa matando gentes de izquierda, pese a los acuerdos de paz y, para no ir más lejos, en Mexico son decenas los que son asesinados diariamente por las mafias del narcotráfico y el crimen, conchavadas con policías, militares, jueces y parte del poder político. Y el indeseable Luís Almagro no denuncia al gobierno de México  y a sus "fuerzas del orden". Los crímenes cotidianos de México no son su problema, ni los golpes de Estado contra Dilma Russeff y Lula da Silva. Pero hay una cosa más inquietante todavía para las personas que procedemos de la izquierda comunista, socialista y revolucionaria. Luís Almagro viene de la izquierda conocida como tal, del Frente Amplio de Uruguay y ha sido ministro de Exteriores con José Mujica, el Presidente, le llaman Pepe los amigos. Y como Mujica no ha abierto la boca con las fechorías actuales de su ex ministro, pregunto, ¿qué opina el señor Mujica de todo ello? Seguramente sería más interesante su respuesta que no que nos restreguen cada día por la cara la pobreza y austeridad de Mujica, que a mí me importa un bledo si no va acompañada de una actitud moral y política radicalmente honesta, valiente y comprometida con los valores que decía defender cuando pedía el voto. 
De la Argentina de Macri, el Brasil de Temer, el México de Peña, no espero nada bueno, son los servidores directos de los intereses yanquis en América, pero sí que suena a extraño la complicidad del Frente Amplio de Uruguay, este conglomerado de "socialistas, comunistas y demócratas de izquierda", presididos por Tabaré Vázquez, o la del Chile de la "socialista" Michele Bachelet, (si su padre, el militar asesinado por Pinochet levantara la cabeza!!), con lo cual sirven de alfombra a los EEUU, que ni siquieran van a la reunión de Lima, sintiéndose representados por el gobierno-compinche de Canadá.
Y qué dice la vieja "izquierda" europea y española, salvo las salvas solidarias con pólvora del rey por Cuba y Venezuela. ¿Se siente representada esta izquierda, con el PCE-IU-UNIDOS PODEMOS-DIE LINKE-EL PARTIDO DE LA IZQUIERDA EUROPEA....., a la cabeza, con Almagro, el Frente Amplio, el gobierno de Bachelet? ¿Es ya Luís Almagro el paradigma desenmascarado de todo lo que aún se llama izquierda y que ya ha traicionado todo lo que tenía que traicionar? La respuesta sólo puede venir de una gran reconversión de todo lo que historicamente se ha conocido como izquierda, en la cual podamos aportar nuestra energía como un grano más, o, si esto no es posible, de la reconstrucción de un movimiento que moral, ideologicamente y politicamente se crea las nunca viejas ideas de la emancipación económica, social, intelectual y política del ser humano. Para ello somos pocos pero cuando hay un solo camino, se debe recorrer, aunque muchos no veamos el final. 

                                      El canciller de Perú.
                           Tabaré Vázquez de Uruguay y Temer de Brasil.
                                           Luís Almagro.

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