LOS ASESINOS NECESITAN CÓMPLICES ¿VERDAD AZNAR?

José María Aznar, uno de los asesinos de Las Azores, quiere que Venezuela acabe como Iraq, con centenares de miles de muertos y destruído como país. E igual a lo que hicieron en Iraq, mintiendo más que hablaban, con las "armas de destrucción masiva y la complicidad de Sadam Husein con los terroristas", Aznar no escatima mentiras tampoco en Venezuela para ello. La Venezuela presidida y dirigida por Nicolás Maduro y su gobierno de unidad, que gobierna en nombre de una coalición de izquierda es, según Aznar, y Felipe González, entre otros, una Dictadura violenta, que ha liquidado las libertades y los derechos humanos y la responsable de los más de 100 muertos producidos hasta el momento en la última guarimba, por los mercenarios del terrorismo callejero. Consecuentemente, Aznar, como Felipe González y Rivera, avala un golpe de estado oficial y total y pide la intervención extranjera para apoyarlo y ejecutarlo, intervención extranjera que ya está impulsando, financiando, armando y justificando la violencia callejera de sus secuaces desde el primer momento en que Hugo Chávez encabezó el proceso que acabó con el anterior régimen ladrón y corrupto que tenía Venezuela e inicio un amplio programa de desarrollo social, educativo, sanitario, de vivienda y de recuperación de la dignidad de los trabajadores y el pueblo con notables resultados positivos. Resultados que han sido valorados y elogiados por las comisiones de la ONU y de otros organismos internacionales, en especial el reconocimiento de la UNESCO de que en Venezuela se había practicamente acabado con la plaga del analfabetismo, que afectaba a gran parte de la población; y que también se había conseguido antes que en ningún otro sitio la reducción del hambre a menos del 50% del existente, marcado como objetivo por la FAO. 
Ahora, de nuevo, como hicieron con el Frente Popular del Chile presidido por Salvador Allende, para liquidar sus políticas sociales y de izquierdas, han lanzado a las clases medias altas venezolanas al boicot, al estraperlo y acaparamiento de alimentos para hacerlos desaparecer del mercado o encarecerlos y a la destrucción de bienes y personas para crear un caos que justifique la intervención de la canalla "salvadora".  
Decía en el titular que los asesinos necesitan cómplices, sean políticos tipo Aznar, Rajoy, González, Rivera, PP, PSOE o Cs, y medios de desinformación y propaganda fascista a su servicio,  sea bajo banderas progres o reaccionarias, siempre ante la atenta mirada controladora del estado terrorista de EEUU y sus lamebotas latinoamericanos, europeos e internacionales. Pero esos cómplices son tan asesinos como los que actúan directamente y así debemos considerarlos y tratarlos, considerando que el mejor sitio donde deberían estar es en presidio. Ante la imposibilidad de hacerlo hoy, guardemos nombres y acciones, mañana puede ser posible, si la parte mayoritaria de la sociedad, en España, Europa y el mundo, es capaz de salirse de su actual silencio de los corderos.