lunes, 13 de noviembre de 2017

MONOTEMA IDENTITARIO: CUANDO LAS PALABRAS SE CANSAN, EL CEREBRO ENTRA EN CAOS Y LOS SENTIDOS SE ADORMECEN.

Llega un momento en que uno lo ha oído todo, o cree haberlo oído todo, intentando encontrar en los discursos, por zafios que sean, briznas de realidad histórica, de estructura ideológica y política que vaya más allá de la propaganda identitaria y supremacista ancestral o, simplemente, del buen sentido común, en algunas de las palabras pronunciadas o vociferadas. Inútil, desde el principio al fin, en un crescendo inacabable, por más que la realidad se carcajee. Se han ido poniendo los pilares de una ficción que, como toda ficción, acaban creyéndose sus creadores y sustituyendo toda la realidad por la misma. Pero, como no hay nada gratuito, debemos buscar los orígenes y causas de tamaña actuación para que sea capaz de engendrar viscerales, vacuas y multitudinarias adhesiones, y los intereses que hay detrás de ello. 
Simplemente señalemos unos inicios del proceso que estamos viviendo actualmente: en el año 2006 en Catalunya no había ninguna exigencia de masas para la reforma del Estatut ya que , en general, había un amplio acuerdo o aceptación del mismo como instrumento válido para el ejercicio de las actividades económicas, sociales y políticas. Los que propusieron la reforma no buscaban la mejora de las condiciones de vida  y de trabajo del pueblo al que tanto citan para hacer lo que les da la gana, ni un mejor funcionamiento político, ni en Catalunya ni en el conjunto de España, sino que les movía exclusivamente sus afanes de protagonismo político, compitiendo entre si. En este caso concreto, el deseo del PSC de competir por el gobierno con CIU en el campo del nacionalismo y no en el de las políticas sociales diferentes,  que sería lo lógico en una opción socialdemócrata. Un deseo avalado por el PSOE, por el presidente Zapatero y su gobierno, y acompañado en Catalunya por ERC y los de Iniciativa y EUiA como fieles subalternos. Y convirtieron un Estatut de 50 artículos que funcionaba aceptablemente, en una especie de Constitución retórica de 250. 
Las peripecias en torno a su aprobación, reprobación y matizada modificación por parte del Tribunal Constitucional me las ahorro ya que no son el elemento que inicia la situación que estamos viviendo actualmente, aunque se citen y manipulen como excusa. Esa situación se inicia con virulencia cuando en el marco de la crisis financiera que se inicia en 2007, el gobierno de CiU, que ha sustituido al Tripartito del PSC, ERC, ICV-EUiA, toma una serie de drásticas medidas de privatización de empresas y sectores públicos y de recortes sociales y laborales de carácter neoliberal, que son ejemplo para hacer lo mismo en toda España, argumentando que las toma porque el Estado no les da los recursos que necesita y les corresponde. De ahí nace el "España nos roba", engañando al respetable que se deja engañar, y el proceso de movilizaciones por la independencia, camuflado detrás del "Dret a decidir", vergonzante forma de hablar de un inexistente en España "Derecho de autodeterminación".
Y cuando Catalunya, España, Europa y el mundo, necesitan más que nunca la presencia organizada de una izquierda que ponga orden en la política, que abandere la defensa de los derechos de la mayoría de la sociedad, los trabajadores y las trabajadoras que venden su fuerza de trabajo en el mercado y que crean toda la riqueza económica y social, esta izquierda se difumina, acepta los programas conservadores, abraza, tolera o es cómplice de los nacionalismos, de raíz conservadora o reaccionaria como siempre. Y así estamos. Ahora se trata de restituir la verdad, acabar con las demagogias y recuperar la política como forma civilizada de convivencia en la cual cada cual pueda defender lo que considere oportuno sin menoscabar la libertad de los otros para hacer lo mismo. Y que sea el análisis serio, el debate, la propuesta política, la democracia y la relación de fuerzas entre unas y otras opciones lo que tenga capacidad de gobernar y decidir, manteniendo estrictamente el respeto a las otras opciones. Y hágase todo ello como sólo puede hacerse, basándose en las leyes colectivas que nos hemos dado, la Constitución y el Estatut, y el respeto a instituciones como el Parlament, que no es un feudo privado ni de los independentistas ni de nadie. 
Y cuando se quieran modificar, reformar o cambiar las leyes, utilícese la información a la sociedad, el debate abierto para que ésta sepa bien de qué va, entienda las opciones y propuestas de cada organización o colectivo, para poderse pronunciar libre y democraticamente en las urnas y exigir radicalmente el cumplimiento de las promesas electorales. Ahora mismo, tal como están las cosas, el día 21 D es un importante momento para pronunciarse y crear una situación más favorable que la actual para las ideas de los que no queremos más aventuras secesionistas ni la vulneración permanente de los derechos de toda la ciudadanía catalana y española. Y el día 22 continuaremos hablando de los problemas sin que por ello hayan dejado de existir las leyes y métodos democráticos que nos hemos dado. Y ahora mismo continuaremos defendiendo las reformas constitucionales que vemos imprescindibles para mejorar las condiciones de vida y de trabajo, recuperar los derechos sociales recortados y decidir que la conclusión del Estado de las autonomía en un Estado Federal es la mejor forma de abordar bien y solucionar el grave problema creado por los secesionistas. Lo cual presupone que la política, las leyes y las instituciones siempre estarán abiertos a los cambios y mejoras que exija cada situación.



3 comentarios:

  1. Ahora lo que prima es saber qué debe votar quien sea de izquierdas y no nacionalista. La campaña ya empezó y hay que dar a conocer quién representa esa opción. ¿Es Recortes Cero? Si así fuera que se difunda desde ya. No hay tiempo que perder.

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  2. Desconocía quién estaba detrás de Recortes Cero. Si es UCE, bien que he patinado. Entonces, ¿a quién votar?

    https://deverdadnet.wordpress.com/red/

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  3. Sr. Francisco Frutos:

    Enhorabuena una vez más por sus lúcidos, certeros y fudamentados análisis. La izquierda española necesita a personas como usted, que además tengan la valentía de exponer su postura sin temor a que lo descalifiquen los apesebrados y los sectarios (de izquierda y de derecha).

    De nuvo, como ha dicho Juan Ramón, el problema es a quién votar. Los que ya nos sentimos completamente decepcionados y frustrados por la deriva de Podemos, ¿qué alternativa tenemos? Seguramente si se creara un nuevo partido inequívocamente de izquierdas, defensor de los derechos de las clases trabajadoras y contrario a los intereses atlantistas, y al mismo tiempo opuesto a los nacionalismos y separatismos identitarios, mucha gente lo apoyaría. En ese partido deberían estar, por supuesto, gentes como Francisco frutos o Lidia Falcón, entre otras muchas personas trabajadoras, honradas y lúcidas. Y muchos lo apoyaríamos.

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