viernes, 22 de diciembre de 2017

21 D ESTANCADO. CUATRO NOTAS SOBRE EL ASUNTO.


El nazional secesionismo puede formar gobierno de nuevo. No es lo mejor, sino lo peor para los catalanes. Además de representar un nuevo giro a la derecha en Catalunya, que un bufón peligroso como Puigdemont, con la trayectoria que ha tenido en dos años y con el discurso de trabucaire carlista de ayer en Bruselas, arropado por lo más florido del nazional-fascismo belga-flamenco, vuelva a presidir la Generalitat, no augura, en el mejor de los casos, nada bueno. Aunque no pueda realizar ya ninguna de las locuras de los últimos meses, es malo para Catalunya tener un personajillo del peor talante reaccionario al frente del gobierno. 
Y después de aceptar que pueden formar gobierno sólo falta saber para hacer qué y cómo van a gobernar. No se les ocurra intentar de nuevo la aventura del 6, 7 y 8 de septiembre y siguientes con sus métodos y formas fascistoides, arrogándose la representatividad, que no tienen, del "pueblo". España tiene un régimen capitalista-neoliberal como en todos los países a su alrededor, que se debe denunciar y combatir desde la izquierda para producir cambios sociales profundos, pero España no es franquista; lo más parecido al franquismo son los métodos de los secesionistas, incluidos los de sus medios de propaganda, TV3 y Cat.Radio entre otros,  y los de los malos payasos tipo Toni Albà. En España no hay presos políticos, hay provocadores que juegan con la política, presos. No se puede insultar a los presos políticos reales, que se la jugaban durante el franquismo en defensa de la libertad y los derechos laborales y sociales, mientra los independentistas estaban en sus madrigueras. En España no hay exiliados, hay fugados con los bolsillos llenos de lo que han robados estos años. 
En otros aspectos de la jornada electoral, ayer noche, un patético Albiol dejó claro que el PP está acabado en Catalunya y no sé si en España. Seguiremos viendo qué pasa. Si hasta hace poco el PP y CDC (ahora PDeCAT, o lo que sea) era socios de caja para las grandes políticas neoliberales y de recortes, y para las corrupciones, a partir de ahora se rompe el hechizo del euro compartido y cada uno a lo suyo, siempre que las circunstancias y exigencias globales del capital, catalán y español, no hagan que vuelvan a necesitarse, que en eso del dinero"la pela es la pela".
Y la izquierda, ¿dónde está? En el caso de la moderada, el PSC, queda claro que no se pueden tener varios mensajes para lo mismo, especialmente en los grandes asuntos de la sociedad, ni bailar la yenka esperando pillar de acá y de allá. Hace demasiado tiempo, desde  que el PSC se inventó aquello de la reforma estatutaria que nadie pedía, hasta hoy, el camino ha sido errático, aunque en el último periodo parece que se enderezan las cosas, salvo cuando se hace un guiño a un lado y a otro buscando captar votos de diversa procedencia y significado. No ha tenido el resultado augurado. Lo siento.
Y Catalunya en Comú es un claro ejemplo de que la navegación entre dos aguas, no sólo no da un fuerte impulso a la proclamada izquierda, en un momento tan favorable como este, sino que la hace retroceder severamente. Navegar entre la charca secesionista  y el no retórico a la independencia, hablar con lengua de serpiente como Ada Colau, Domènech y otros/as, no rinde resultados y conduce a la desaparición como proyecto con vocación de mayoría o, como mínimo, de "tener la llave" realmente, o pesar mucho en la situación. Sobran Colaus y Domènechs y faltan en primera línea pensadores y activistas sólidos y honestos con los pies en la calle. Falta acabar con la retórica progre y reconstruir las relaciones de clase para organizar la resistencia ante las políticas neoliberales con propuestas concretas de cambio pegadas a las necesidades de la clase obrera y trabajadora. En suma, reconstruir la izquierda.
De Ciudadanos sólo cabe decir que han sabido jugar bien con las propuestas y tener una posición inalterable, sin dar tumbos, sobre el independentismo y la secesión, el 155, la Constitución y el Estatut. Un buen discurso para venderlo y como nadie ha planteado programas políticos de verdad para el debate, Cs tampoco ha tenido que enseñar la patita de su neoliberalismo en lo económico, ni marcarse algunos guiños sociales para la prole, ni defender en los asuntos de la guerra y la paz, ´Libia, Siria, Venezuela..., etc, otra cosa que la que defienden PP-PSOE, PDeCAT-ERC...Cs ha arrancado votos del PSC y de Catalunya en Comú, arrebatándoles la hegemonía de la izquierda en la Barcelona y el cinturón obrero y popular. También ha dejado seco de votos al PP. Es un fenómeno a analizar, no sirven las descalificaciones genéricas a Cs de partido de la extrema derecha, fascista y otros descalificativos, cuando no se tiene nada de interés político para decir.
Y eso es todo, de momento. 



2 comentarios:

  1. Estando de acuerdo con usted no me parece que en tiempos convulsos sea el momento de hacer reformas.

    ResponderEliminar
  2. Estoy, Como siempre, de acuerdo contigo. Gracias por la claridad con la questione expones tua ideas.

    ResponderEliminar