martes, 3 de septiembre de 2019

 MARX, IMPRESCINDIBLE PARA ENTENDER QUÉ PASA.

A propósito de la reciente muerte del sociólogo y marxista, o sociólogo marxista si prefieren, Emmanuel Wallerstein, se han escrito artículos y trabajos diversos sobre su trayectoria humana, intelectual y política, que han despertado mis ganas de escribir algo en recuerdo a lo que representó y mantener viva la memoria de su pensamiento y proyectarla hacia el presente y futuro, para que nos ayude a alumbrar zonas oscuras, dogmáticas, claudicantes, o, sencillamente, librescas y publicistas del pensamiento y de la práctica marxistas, utilizadas casi siempre burocráticamente cuando no se tiene nada que decir o hacer. Todo ello, independientemente de la opinión que nos merezcan el conjunto, o una parte, de los análisis, teorías y propuestas de sus obras.
La primera conclusión que saco de la elaboración de Wallerstein es la urgente necesidad de poner a Karl Marx en el centro del pensamiento y de la práctica económica y política para entender gran parte de lo que ocurre actualmente en el mundo y para enfocar una perspectiva de solución a los gravísimos problemas a los que estamos enfrentados la humanidad, en esta fase de máxima degradación del sistema capitalista en todos los parámetros en los que continúa imponiendo su dominio. Y para poner a Marx en el centro es imprescindible aprender desde Marx, leerlo, estudiarlo, conocer a fondo cada uno de sus análisis, de sus teorías, elaboraciones y propuestas ante la realidad que estudiaba en cada momento y sobre la cual no solo hacía teoría, sino también práctica.
La primera conclusión, leer a Marx, estudiarlo y divulgarlo en todas partes: en las empresas y colectividades obreras, en los centros de estudio, empezando por dar la batalla para hacerlo en los colegios, institutos y universidades, en los barrios populares. Fijaros si es tan de cajón lo que digo, que incluso al inicio de la crisis-estafa que hemos vívido desde el año 2007 y, especialmente, a partir de uno de los desastres económicos más grandes de la historia económica del capitalismo, el derrumbe y la desaparición el 15 de septiembre de 2008 de Lehman Brothers, los dirigentes políticos y económicos del capitalismo volvieron a desempolvar los textos de Marx para saber qué había pasado. Naturalmente, no para buscar alternativas marxistas, sino para intentar comprender qué pasaba, a la luz de las sólidas y profundas elaboraciones de Marx en torno a las más concretas realidades económicas analizadas por este.
A nivel general, Wallerstein ilustra algunas cuestiones a tener en cuenta. Por ejemplo, que se debe poner en primer lugar del debate la reflexión de que la solución de los problemas generales vendrá de comprender que la humanidad tiene un destino común y no de la buenas voluntades internacionales, ni de la subordinación capitalista al beneficio económico creciente, sino del desarrollo del aparato productivo global para beneficio de todos frente a los de las fuerzas financieras y militares como ahora. Y como conclusión, que la única perspectiva es el socialismo. Tres apuntes para avanzar a ello:
1ª.- Decisiones económicas para utilidad social, no para beneficios.
2ª.- Reducir las desigualdades y no aumentarlas.
3ª.-Libertades personales y colectivas enraizadas material y socialmente y no depender del capricho de los estados.

Todo lo que acabo de escribir tiene únicamente el sentido de contribuir a ir creando esta realidad de la que hablaba Marx, sin hacer de Marx nuestro santón, con retóricas desgastadas y fraudulentas, sino utilizar su pensamiento para avanzar en la perspectiva del socialismo.      
  

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