Últimamente no salgo de mi asombro ante el silencio de movimientos muy muy alternativos ante algunos hechos que suceden en Catalunya. El otro día era el silencio del movimiento feminista ante la agresión a una mujer; hoy es la mudez del movimiento radical ecologista ante la invasión de plástico amarillo por calles, plazas, playas, árboles..., cuando se está planteando con fuerza, y con razón, la supresión de las "pajitas" de plástico de las bebidas.

Que alguien me lo explique, no sea que esté equivocado y los lacitos amarillos no sean de plástico, sino de la misma pasta con que se hacen las cocas de Sant Joan, con piñones añadidos y, en consecuencia, comestibles.

Paco Frutos Gras.