MUJER, HOMBRE, POESÍA, UNIVERSO.

Dos poetas se abrazan en el portal 
antes de cruzar el dorado dintel 
no son jóvenes son energía
en cada gesto de  sus manos gastadas
él ojos grises apagados y distantes 
fuertes brazos de una vida de esfuerzo
ella bella cola con cana dibujada
ajados dedos de grosera rutina.

Se mueven sus cuerpos con alegría
con ternura sus manos se acarician
en sus labios se dibuja un poema
que da luz a palabras ya nacidas
cuando oscurece en las ramas
caen agujas de pino en el jardín 
y el ruido de las gotas de la lluvia
canta alegre con la olla en el fogón.

Recitad nos pidieron con apremio
con urgente desdén nos ordenaron luego
? cómo? dijimos aún rondan miserables
con palabras torpes y vacías
que sin gloria respeto o simple son
matan amistad siembran rencor
y creyendo ser universo infinito
son el desván de trastos rotos   
en que muere el amor y nace el odio.

Por la ruta de las calles desiertas 
se esconde el alboroto del silencio
mientras se encogen hora a hora
los ánimos que te unen a la vida
de los que se mueven y te estimulan
para la  creación de nuevos signos 
y la recuperación de viejas señas
que son parte de nuestro viejo pregón.