viernes, 6 de marzo de 2020

(Volvamos al asunto o las letras se vacían y mueren)

OTRO REPASO A UNA REALIDAD DE POPULISMO Y CAOS LÍQUIDO.


No pretendo desarrollar un hondo estudio ni sentar cátedra de nada sobre lo que acontece en la rúa, sí hablar de lo que creo que  pasa y de cómo afecta a personas, hechos y cosas.
Hace ya mucho tiempo que se ha venido gestando a nivel general en el mundo, con efectos y repercusiones variadas en cada región y país según las condiciones económico-sociales, culturales y humanas diversas. Pero sí hay algo que lo define y marca todo, al haberse convertido en una filosofía prácticamente única sin posible respuesta contradictoria: es lo que podemos llamar, no sé si acertadamente del todo, populismo y teorías líquidas, o políticas vacías de realidades materiales, sustentadas en frases vacías y gestos como manoteos en el aire. Y mientras la otrora izquierda, "izquierda" o "progresía" en la actualidad, vegeta a la sombra del sistema, capitalista por supuesto, y obviamente neoliberal, este va imponiendo su ideología a  toda la sociedad, creando ilusiones ficticias de consumo, "libertad" y "derechos humanos".
Aquí no se trata de acusar ni descalificar gratuitamente y por sistema a todo y a todos, sino intentar acercarse a las realidades concretas para entender con datos intelectuales, materiales  y políticamente verificables, qué pasa realmente y porqué, e intentar aportar algo en el ámbito en que cada cual se mueve para defender la mejora de las condiciones de vida ahora y corregir lo  más urgentemente posible los brutales desajustes socioeconómicos y desigualdades, y avanzar todo lo necesario en impulsar la construcción de una perspectiva objetiva de cambio en profundidad que mejore las condiciones de vida y de trabajo en las que se ejerce la vida en cada país y en general. Tarea gigantesca y difícil, muchos/as dicen imposible, pero no hay  alternativa a esta vía.  
Bajando a lo más concreto. Si hay una acción cultural y política sólida organizada colectivamente y movilizada por objetivos posibles por imprescindibles, no sobrevivirá la actual fase de confuso tacticismo permanente. Y para ello, repito, se debe tener una visión clara y estratégica que sepa leer y entender las contradicciones actuales, que han cambiado en la mayoría de casos  por las profundas transformaciones producidas en el sistema productivo y comercial y en la mentalidad colectiva a causa de la imposición de las concepciones capitalistas  de clase y la dejación progresiva y generalizada del sentido internacionalista de los trabajadores/as y de sus organizaciones sindicales y políticas. Actualmente, ver cómo se articulan las clases e impulsar las nuevas formas de estar ante la organización del trabajo y actuar en consecuencia para recuperar la influencia social perdida en las nuevas realidades, es la única forma.
En relación a lo anterior, es preciso decir cuatro cositas. La primera, que el capital no perdona y degradará tanto como pueda las condiciones de trabajo y sociales en tanto le sean útiles y sirvan para que funcionen sus métodos de explotación y dominio. Hace tiempo, diversos componentes del capital productivo y financiero no solo no tuvieron reparos en que surgieran organizaciones teóricamente transformadoras y hasta revolucionarias, sino que hasta las potenciaron. En España, visto con la perspectiva transcurrida, fue notorio lo que surgió progresivamente desde aquellos días del 15 M con las manos arriba. Y también la cancha que se daba a propagandistas de las teorías líquidas en los grandes medios de  comunicación de la derecha. El caso más claro fue el de Pablo Iglesias y un nutrido grupo de sociólogos, polítólogos y profesores diversos que iniciaron una carrera política con claves muy concretas. Surgió Podemos, en un sonado congreso apoyado hasta por Julio Anguita, en enero de 2014, antes de las elecciones europeas de mayo-junio, en el momento en que todos los sondeos y encuestas señalaban una gran subida en influencia política y votos de IU, debido básicamente al buen trabajo realizado durante años, a pesar de las muchas dificultades a las que se había enfrentado y enfrentaba. En aquel momento, al capital español le preocupaba que una organización de clase, con numerosa militancia y rica experiencia social, lo que no excluía sus contradicciones y errores, pegara un salto importante y tuviera la posibilidad de incidir en la realidad económica y social. Y nació Podemos. 
Y como a mí me gusta refrescar la memoria a los desmemoriados, lo hago. Podemos nació y se consolidó con un primer mensaje repetido: el PCE e IU son la carcundia del pasado; huelen a viejuno y fracasado; se pueden meter las hoces y martillos donde les quepan; no queremos saber nada con ellos, solo aceptamos a Alberto Garzón para pactar y que entre en Podemos con el carnet en la boca, ya que es la "modernidad". Está todo escrito aunque ahora se camufle y se mienta sobre todo aquello. Y entre Iglesias, Garzón y los subalternos de cada sitio se cargaron progresivamente a IU y al PCE, dejando residuos grupusculares para los museos de figuras de cera.
El concepto y la palabra comunismo quedaba proscrita en el nuevo lenguaje posmoderno de las teorías líquidas. Podemos ha sido un bluff creado expresamente, que empezó "asaltando los cielos", ha acabado llamando al timbre, vegetando y prescindiendo de una política sólida a la izquierda y negociando silloncitos para afirmar que, finalmente, la izquierda entra en el gobierno por primera vez.
Y para más regodeo, Iglesias y los que decían aquello de la carcundia de las hoces y martillos comunistas, ahora hasta levantan el puño a veces para que así VOX, el PP, Cs, la derecha y la extrema derecha española, acompañada siempre de la curia secesionista que la ayuda a subir, pueda calificar al nuevo gobierno de dictadura comunista, Para carcajearse, si no fuera que esto degrada aún más el sentido colectivo racional de las clases trabajadoras y convierte la política en un barrizal que sirve para los máximos beneficios de los ricos y poseedores, en el menor tiempo posible, y para campar los oportunistas, vividores y corruptos.
Y hoy aquí lo dejo en este reencuentro con el lenguaje de mi blog.      
          

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