jueves, 12 de marzo de 2020

PASAN COSAS PORQUE LAS HAY. VANIDADES Y JUEGOS DE IRRESPONSABLES, INEPTOS Y NIÑATOS/AS.


El mundo contiene personas maravillosas, buenas, o sencillas que no destacan en nada ni quieren hacerlo, que  pasan desapercibidas haciendo su vida y gozando de lo bueno y soportando lo malo; también las hay inteligentes, sabias, generosas en distribuir su saber y en impulsar y organizar formas para que el conjunto de la sociedad acceda al conocimiento y mejore la vida colectiva y la propia; y, como no, las hay soberbias, altaneras, prepotentes, que son inteligentes o listas, o se lo creen más allá de su realidad. Afirman que lo van a solucionar todo y traerán el bienestar, la última "modernidad" progre, dice la "izquierda" populista; o la derecha y extrema derecha, asimismo  populista, que unirá una gran bajada de impuestos a la reducción de derechos sociales y personales, sobre todo de la mujer. En conjunto, un populismo  u otro nos traerá  la libertad y la felicidad a todo el mundo, siempre que se sigan sus instrucciones políticas, se les vote y se les baile el agua.
El mundo, además de la cotidianidad material que nos rodea,  tiene cosas muy bellas en las que sumergirse y disfrutarlas cuando hay ocasión. Pero junto a ellas, o frente a ellas, casi siempre agazapadas, irrumpen de golpe destrucciones de la naturaleza, o provocadas por la acción perversa del ser humano en guerras y explotaciones, tragedias y dramas humanos en momentos concretos, puntuales y no previstos, cuyas consecuencias  muchas veces se quedan un largo periodo y dan un zarpazo trayendo más pobreza de la habitual, más enfermedades, muerte y destrucción. Es el mundo material real exhibiendo sus taras. 
La actual pandemia de Coronavirus, (Covid 19), es una más a añadir a anteriores pandemias de Coronavirus y forma parte de esa realidad a la que me refería. Una realidad que afecta, o puede afectar,  a todos los países y a muchas criaturas ya que es una pandemia, no una anécdota vírica pasajera,  y cada estado debe tenerla en consideración y tratarla como lo que es, por el mal que está haciendo y por el que puede hacer. Y para ello era imprescindible que desde el primer momento en que científicos, médicos y expertos conocieron los primeros datos y los dieron a conocer a los gobernantes, instituciones y responsables políticos, se hubieran tomado todas las medidas necesarias para hacer frente al potencial y grave peligro que podía producirse. Y no se hizo nada, o poca cosa, como si se esperara que escampara, dedicándose a burlarse y poner patas arriba las decisiones, "autoritarias" , decían,  de China que las aplicaba por ser una dictadura feroz, cuando allá mismo el Estado tuvo que castigar duramente a las autoridades de la provincia de Hubei, en la que se encuentra la ciudad de Wuhan, donde se inició la pandemia, al haber escondido un tiempo la realidad para no hacerse políticamente responsable de ella. 
Y las autoridades y medios de comunicación italianos, norteamericanos, alemanes, franceses........ y, naturalmente, entre ellos y otros y en primera fila, los gobernantes españoles actuales y todos los partidos sin exclusión, como siempre más documentados y sabios que nadie siguieron en lo mismo. En Italia pronto supimos en qué acabó su "superioridad" técnica y política, sus burlas y descalificaciones de los gobernantes chinos: todo el país en cuarentena, sin casi poder salir de casa, clausurado para evitar entradas y salidas no deseadas por peligrosas. Y de otros países  ya iremos hablando cuando hasta una conservadora como Merkel, poco dada a las excentricidades propagandísticas, hasta dice que se pueden contagiar un 60 o 70 por cien de los habitantes de Alemania. 
Y paso a España. El gobierno que preside Pedro Sánchez y su equipo político y los responsables a todos los  niveles que han tenido, o deberían haber tenido, todos los datos al día, informan y toman decisiones de control y seguridad tarde y mal sin tener en cuenta a fondo los informes que les van suministrando en tiempo real los expertos que los conocen y dominan. Es la responsabilidad de un gobierno que iba dando largas al asunto, diciendo que no había peligros, que estaba todo controlado, que la sanidad española era capaz  de controlar y atender todas las necesidades que surgieran. Y los asignados por el gobierno para informar a la ciudadanía, siempre informaban de cosas que se habían producido días antes, cuando el proceso de pandemia iba avanzando rápidamente a velocidad ya  prevista por los técnicos y no tenida en consideración por los gobernantes que iban a su trán trán político, de acuerdo con sus intereses electorales. Nada nuevo en la vida política española, pero es una indecencia ante la gravedad de un hecho que nos puede afectar a todos. Y ahora vienen las lamentaciones de los responsables, alertándonos y poniéndonos en fila de firmes ante las posibles consecuencias ya que, dicen, aquel magnífico sistema sanitario, que lo es, quizás no pueda tener suficiente capacidad para hacer frente con seguridad y garantías para atender bien a cualquier contagiado, o para el seguimiento adecuado del proceso.
Y es por eso que hemos asistido a un espectáculo que da vergüenza ajena en su desarrollo, mientras las y los responsables se revolcaban en sus delirios de grandezas o miserias. Asistimos al duelo esperpéntico entre esa chica de la asamblea del 15 M tardío, Irene Montero, que llega a ministra, bueno a tener un silloncito en La Moncloa, no se sabe si saltando por el arcén o andando por el pasillo de la universidad. Pone su empeño en presentar una propuesta de ley sobre Igualdad para poder repartir cuatro panfletos en las marchas del 8 M  sobre el Día de la Mujer. Quiere que quede claro que gracias a ella y a Podemos, la mujer dará un salto espectacular hacia su definitiva emancipación. Y con esta prisa del oportunismo personal y político de niña bien, presenta un papel, que parece no conocer todavía nadie de la sociedad común, que es una vergüenza en contenidos de legislación constitucional y jurídica, creíble y sólida sobre el tema  Una propuesta de ley a la que para rendir homenaje a la decadencia de la  ortografía y sintaxis elemental parece que le faltan hasta las h. En fin, es lo que hay.  Para no ser menos, la Vicepresidenta Carmen Calvo polemiza con ella, no desde una argumentación consistente políticamente, sino desde una ridícula querella de egos personales. 
Y bueno, llegan a las vísperas del 8 M, y en vez de ser consecuentes con todas las informaciones y advertencias de los organismos internacionales sobre los peligros y la forma de atajarlos mejor, se dedican a competir para ver quién convoca más rápido y con más énfasis en la defensa de la fecha del 8 M, más que en la verdadera y consecuente defensa de la emancipación de la MUJER TRABAJADORA, como antes, o de la mujer en general como ahora.
Y salen a miles, y se mezclan, abrazan y besan. Y  el gobierno, alarmado a las pocas horas, con un paso adelante y tres atrás, no está  ni se le espera. Al contrario, todos y todas compiten en una defensa garrula y burocrática del Día de la Mujer en la calle, en vez de una verdadera defensa a fondo en el día a día en las instituciones, fábricas, aulas, centros sociales, de deportes, y en todas las actividades en las que la igualdad y los derechos de la mujer trabajadora y de la mujer en general tienen que ser potenciados hasta su total consecución. Parece que Irene Montero está contagiada de Coronavirus.
Y ante esta irresponsabilidad de la progresía gobernante y los aledaños que la apoyan, la extrema derecha, que carga contra el gobierno a la menor ocasión, inventándose algo si no lo hay,  tiene  que demostrar que puede superar en inutilidad y estúpidez a la progresía. Y el ultra reaccionario Ortega Smith se va chulo al Milán pandémico y cuando regresa participa de forma destacadísima en un acto con miles de personas, tosiendo y moqueando mientras abraza y besa a todo el mundo. Y aunque  la derecha y la extrema derecha no tienen que esforzarse mucho en demostrar lo que son en todos los sentidos, todavía me asombra un poco su insulsa majadería para demostrar que son capaces  de hacerlo  peor. Y Ortega Smith está contagiado de Coronavirus.
Y hay rumores, ya se confirmarán si son ciertos, que en Catalunya los fuertes brotes aparecidos tienen relación con el peregrinaje a Perpinyà de unos miles de fieles.
No sé cúantos contagios se habrán producido en Madrid y otros sitios el 8 M, o en el acto de Vox en Vista Alegre, pero no sería extraño que muchos. Y la responsabilidad de los gobiernos y de los políticos que la tienen o que, como mínimo, deben velar por el mejor funcionamiento de esta, no puede ser la irresponsabilidad de hacer las cosas de la peor forma, buscando solo el aplauso, el voto y la vara de mando, manipulando las cosas serias.

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