lunes, 20 de abril de 2015

MISERIA, BOMBARDEOS, DESTRUCCIÓN=MILES DE MUERTOS EN NAUFRAGIO.

LA UNIÓN EUROPEA Y LOS NAÚFRAGOS. 
La actitud general de la UE (sistema financiero, político y de comunicación) raya con el cinismo criminal. Lamentaciones "humanistas" que suenan a justificación. Algún dirigente político incluso ha llegado a decir que los países de origen de las avalanchas migratorias intervengan y arreglen la situación que afecta a millones de personas. Miles y miles de esas personas esperan en las costas de Libia que las mafias de la trata humana les amontonen a centenares en barcazas o pesqueros frágiles y ruinosos, algunos de los cuales se hunden antes de poder ser rescatados por los barcos de la armada italiana muriendo centenares en cada naufragio. Más de mil, según los cálculos más conservadores en tres días. Esto sin contar los que se dirigen a las costas griegas y españolas.
Antes de proseguir el relato de denuncia de la actitud de las autoridades europeas conviene recordar brevemente el origen y el porqué de tanta persona desesperada dispuesta a jugarse la vida en barquichuelas, pagando antes lo que no tienen a sus verdugos mafiosos directos. ¿Y cuáles son los países de origen de los naúfragos? En primer lugar todos los que han sido o son territorio de influencia occidental que se ven desangrados y empobrecidos por enfrentamientos "religiosos y tribales" producidos en general por la disputa de territorios y materias primas que los capitales internacionales aspiran a poseer en su totalidad en complicidad con los caciques locales que se enriquecen a costa de la miseria de sus conciudadanos (Somalia, Etiopía, Kenia, Yibuti, Eritrea, Sudán..., el África subsahariana hasta Centro África....).  
Pero esto sería una descripción de realidades conocidas que no profundizaría en el conocimiento de la actual avalancha inmigratoria que parte de las costas de Libia con total impunidad para las mafias que los saquean y miles de muertos. En Libia, hasta que los bombarderos de la OTAN, UE y EEUU, asesinaran a miles de personas y la destruyeran, trabajaban y vivían millones de subsaharianos que tenían, al igual que los autóctonos libios unas condiciones de vida aceptables, fruto de su trabajo. Esto se hundió, como desapareció la posibilidad de una unidad política y económica africana, con moneda propia, defendida por Muamar al Gadafi, uno de los principales motivos de su asesinato y de la destrucción del país. Aquellos miles y miles de subsaharianos lo perdieron todo y no les quedó otra alternativa que volver a sus lugares de origen a vegetar, o hacer cola en las costas libias para embarcarse hacia una Europa-refugio co-autora de sus desgracias. Antes había habido en 2003 la destrucción de Iraq por EEUU y aliados, destrucción causada por una guerra sin tan siquiera el consentimiento de la ONU, montada a partir de monstruosas mentiras sobre la base de la relación de Iraq y Sadam Husein con el terrorismo y la posesión de armas de destrucción masiva. Quedo claro que eran mentiras pero los autores de las mismas, criminales de guerra, no han sido importunados ni por elementales preguntas en la ONU, en la Corte Penal Internacional o en un juzgado de barrio. Ahí campan continuando sus fechorías mientras uno de los causantes, José Ma. Aznar, se permite el lujo de aliarse con otro personaje siniestro de la política y los negocios, Felipe González, para ir a defender a los golpistas venezolanos y, de pasada, arremeter contra el pueblo y el gobierno bolivarianos. Y si con esto no esta completa la historia que desemboca en miles de naúfragos en las costas libio-italianas vino la intervención contra el pueblo y gobierno de Siria. O sea, que los países que ahora lloriquean y simulan rasgarse las vestiduras por los miles de muertos en el mar, no sólo han contribuido a un empobrecimiento de todos los países citados en primer término, sino que no son capaces de aprobar políticas de desarrollo económico y social, educativo y sanitario de éstos. Pero además han sido los principales destructores de tres países que, con todas sus posibles contradicciones, eran los más avanzados socialmente y en derechos de igualdad de toda la zona. En Iraq y Libia bombardeando directamente y en Siria interviniendo indirectamente. En los tres armando, financiando e impulsando un movimiento terrorista feudal de acuerdo con Arabia Saudí, Qatar e Israel. Y la pregunta a los ministros de exteriores de la UE que se han reunido hoy y a los jefes de estado que se reunirán otro día o a la propia ONU es: ¿aprobarán ustedes verdaderos programas de desarrollo económico, social, educativo, sanitario y de infraestructuras básicas como el servicio de aguas para vivir y para regar; acabarán con la complicidad con los terroristas que han impulsado en Iraq, Libia y Siria?  Todo lo demás, lloriqueo y retórica "humanista" no tiene ninguna credibilidad. Sobra. Es una farsa trágica.

PROGRAMAS DE DESARROLLO PARA ÁFRICA. FIN DE LA AGRESIÓN A LOS PUEBLOS Y DE LA ALIANZA ENTRE TERRORISMOS. 
NO A LA GUERRA. NO A LA OTAN. 
LIBERTAD PARA MANNING, ASSANGE Y SNOWDEN.

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