LA CANADIENSE. Una victoria de la clase obrera española
Desde IZQUIERDA EN POSITIVO queremos conmemorar y revindicar el hito que representó, en la historia de movimiento obrero español, la huelga de 44 días que estremeció, entre febrero y marzo de 1919, a la burguesía catalana y al gobierno de España: la huelga de la empresa eléctrica Riegos y Fuerzas del Ebro, más conocida como La Canadiense, gracias a la cual España se convirtió en el tercer país del mundo –y el primero de Europa Occidental– en instaurar por ley la jornada laboral de ocho horas para todos los trabajadores asalariados y en todos los sectores de la producción.
La huelga de La Canadiense fue un ejemplo a seguir de solidaridad obrera y de movilización ciudadana, en un momento en que la lucha de clases era especialmente dura y se solventaba, por lo general, por medios violentos. Una solidaridad obrera que hoy, en una época de segmentación extrema del mercado de trabajo y de hegemonía generalizada de los valores insolidarios del individualismo capitalista como la que vivimos, nos parece casi inimaginable. En La Canadiense, una injusticia cometida contra un pequeño grupo de trabajadores del departamento de facturación fue asumida sin vacilaciones como propia por todo el conjunto de los trabajadores de la empresa, y motivó su inmediata movilización; y, casi sin solución de continuidad, le siguió la movilización de los trabajadores y trabajadoras de otras muchas empresas y sectores, hasta convertirse en una auténtica huelga general.
La reacción del poder político y económico ante aquella movilización obrera y ciudadana fue, como no podía ser de otro modo, brutal, con la militarización de la empresa, la implantación del estado de guerra, y miles de trabajadores encarcelados en el Castillo de Montjuïc. Pero, en un ejemplo también de solidaridad interterritorial y de clase, la huelga se extendió a otras ciudades y provincias del resto de España, hasta que el Gobierno y la burguesía tuvieron que claudicar, y aceptar tanto la liberación de los trabajadores detenidos como la concesión de la mayoría de las demandas planteadas. Lo cual constituyó un gran éxito y una gran conquista no sólo para los trabajadores de La Canadiense, sino para los trabajadores y trabajadoras de todo el país.
Tras la huelga de La Canadiense, la lucha de clases en España –como en el resto de Europa, y el resto del mundo– continuó siendo brutal y descarnada, con una escalada del pistolerismo empresarial contra el movimiento obrero, y un incremento de las tendencias autoritarias en el seno de la burguesía que desembocaron en la irrupción de los fascismos en los años veinte y treinta del siglo XX –que hoy parecen también querer resurgir–. Pero la lucha de La Canadiense demostró que el movimiento obrero organizado podía plantar cara con éxito a la burguesía, y que el liberalismo político nunca sería auténticamente democrático si no se le dotaba de contenido social.
Y por ello, hoy más que nunca, reivindicamos su ejemplo y su memoria, y brindamos nuestro homenaje a los hombres y mujeres que con su esfuerzo y sacrificio consiguieron esta ejemplar victoria. Porque hoy, más que nunca, es necesario recordarles, en estos tiempos de retroceso generalizado de los derechos sociales y laborales tan duramente conquistados. Y en estos tiempos en que quieren imponer su hegemonía los valores del individualismo insolidario y la desigualdad social.
Desde IZQUIERDA EN POSITIVO, hacemos un llamamiento a todas las organizaciones de izquierda, y trabajadores en general, para apoyar este manifiesto y participar en el acto que el próximo 5 de febrero a las 6:30 de la tarde tendrá lugar en los Jardines de las Tres Xemeneies (donde estuvieron las instalaciones de La Canadiense), junto a la Avenida del Paral•lel.
Barcelona, 16 de enero de 2019
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