ELECCIONES Y FUTURO.

A falta de un estudio en profundidad sobre los datos electorales, que permita conocer con una cierta exactitud el comportamiento concreto de la ciudadanía, la composición social y cultural de cada sector de votantes, el trasvase real de votos y en qué sentido ha ido, la abstención y lo que podríamos llamar estado de ánimo colectivo, me atrevo a sacar unas primeras conclusiones.
No sería inteligente desconocer, por ineptitud, precipitación o superficialidad de los análisis, que el PSOE ha perdido más de cuatro millones de votos, que el PP sólo ha ganado más de medio millón, importante cantidad que no justifica 186 diputados/as; que CiU, a pesar de los recortes en sanidad, educación y servicios ya realizados (y los nuevos que anuncia), ha tenido más votos que nunca, y que el PSOE, ejecutor de las políticas neoliberales impuestas por el capitalismo,nombre real de los "mercados", que tienen nombres y apellidos propios de personas, empresas, financieras, medios de comunicación-propaganda y clase política, ha perdido más de cuatro millones. Hoy cito a esos tres partidos porque son el núcleo central y determinante de la política española y porque tienen políticas absolutamente intercambiables entre si. Ya habrá tiempo de echar una profunda ojeada a UPyD para conocer de donde le vienen los votos, sin despachar el asunto con una fácil descalificación de Rosa Díez. También habrá tiempo para analizar porqué en Catalunya y Euzkadi ha ganado la derecha nacionalista, aunque en el caso vasco parezca otra cosa.
Yendo a lo que más directamente nos afecta, no sería tampoco bueno no valorar el gran avance de IU, que ha sobrepasado lo del año 2000, con ICv y La Chunta esta vez. Ni sería correcto que con el calor de los golpes de felicitación en la espalda, se cayera en un triunfalismo mediocre, creyendo que ya está garantizado un lugar al sol por la eternidad y sin proponerse de verdad ser un elemento fundamental para la construcción de una alternativa real, desde la izquierda, a lo actual. Y sería un error imperdonable que por aquello de que todo el mundo es bueno prescindiéramos de los que han salvado el asunto, convirtiendo a IU en una fuerza que puede y debe jugar un gran papel en el futuro inmediato. El trabajo del PCE y de otros grupos y personas que han actuado unitariamente han puesto en pie un programa y discurso político que se inició con el resultado de la IXª Asamblea y se consolidó a pesar de todo tipo de zancadillas y reservas. Zancadillas y reservas que cuestionaban la estrategia de consolidación singular de IU, sin muletillas, creando artificiales unidades en todas partes, e incluso, siguiendo las orientaciones de los boletines oficiales del PSOE, arremetían contra el propio coordinador Cayo Lara, por considerarle primario y garrulo. Por tanto, sin necesidad de restregar a nadie la actitud de cada cual en el inmediato pasado, pongamos las cosas en su sitio. Los resultados de IU se producen a pesar de Compromís, EQUO, ICv y algunos otros secundarios.
Y ahora corresponde formar un grupo parlamentario sólido, dependiente politicamente de una IU fuerte, clara y sin medias tintas sobre su sexo y políticas. No sería de recibo que de nuevo salieran voces internas sobre un grupo que, cual coche-escoba, recogería todos los restos, repartiría responsabilidades y tiempos de intervención parlamentaria. Los Compromís y EQUOs, que ya contaron con la propaganda de todos los medios adictos del PSOE, no deben tener ningún papel; CHA, el que le corresponda, según los acuerdos a los que se llegó; ICv, que parece que no podrá formar un grupo propio con EQUO y las diversas "izquierdas periféricas"como pretendía, tiene un diputado y una diputada en un grupo parlamentario de once.
De cara al futuro unitario de la izquierda social realmente existente, no de la nominal y/o virtual, IU debe continuar trabajando sin perder el perfil que ha ido ganando en el último período. La refundación que empezó en la IXª Asamblea Federal, con sus acuerdos políticos y organizativos, pasa actualmente por la sociedad, por la vinculación a la gente de la calle y a sus problemas y no por los despachos "alternativos" y "verdes". IU no debe perder el tiempo en operaciones cosméticas que estancarían o harían retroceder todo lo avanzado y que seguramente volverían a producir desacuerdos serios y enfrentamientos.
Ha empezado ya la campaña "pro PSOE para el futuro", para las andaluzas próximas y para dentro de cuatro años. El "voto útil" sólo ha quedado congelado en los cajones de este partido y sus medios propagandísticos, para sacarse de ellos cuando convenga. Algunos medios ya han empezado a trabajar en esa línea, metiendo a todo lo que está a la izquierda del PSOE en el magma fluido de una "izquierda" alrededor del PSOE mayoritario. Son varios los medios protagonistas de esta campaña de reflotamiento, pero destaca "Público", que ayer martes hacía una crónica diciendo lo que se debía hacer, con un EQUO en el futuro, con un Compromís en el presente y con un Llamazares frente a Cayo Lara.
Lo principal ahora no es entretenerse en estos juegos de salón, que lo haga quien tenga vocación, sino en concretar en la acción diaria el programa y el discurso políticos, defendido en esos últimos años y en la campaña electoral, con unidad de mensaje y de actuación en todas partes, con un federalismo práctico y no con políticas a la carta en cada lugar. El empleo, los derechos sociales, la defensa de los servicios públicos, cada vez más amenazados por el trío o cuarteto de los recortes, impulsados por el Cuarto Reich de Angela Merkel y sus cobayas. También algo olvidado en toda la campaña, la lucha por la paz y contra la guerra, por el desarme y por la disolución de la organización terrorista OTAN. Además de que la guerra es muerte, destrucción, caos, fascismo y retroceso integrista social y político, como se constata después de la guerra colonial contra el pueblo de Libia, y, además, un grave peligro de enfrentamiento generalizado, es también el empobrecimiento de todos los paises y personas. Lo que se gasta en armamento, se utilice o no, se roba de lo esencial. Y, finalmente, todo eso debe ir acompañado de sensibilidad para escuchar los rumores de la calle, defendiendo la participación más amplia de la gente en la toma de decisiones importantes, impulsando una conciencia crítica, que, visto lo visto, no puede ser más que anticapitalista, no por retumbantes declaraciones retóricas, sino por unir e impulsar las exigencias y reivindicaciones más urgentes con un cambio social, ya no necesario sino imprescindible. IU tiene un gran papel a jugar ante un PP jaleado por todos los poderes económicos y políticos conservadores, con un PSOE en horas bajas que le ha ayudado a abrir la puerta y con nacionalismos locales dispuestos a lo que haga falta para contentar a los "mercados".