lunes, 22 de abril de 2013

Memoria al Presidente Chávez y con el pueblo de Venezuela

Publicado en el Nº 259 de la edición impresa de Mundo Obrero abril 2013

Cuando escribo estas líneas hay muchos asuntos que tratar de la vida de la gente y de la política. Hablo del Presidente Chávez porque con ello hablo de todos los problemas que nos afectan aquí y en todas partes y a los cuales tenemos que hacer frente, conociéndolos, denunciándolos y proponiendo alternativas, con rigor y coraje y sin dejarnos vencer por las dificultades, tal como hizo Hugo Chávez y todo el movimiento que él encabezó. Es la hora del dolor más sereno por el hermano perdido y de convertir el recuerdo en acción.

Hugo Chávez, y el conjunto de partidos, organizaciones y personas que conformaron el movimiento bolivariano de Venezuela, entre los cuales está el Partido Comunista de Venezuela, agitaron las aguas mansas de la política en las que la izquierda estaba estancada y levantaron la potente ola de la revolución posible. En América Latina y en el mundo, y por lo que nos atañe, en las aguas encharcadas de la izquierda europea, más eurocéntrica que internacionalista, con un perfil bajo y contradictorio en cuestiones capitales como el tipo de sociedad, capitalismo o socialismo, o en las relaciones internacionales, con la guerra o con la paz. Después de Chávez y su obra, con los errores e insuficiencias inherentes a toda obra revolucionaria, ya nada es igual, ni en América Latina, ni en los sectores políticos, sociales y culturales de América del Norte y de Europa. Por eso, el capital y sus lacayos y servicios auxiliares en la política y en la prensa, agudizan la campaña contra Chávez y lo que representa para evitar que se propague y consolide el ejemplo.

En la hora del balance económico y social, educativo y en salud, político, internacionalista y humano, afirmamos que el camino recorrido en Venezuela es extraordinario y ejemplar para los pueblos llamados del tercer mundo, con un índice de desarrollo económico-social bajo, pero también para los económicamente y socialmente más desarrollados, en los cuales hay actualmente una regresión importante en condiciones de vida y derechos historicamente conquistados. El movimiento encabezado por Chávez, puso los recursos económicos de Venezuela al servicio de la mejora de las condiciones de vida y de trabajo de su pueblo, lo que consiguió de forma considerable, según las posibilidades del país, a pesar de todo tipo de conspiraciones y agresiones. Asimismo, impulsó la solidaridad con todos los pueblos, como se ha puesto de relieve con los habitantes del Bronx de Nueva York y de diversos estados de EEUU, en Haití contra la pobreza extrema, agudizada por las consecuencias desastrosas del terremoto, y en diversos países con un intercambio de materias primas, en especial el petróleo, favorables y solidarias. El ejemplo a resaltar, la colaboración mutua con Cuba en energía, educación y salud. Una lección para unas nuevas relaciones entre los pueblos, sin explotación ni colonialismo.

Chávez y el movimiento bolivariano impulsaron lo elemental: dar de comer a todos, educar, curar, tener techo, acompañando todo ello de la defensa de la dignidad y la fraternidad del pueblo de Venezuela, y la unidad e independencia de todos los pueblos latinoamericanos para no ser más víctimas de explotaciones, colonialismos e imperialismos y construir el socialismo del siglo XXI. En Venezuela se aprobó una Constitución y leyes que nacen del derecho inalienable de la gente a vivir con dignidad y ser un país soberano e independiente. Por ello, el pueblo va con la Constitución en la mano. Emplazo a que las “democracias liberales”, entre ellas la española, imiten la democracia de Venezuela y pongan en sus leyes referéndums consultivos, decisorios y revocatorios, en vez de hablar sus voceros y papagayos de democracia, algo que en su boca suena a blasfemia a conjurar, como hizo Chávez en la tribuna de la ONU con Bush.

Como resumen, el testamento político del presidente Hugo Chávez y sus cinco tareas, que Nicolás Maduro, en su magnífico y emotivo discurso funerario transmitió a su pueblo y al mundo: 1ª.- Mantener la independencia conquistada. 2ª.- Construir nuestro socialismo, diverso, democrático, americano. 3ª.- Construir Venezuela como un país potencia en el marco de la gran potencia América Latina, la Patria Grande. 4ª.- Construir un mundo en equilibrio, sin imperios, con el equilibrio del universo. “Nosotros queremos y amamos a todos los pueblos de nuestra América, pero queremos relaciones de respeto y de paz verdadera, queremos un mundo de paz que respete el derecho internacional, que sea capaz de encontrarse para cooperar”. Y 5ª.- Contribuir a la preservación de la vida en el planeta y a la salvación de la especie humana.

En definitiva, construir un nuevo mundo multipolar social y políticamente democrático, socialista y humanista. Es el testamento de un nuevo Libertador, a unir a Bolivar, Martí, el Che, Fidel, Allende….Nicolás Maduro, al frente del movimiento bolivariano, será un gran continuador de esta obra. 

SÉ QUE LOS 5 CUBANOS PRESOS EN EEUU Y EL PUEBLO DE CUBA ESTÁN CON EL PRESIDENTE CHÁVEZ Y CON LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA.


http://www.mundoobrero.es/pl.php?id=2643&sec=3&aut=2

1 comentario:

  1. Tiene usted razón, España debería copiar la experiencia venezolana de democracia directa, defendida también por el 15M,“Venezuela está entre los países que más han desarrollado el sistema de la democracia directa a pesar de que la barrera para llegar a un referéndum o una iniciativa es muy elevada por el número de firmas que se requiere”, explica Thomas Fleiner.
    http://www.swissinfo.ch/spa/noticias/politica_suiza/Hugo_Chavez_vuelve_a_Venezuela_.html?cid=34641876

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